Psicología del Votante de Donald Trump

adminAmérica Elige, Artículos, Psicología PolíticaLeave a Comment

Por: Daniel Eskibel

“El votante de Trump se siente vulnerable y amenazado. Su decisión de voto le provoca alivio al canalizar su miedo y su ira hacia afuera, hacia los otros, los diferentes.”

 ¿Cómo explicar el fenómeno Donald Trump?
¿Por qué tantas personas decidieron apoyarlo en su intención de ser Presidente de los Estados Unidos de América?
¿Cómo es la psicología del votante de Trump?

¿Qué sientes al ver y escuchar a Trump?

Una primera aproximación a la psicología del votante de Trump la podemos lograr a través de un pequeño ejercicio práctico.
Para ello te pido que veas el siguiente vídeo de Donald Trump y escribas en un papel o en un procesador de texto qué es lo que sientes mientras lo ves.
Deja fuera tus pensamientos.
Deja fuera tus ideas.
Olvida tus opiniones políticas.
Simplemente escribe lo que sientes al ver su imagen y escuchar su voz.
Solo lo que sientes…

 

Seguramente en eso que sentiste al verlo y escucharlo hay una clave para comprender la psicología del votante que lo respalda.

Pero para profundizar tendremos que ir bastante más allá, comenzando por las raíces mismas del acto de votar.

Mecanismos mentales de la decisión de voto

Conocer los mecanismos mentales que conducen a la decisión de voto es un paso importante para comprender la psicología del votante no solo de Trump sino de cualquier candidato.

Algunos aspectos fundamentales de la decisión de voto que debemos tener en cuenta son los siguientes:

  • El cerebro humano se estructuró básicamente en la Edad de Piedra. Por entonces vivíamos en pequeños grupos de entre 25 y 150 personas, pero ahora vivimos en inmensas sociedades de millones.
  • El ser humano crece, aprende y se desarrolla dentro del grupo íntimo de su familia y luego dentro de otros pequeños grupos de aprendizaje, sociabilidad y trabajo.
  • Considerando los 2 aspectos anteriores, el cerebro humano está preparado para decodificar la comunicación y la personalidad de los demás siempre que interactúe en grupos pequeños. La política le exige una tarea ajena a su preparación y por tanto altamente desafiante: decodificar personas que están muy lejos de sus grupos de pertenencia. El cerebro de la edad de piedra no es la mejor herramienta al respecto (por lo menos no suele producir resultados altamente fiables…).
  • 167 milisegundos es el tiempo total que le lleva al cerebro la evaluación de una persona a la que está viendo en la pantalla del televisor. Menos que un parpadeo. Velocidad, pero no precisión.
  • La emoción predomina al evaluar la aparición de un político en la pantalla. Primero siento, recién después racionalizo y le pongo ideas a lo que siento.
  • El votante se compromete emocionalmente con el candidato. Y luego lo defiende. Mejor dicho: luego defiende su voto, defiende su decisión, defiende su emoción. Por lo tanto el votante comprometido se siente atacado cuando atacan al candidato que eligió.

¿Cómo es el votante duro de Trump?

El segmento más afín a Donald Trump se puede caracterizar así:

  • Hombre blanco de mediana edad y bajo nivel educativo.
  • Económicamente perdedor o amenazado con perder (ya sea empleo, salario, poder de compra, hipoteca, bienestar de su familia…).
  • No se siente escuchado ni representado por los políticos.
  • Su personalidad está fuertemente anclada en el concepto de autoridad. Son personas que valoran las jerarquías, la obediencia, el orden. Son padres estrictos que reclaman de sus hijos respeto, buen comportamiento y obediencia (por encima de autonomía, curiosidad e independencia de criterio). Y se manejan con mucho mayor comodidad entre semejantes que entre desiguales, al tiempo que se sienten incómodos con la diversidad de ideas, personas o estilos de vida.

Este segmento constituye el primer sector conquistado por Trump, el más entusiasta, el que más lo defiende y el que constituyó su masa crítica para explotar luego hacia otros segmentos sociales.

Emociones que siente el votante de Trump

La piedra angular de la psicología del votante está constituída por las emociones. Esas emociones predominantes, en el caso del votante de Trump, son el miedo y la ira.

Psicología del votante de Trump
Votantes de Trump en un acto en Lowell, Massachusetts (Foto: REUTERS/Brian Snyder)

El votante ya sentía esas emociones antes de que el propio Trump fuera candidato. Su origen debe buscarse en la inseguridad económica, en la amenaza terrorista, en la percepción de pérdida de valores y en la decepción con el sistema político.A este público con estas emociones…Donald Trump le cuenta una historia simple. Para ello utiliza un lenguaje equiparable en su vocabulario y gramática al de un niño de cuarto año de primaria. O sea: fácil de comprender.

¿Qué dice esa historia contada por Trump?
Que los otros son los culpables de todos los males de ese público.
Los otros.
Los diferentes.
Los ajenos.
Podrán ser mexicanos, sudamericanos, árabes, políticos, terroristas, musulmanes…Pero siempre otros.

¿Qué está haciendo esa historia tan simple?
Canalizando el miedo y el enojo hacia esos otros. Y al canalizar esas emociones hacia afuera lo que logra dentro de cada individuo es alivio.
Sí: una sensación de alivio relacionada con la delimitación precisa de a quiénes temer y a quiénes odiar.

Psicología del votante de Trump: ¿qué ven cuando lo ven?

El votante de Trump mira a Trump. ¿Qué ve?
Lo que ve no es la persona real de carne y hueso. Porque lo que ve está siempre contaminado por quién lo ve, por sus deseos, aspiraciones y emociones.

El votante suele ver, en la imagen del político de su preferencia, un espejo mejorado de sí mismo. O sea que se ve a sí mismo, aunque mejorado, más que al político.

El votante de Trump, entonces, se siente vulnerable, amenazado, débil. Y al ver a Trump se ve a sí mismo pero grande, poderoso, casi invulnerable. El votante se siente formando parte de algo grande, potente, poderoso, lleno de energía.
Y eso lo calma.
Mitiga su angustia.

Psicología del votante de Trump: "necesito sentirme muy grande y poderoso para que no me duela mi propia vulnerabilidad".
Psicología del votante de Trump: “necesito sentirme muy grande y poderoso para que no me duela mi propia sensación de ser vulnerable y frágil”.

El inconsciente asoma en el lenguaje

Lacan decía que el inconsciente habla en la literalidad misma del lenguaje. Un concepto por demás interesante para desentrañar qué significa Trump en la psicología de sus votantes.

Pensemos en ‘trump’.
Porque ‘trump’ es una palabra del idioma inglés que en español significa ‘carta de triunfo’.
Eso mismo. Carta de triunfo.
Ese votante que se siente herido, amenazado y vulnerable ve a Trump como su trump, su carta de triunfo. Su última esperanza.

Para un votante con el perfil psicológico que estoy describiendo el mundo está cambiando para peor. Siente su vida amenazada por el cambio, por el desorden, por los problemas, por las diferencias, por las rupturas, por la inestabilidad y por lo que no comprende. Entonces busca un hombre fuerte con quien identificarse.

Algo de esa dinámica la puedes ver en el siguiente vídeo, que al mismo tiempo es un ingenioso comercial de una marca y una respuesta a Trump con buen humor y desde el sur del mundo.

Antes de ver el vídeo recuerda que el inconsciente asoma en el lenguaje.
Porque la palabra del inglés ‘mess’ significa en español ‘lío’. Y porque nuestra palabra ‘desordenado’ significa en inglés ‘messy’.
¿Solo un juego de palabras?
Tal vez…

 

Nota: este artículo está basado en la conferencia que dicté en la IX Cumbre Mundial de Comunicación Política (Buenos Aires, Argentina, junio 8 de 2016).

¿Interesado en estos temas?

Regístrate gratis para recibir 16 libros digitales de estrategia política, un curso online de psicología política y notificaciones de futuros artículos.