Filibusterismo y desencanto democrático en “Caballero sin espada”

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Por Julio Otero

Nada como volver a los clásicos para aprender las verdades de la vida y, en este caso, las del funcionamiento de nuestro sistema político. A pesar de su aparente ingenuidad, “Caballero sin espada” nos ofrece impagables reflexiones sobre cómo funciona la democracia liberal, desde las cámaras parlamentarias y sus argucias hasta las tramas más sórdidas que se esconden en la trastienda del poder.

Con el título original de “Mr. Smith goes to Washington”, el filme fue producido en 1939 bajo la dirección de Frank Capra y con James Steward como protagonista. Con un argumento sencillo y con ese estilo propio tan naíf, Capra consigue, sin embargo,  desenmascarar los aspectos más oscuros de las democracias representativas. La emotividad, la frescura y la elegancia con la que se narra el viaje del senador Jefferson Smith desde su estado natal hasta las cloacas del poder de la capital la encumbran entre las grandes creaciones del genio italoamericano.

“Caballero sin espada” nos cuenta cómo un noble, culto e inocente líder juvenil de los exploradores es elegido por la cúpula de su partido y por James Taylor -el potentado que la controla- para que sustituya a un senador fallecido. “No ha estado nunca en política. No se enterará de nada en dos años”. Ésta frase, en boca de unos de ellos, explica la razón principal de la elección. Pero los planes de la camarilla que controla el Senado se topan con la dignidad y la honradez de un senador novato. Contra todo pronóstico y combinando valentía, tenacidad y oficio, logra destapar un caso de corrupción: la expropiación de unos terrenos para enriquecer a Talyor con la excusa de construir una presa. Y lo hace a través de un fenómeno conocido como filibusterismo u obstruccionismo parlamentario, que puede resultar complejo, pero que la película explica de forma insuperable. Más adelante profundizaremos en esta técnica política, antes nos detenemos en conceptos más generales.

Es asombroso cómo una ficción cinematográfica rodada en blanco y negro hace 78 años es capaz de retratar tan fielmente aspectos de la realidad política de nuestros días. En síntesis, destacamos una idea general: el desencanto democrático que las sociedades occidentales viven en determinados periodos de la historia. La película muestra cómo en los regímenes democrático-burgueses de economía capitalista quienes verdaderamente mandan no siempre se presentan a las elecciones. Los representantes políticos pueden comportarse como “marionetas y “hombres de paja” -tal como textualmente califica un grupo de periodistas al senador Smith- de grandes empresarios. Durante las poco más de dos horas que dura, observamos cómo la manipulación de unos medios de comunicación sensacionalistas, el apoltronamiento de algunos políticos profesionales, el cinismo de sus asesores, la burocracia de los parlamentos, la financiación ilegal de las campañas y la corrupción urbanística pueden llegar a carcomer cualquier democracia. Pero “Caballero sin espada” también refleja cómo la decepción de los ciudadanos a veces se traduce en el triunfo de políticos outsiders como el propio Smith o en las rebeliones de los militantes de base contra los aparatos de los partidos.

El motivo por el que reconocemos todos estos síntomas de la desafección ciudadana hacia la democracia liberal y la llamada clase política quizás se deba a que el contexto en el que se estrenó la cinta no es tan diverso al actual. Como en el periodo de entreguerras, en la presente década una crisis económica gravísima estalló tras una etapa de crecimiento financiero descontrolado. Entonces y ahora, la frustración de la ciudadanía ha generado desconfianza hacia el sistema y ha favorecido que emerjan movimientos nacionalistas que cuestionan el status quo. Pero parte del valor crítico de la película reside en que Capra no era precisamente un radical antisistema. Por el contrario, dirigió una serie de documentales propagandísticos encargados por el Gobierno estadounidense con la intención de convencer a los soldados de los motivos de la participación en la II Guerra Mundial.

Curiosamente, la forma que elige Jefferson Smith para enfrentarse a la podredumbre del sistema es el filibusterismo, una técnica parlamentaria  considerada por muchos como una argucia ilegítima que aprovecha un resquicio legal para obstruir la aprobación de leyes o actos legislativos. Se utiliza en países como Estados Unidos, donde el funcionamiento de las cámaras legislativas no contempla limitación de tiempo para cada intervención. Así, el legislador o el grupo parlamentario que quiere retrasar o impedir una votación toma la palabra de forma ininterrumpida y no la cede durante horas, hasta que el presidente de la cámara se ve obligado a suspender la sesión. También es posible hacer filibusterismo en equipo: cuando varios oradores se ceden la palabra uno tras otro durante horas con el mismo fin.

Sin embargo, el filibusterismo u obstruccionismo parlamentario -como lo define la Real Academia de la Lengua Española- ha sido utilizado por políticos honrados en defensa de causas que gran parte de la población considera justas. Y es que tras soportar 23 horas seguidas hablando sin ceder la palabra para detener un proyecto corrupto, incluso los propios enemigos de Smith reconocen que “ningún hombre que no fuera honesto podría mantener una lucha así”. Y así, como una heroína, vieron muchos estadounidenses a la legisladora demócrata Wendy Davis, que en 2013 se mantuvo trece horas en la tribuna para retrasar la votación de una polémica ley restrictiva contra el aborto en Texas. “Fueron vuestras voces las que me permitieron estar hablando trece horas”, afirmó Davis ante manifestantes que la apoyaban. Para semejante proeza, incluso calzó zapatillas deportivas.

De forma didáctica y moralizadora, “Caballero sin espada” explica con detalles en qué consiste un recurso parlamentario tan desconocido. Lo hace sólo en la última media hora, manteniendo en vilo y estremeciendo al espectador. Sin tecnicismos ni diálogos farragosos, pero con precisión. Así, el senador Smith alude a la Regla 5 del Apartado 3 del Senado para que el presidente de la cámara llame a cuórum y obligue a los senadores ausentes a regresar al hemiciclo. Más adelante esquiva una trampa del presidente al declinar la propuesta de aplazar la sesión hasta el día siguiente, lo que le habría hecho perder su turno de palabra. Asimismo, como en tantos casos reales, Smith lee la Declaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos durante su sempiterna intervención.

Como conclusión, consideramos que “Caballero sin espada” es una película extraordinaria desde el punto de vista artístico. Una joya que contiene, igualmente, un mensaje mucho más profundo de lo que superficialmente transmite el lenguaje sensible de Capra. Es una defensa de los valores democráticos y de la necesidad de regenerar la democracia para que los representantes políticos no se aparten de los intereses del pueblo, que es quien los ha elegido.  Es una radiografía de cómo, en ocasiones, la legitimidad de la democracia liberal entra en crisis, entre otras razones por el desencanto que los electores sienten hacia sus representantes. Finalmente, recrea cómo ninguna otra producción audiovisual cómo muchos legisladores han combatido lo que consideran injusticias a través de una táctica como el filibusterismo, para muchos una perversión de las normas parlamentarias que, en cualquier caso, es perfectamente legal en regímenes como el estadounidense.

En definitiva, una lección magistral de ciencia política, historia de la democracia e incluso del funcionamiento interno del parlamentarismo.

Bibliografía:

-Anónimo: “Votación sobre polémica ley que limita aborto en Texas se retrasa una semana”. El Telégrafo (01-07-2013) http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/mundo/9/votacion-sobre-polemica-ley-que-limita-aborto-en-texas-se-retrasa-una-semana

-Berbell, C. y Rodríguez, Y.: “¿Qué es el filibusterismo parlamentario”? Confilegal (13-08-2016) https://confilegal.com/20160813-que-es-el-filibusterismo-parlamentario/

-Fimaffinty: https://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/880623.html

-Grau, S. y Valera, J.L.: “El siglo XX a través del Cine: Frank Capra y la Gran Depresión”. Cinemanet (12-01-2012) https://www.cinemanet.info/2012/01/el-siglo-xx-a-traves-del-cine-frank-capra-y-la-gran-depresion/

-Martín Granados, I.: “El filibusterismo político”. Comunicación (política) y relaciones públicas (12-03-2013) http://martingranados.es/2013/03/12/el-filibusterismo-politico/

-Real Academia de la Lengua Española: http://www.rae.es/

-Sensacine: http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-2640/

-Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Mr._Smith_Goes_to_Washington

Nota:

Este concurso fue presentado al concurso de Divulgación Política organizado por Cámara Cívica.

Fuente: Blog El Atril