Por Carlos Paniagua
Los resultados del último estudio UNIMER-La Nación sobre los primeros 100 días de la administración actual, muestran que doña Laura Chinchilla es mucho más popular que su gobierno, su partido y sus programas, y que personalmente es mejor calificada que en su gestión como Presidenta.
El balance de los 100 primeros días de un gobierno se ha convertido en una tradición aceptada en diferentes países. Su origen data de los 100 primeros días durante los cuales Franklin Roosevelt lanzó en 1933 una serie de medidas para sacar a Estados Unidos de la gran crisis.
En Costa Rica, Luis Alberto Monge intentó en 1982 algo similar al proponer un plan de emergencia de cien días para atender la “aterradora” situación del país, que denominó “Volvamos a la tierra” y sus sucesores, con la excepción de José María Figueres se han plegado a esa práctica, llegando, incluso en el caso del expresidente Arias a realizar un recuento de su gestión al final de ese tiempo.
En este período se espera que se concrete un estilo de gestión, se demuestre la capacidad de liderazgo para gobernar, se defina una agenda para los cuatro años y se establezcan las tareas prioritarias. Como la misma doña Laura lo ha indicado, se trata de ordenar la casa en ese tiempo para sentar las bases de lo que será el trabajo durante su administración.
Opiniones positivas. Según el estudio, la Presidenta logró en estos 100 días un incremento de las opiniones positivas sobre su persona, las cuales se sitúan en 75% y un porcentaje similar de la población expresa que ella posee el liderazgo que se requiere para dirigir el país.
En coherencia con esa percepción, varias de sus decisiones son aprobadas por la mayoría de los entrevistados: forma de actuar de la Presidenta respecto al pretendido aumento de salario de los diputados (74%), decisión de utilizar las redes sociales para interactuar con la ciudadanía (64%), patrullaje conjunto Estados Unidos-Costa Rica (57%) y otros.
Donde doña Laura reprueba (53%) es en lo que se hado dado en llamar “agenda light”; es decir, su participación en programas de televisión tales como “Nace una estrella”, “Quién quiere ser millonario”, etc.
De esta forma, una de las críticas más fuertes contra ella: el ser una especie de prolongación de los señores Arias Sánchez y su gobierno, fue superada en estos meses. Logró que la población le reconozca un estilo propio, pausado, caracterizado por el diálogo, búsqueda de consenso, horizontalidad en las negociaciones, evitar la confrontación y el liderazgo requerido para gobernar.
Gestión criticada. Pero este éxito conseguido personalmente por doña Laura no se extiende a su gestión de gobernante. Solamente el 38% de la población opina que su labor es buena o muy buena, mientras que el 47% la califica como regular. La misma tendencia se observa en la percepción sobre la labor del equipo de gobierno, la cual es considerada como regular por el 48% y solo el 27% la califica como buena o muy buena.
La calificación regular sobre la gestión podría explicarse si tomamos en cuenta la forma en que los costarricenses perciben la agenda de gobierno y tareas prioritarias para los cuatro años. Un 57% considera que la Presidenta ha realizado esa tarea y que sabe cómo resolver los problemas del país, pero solo el 8% considera que realmente los está resolviendo.
Más concretamente, en el caso de la solución del problema de la seguridad ciudadana, una de las principales promesas de campaña y tarea urgente de abordar, solo una tercera parte de la población está satisfecha con lo que se ha venido realizando y considera que lo resolverá.
Y es que, en los últimos meses, más bien se ha incrementado la percepción de inseguridad ciudadana, siendo la principal preocupación para el 46% de los costarricenses. Esa percepción tiene un sólido fundamento ya que un 34% de los entrevistados indica que él o algún familiar ha sido víctima de al menos un delito en los últimos doce meses. A pesar de que se han expuesto diversas acciones para reforzar la Policía, más de la mitad de la población continúa insatisfecha con su desempeño. Otra tarea esencial que se espera que el Gobierno atienda con urgencia es la recuperación de la crisis económica, sobre la cual solo el 31% considera que la administración Chinchilla creará las condiciones para que el país crezca económicamente. De la misma forma, solo un 30% confía en que el Gobierno mejorará la infraestructura nacional.
Donde sí existe mayor credibilidad sobre el desempeño de las autoridades actuales es en cuanto a concretar la promesa de crear la red de cuido de niños y ancianos (40%) y de continuar con el desarrollo del programa Avancemos (60%).
En resumen, durante estos 100 primeros días doña Laura ha logrado que se le perciba como una líder capaz y querida por la población, pero sigue debiendo una agenda clara y precisa de acciones que le permita fijar el rumbo del país para los próximos cuatro años.
Fuente: Blog de Unimer