El próximo 2 de Noviembre, Estados Unidos elegirá los nuevos representantes en el Congreso, 435 en total y a 37 senadores. Y la importancia de lo que está en juego se refleja en el hecho de que estos comicios se convertirán en los más “caros” de la historia del país.
Según informe del Center for Responsive Politics, organización que estudia la financiación de los partidos americanos, el gasto de los candidatos en propaganda electoral será, en total, de 3.400 millones de dólares. Si comparamos estos números con las elecciones del 2006 (2.900 millones) y las del 2002 (2.200 millones), podemos observar que el aumento es considerable. Y aunque si bien es cierto que este aumento es provocado por una nueva ley que permite financiar de forma anónima las campañas electorales independientes, no olvidemos que la danza de los millones responde de forma directa a lo que está en juego.
Hoy en día el partido Demócrata cuenta con la mayoría en ambas cámaras, pero según un sin número de encuestas, el panorama está a punto de cambiar.
EL FACTOR OBAMA
Una de las principales razones para el cambio, según estas encuestas: el descontento que más de la mitad de los ciudadanos estadounidenses en relación a las decisiones económicas tomadas por Barack Obama, sumado a que solo uno de cada 4 encuestados dice confiar en el actual presidente. ¿El voto castigo será el factor decisivo?
EL PODER HISPANO
No olvidemos a los 10 millones de hispanos registrados en Estados Unidos. Según un estudio publicado por la organización Americas Voice, 40 cargos, entre senadores, diputados y gobernadores, dependerán del voto latino. Los mismos latinos que en el 2008 apoyaron a Obama y su promesa de una reforma migratoria y un seguro médico universal, y que hoy se sienten frustración con los resultados de esta promesa. ¿Serán los latinos, tradicionalmente inclinados los demócratas, movidos por la frustración?
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