El panorama de la segunda vuelta electoral en Brasil sigue indefinido, especialmente después de que la candidata ecologista, Marina Silva, quien sumó casi 20 millones de votos el pasado 3 de noviembre, decidió permanecer neutral y no apoyará a ninguna de las opciones restantes.
Al rechazar la oportunidad de aconsejar a los 20 millones de votantes que apoyen a Dousseff o Serra, Silva deja una puerta abierta a la candidata oficialista y al candidato opositor para luchar por lo que puede marcar la diferencia el próximo 31 de octubre.
En su proclamación, Silva leyó una carta abierta a Dilma y Serra en la que criticó la “dualidad destructiva” de ellos y manifestó su decepción por la falta de compromiso de ambos candidatos en relación a las iniciativas del medio ambiente, que les ha planteado en los últimos días.
¿Qué significa esta “libertad” de la que gozan los seguidores de Silva para las candidaturas de Serra y Dousseff?
En este momento las encuestas muestran un importante recorte en la distancia por parte de Serra del 14 puntos a 8 puntos.
¿Quedan pocos días para la decisión final de los brasileros? Con Silva fuera de la ecuación de influencia sobre sus seguidores, otros serán los temas que definan esta importante elección suramericana.
¿Está Serra a tiempo de remontar la distancia que lo separa de la presidencia? ¿Puede Dousseff mantener la diferencia apoyada en la salida triunfante de Lula?
¿Hacia donde se va a inclinar esta balanza? Comparte tu opinión en los comentarios.