Hoy compartimos la entrevista al consultor Fran Carrillo Guerrero, quien estará además dando una charla para el PEC, titulada “El manejo de la oratoria persuasiva como elemento clave de la comunicación y creación de discursos ganadores”, que no debes perderte.
Fran es asesor de comunicación política y pública. Formador y entrenador de oratoria persuasiva y discurso poderoso. Director de La Fábrica de Discursos.
Comencemos con las preguntas.
MR: ¿Cómo comenzaste a trabajar en consultoría política, qué fue lo que te motivó?
FC: Empecé con entrenamientos esporádicos a candidatos y directivos, formaciones que me fueron saliendo a raíz de mi participación como orador en diferentes torneos y encuentros de oratoria, debate de competición y discurso político. Tras conseguir algunos reconocimientos y méritos como orador, empecé a dedicarme de lleno y observé que este mundo me atraía demasiado, ya que estamos sometidos a comunicación constante en nuestras vidas. Decidí trabajar en hacer que la gente consiga extraer todo su potencial y talento a través de sus palabras y lograr felicidad mediante ellas.
MR: En esos inicios con qué tipo de experiencia contabas? Puedes incluir en estas experiencias tus estudios profesionales.
FC: Yo ya había hecho mis incursiones como escritor de discursos de cargos académicos y de amigos que me lo pedían con frecuencia cuando estaba en la Universidad. Luego trabajé para diferentes medios de comunicación donde adquirí mayor pericia a la hora de escribir, de conformar una estructura discursiva solvente, de mejorar mi capacidad de síntesis y argumentación. Creo que el haber estudiado Historia antes que Periodismo tuvo mucho que ver. Con la primera adquirí perspectiva y rigor crítico. Con la segunda, capacidad de hallar mi estilo narrativo y modular mi voz y tono.
MR: ¿Hubo algún consultor que te sirviera de inspiración? Si lo hubo ¿Quién fue y cómo te inspiró?
FC: Uno tiene siempre sus referentes. Colegas que te inspiran y de los que siempre aprendes. Fueron y siguen siendo mis guías profesionales. Algunos nombres: Carlos Ongallo, Juan Carlos Cubeiro, Yuri Morejón, Yago de Marta… Todos me aportan e inspiran a su manera, aunque no lo sepan.
MR: En los inicios de tu desarrollo profesional como consultor político contaste con algún mentor?
FC: No, digamos que ser autodidacta me llevó a persistir en encuentros con unos y otros. Pero fue el Dr. Carlos Ongallo, director de la Extremadura Business School, un referente del talento, el liderazgo y la formación en España, quien me abrió los ojos del camino a andar. A él le debo muchas cosas. Confió en mí y lo sigue haciendo.
MR: Cuando trabajas en una campaña ¿cómo describirías tu rol en la misma? ¿Cuál es tu especialización como consultor?
FC: Mi trabajo consiste es escribir el discurso que hará del candidato/a un comunicador solvente primero y creíble después. Posteriormente le entrenamos en hacer que su mensaje sea sencillo, breve y contundente a partir de técnicas y métodos fáciles de dominar. Le enseñamos a ganar debates mediáticos, con o sin contraparte y a alumbrar a la gente y generar felicidad en ella en momentos precisos. Siempre potenciando su persuasión como clave de victoria. Porque la suasoria es la salsa de la oratoria.
MR: Cuéntanos brevemente una experiencia de trabajo en campaña que tu consideres tu mayor logro profesional y por qué.
FC: Siempre he considerado el dibujo y desarrollo de una buena estrategia la clave para ganar una campaña electoral. Y luego creerse que se puede ganar. Al hilo de esto, recuerdo una campaña con un candidato municipal que no tenía buena consideración de su propia comunicación. Le faltaba trabajar su estructura interna y su exposición externa. No tenía autoestima porque su estilo como orador no lo tenía definido. Logré que modulara su tono y ritmo discursivo y centrara su mensaje. Los sondeos no eran esperanzadores y descubrimos que lo que menos gustaba de él era la vertiente oral de su discurso. Rediseñamos sus intervenciones y se produjo un vuelco en la situación. Hoy es el alcalde de dicho municipio.
MR: Ahora, objetivamente hablando, ¿cual fue el secreto de la victoria de esa campaña?
FC: La recuperación de la confianza en sí mismo, su naturalidad comunicativa, que no tenía o tenía escondida. Al aparecer como un orador más honesto, más sincero, y comunicar su discurso con más convicción, resultó más creíble, más convincente en sus exposiciones y por tanto generó más confianza y empatía en el votante. El candidato SPS que suelo entrenar (Ser honesto y sincero, Parecer competente y formado en aquello que va a gestionar y Saber comunicar sus principios, valores e ideas, así como su gestión posterior) es aquel que hace de su perfil auténtico la clave del éxito.
MR: ¿Cual ha sido en error más costoso que hayas cometido en una campaña y qué aprendiste de él?
FC: Recuerdo que intenté que un candidato cambiara su perfil comunicativo, que yo consideraba introvertido, huraño, poco epatante y sin carisma, por otro que diera más luz a su discurso. Me equivoqué porque el primero le aportaba la naturalidad y autenticidad que el segundo no le daba. Volvemos a lo mismo. Y la conclusión es que sin autenticidad (que es la suma de naturalidad y sinceridad) no se consigue ser creíble. En su perfil original resultaba más honesto. De todo se aprende.
MR: ¿Consideras importante que un político cuente con un consultor? ¿Por qué?
FC: En España la figura del consultor no está tan respetada y apreciada como en Estados Unidos y Latinoamérica. Un consultor o asesor en comunicación es importante en cuanto desarrolla una estrategia y unos mecanismos de trabajo orientados al logro del candidato/a. Es decir su papel es lograr que el político resulte creíble mediante una comunicación sincera, honesta y convincente. Los candidatos deben entrenar como veta más importante de su figura la comunicación, ya que es algo evaluable a corto plazo. La gente te vota si resultas seguro y convincente con tu mensaje. La gestión está en un segundo estadio de tu trayectoria y es analizable y evaluable a medio plazo. Pero es más importante a corto plazo comunicar y comunicar bien, de forma solvente.
MR: ¿Te parece necesario que los políticos y sus equipos de campañas se capaciten y actualicen en las técnicas que ofrece el marketing político?
FC: Considero que un exceso de marketing nos lleva a potenciar sobremanera la figura del asesor de imagen que sólo busca el total en TV, el ademán retórico coyuntural y un lenguaje no verbal impostado. Todo ello en detrimento del mensaje, de los principios e ideas a comunicar. Es decir, del fondo del discurso. Y así se lo transmiten a su candidato y luego asistimos a intervenciones muy poco creíbles. Es cierto que los tiempos han cambiado y asistimos al triunfo deliberado del orador emocional frente al orador racional, más de otra época donde la Televisión e internet no existían o no tenían tanto protagonismo. Esto no tiene por qué ser negativo. Al contrario. Pero tengamos en cuenta que muchas veces no existe debate ni análisis serio porque no hay escucha de la contraparte. Por tanto, al no escuchar, no se le respeta como adversario y por ende no se le puede refutar de forma solvente. Dicho esto, las técnicas de comunicación modernas que gestionan eficazmente las palabras del candidato/a a través de cierto marketing son positivas e imprescindibles para dominar el espacio público.
MR: ¿Qué opinión te merece la iniciativa de ofrecer capacitación en el campo del Marketing Político a distancia?
FC: Interesante y positiva. La formación ya es el elemento distintivo de diferenciación entre quienes se quedan y siguen adelante en contextos difíciles. Y en este mundo globalizado adquiere un papel aún más predominante. Todos debemos comunicar bien porque nos pasamos todo el día rodeados de elementos de comunicación. La red ofrece oportunidades de ampliar conocimientos que hay que aprovechar.
MR: Si un político o miembro de un equipo de campañas te pide que le recomiendes 1 libro, cuál le recomendarías y por qué?
Words that work, de Frank Luntz y entre los clásicos, Breviario de Campaña, de Quinto Tulio Cicerón, hermano del célebre Marco Tulio. Aunque cualquiera de Dale Carnegie sobre la materia es recomendable.