Por: Germán Piñeiro
Seguimos ahondando en la naturaleza única e indescriptible que subyace bajo el fenómeno integral, desde lo local hasta lo global, de los medios sociales. Seguimos buscando las entrañas de la eficiencia que subyace en la transparencia, la ética y la horizontalidad de las relaciones, seguimos evaluando en definitiva, el enorme poder que las redes sociales ejercen sobre los ciudadanos, desde lo local –desde los países- hasta lo global -demandas internacionales y conjuntas-, objetivos globales en definitiva.
La eficiencia del Marketing político o la ineficiencia del Marketing político es lo que se pone de manifiesto en el mundo que ve como ha de dimitir por abuso sexual el presidente del FMI. La ineficiencia del Marketing político es la que se pone de manifiesto cuando la sociedad española vuelve a ser protagonista histórica y protagoniza lo que hoy se denomina… Spanish Revolution. Esta revolución social –dotada del dinamismo inherente a la red- se propaga por el resto del planeta adaptando los requerimientos y las demandas a sus culturas, pero siempre con el objetivo conjunto de hacer de éste un mundo en el que justicia, ética, compromiso, honestidad, protección, derechos y obligaciones, recuperen su acepción primigenia y volvamos a ser una civilización distinta a los animales.
La política es esencial en el orden actual y, si bien es cierto que se suceden multitud de teorías apocalípticas que nos auguran el fin del mundo, es también una realidad que transitamos por el aquí y el ahora y este nos dice que la organización del mundo comienza a dar un giro. Actualmente los ciudadanos encuentran en las redes sociales la fortaleza para recuperar la fe en la eficiencia y la lucha conjunta y apuestan por un mundo mejor, un mundo más ético y un mundo en el que el concepto político haga referencia a una ciencia y no a un castigo.
Obama y Bin Laden cuerpo a cuerpo en un escenario en el que el presidente de los Estados Unidos asesorado por un modelo de comunicación ciertamente obsoleto, recomienda un golpe de impacto mundial que minimice las promesas electorales incumplidas.
España, que se vanagloriaba ante el mundo por la naturaleza sumisa y comprometida de sus ciudadanos, sufren la ira de los “nini”, los jubilados, los desempleados, los desalojados, los que los han perdido todo y los que comen en los comedores de caridad y que gracias al entramado de las redes sociales son capaces de unirse para rechazar el film “ la muerte de Osama Bin Ladem” de igual forma que rechazan el abuso de los gobiernos y la impunidad con la que los mercados ejercen el poder y construyen pseudo-democracias.
La política debe retrotraerse a sus orígenes y volverse a imbuir de su espíritu social, metafísico, filosófico, jurídico y justo… para lograr que el marketing político vuelva a estar dotado del poder que en su día tuvo el Yes We Can… ahí radica el obstáculo primigenio del nuevo modelo; sin compromiso no se logra el éxito.
Es más que evidente que el gran desafío que enfrentaba Obama tras su exitosa campaña electoral… era realmente poder, poder cumplir con las promesas que les hizo a sus electores… y hoy… la clase política no cuenta con la reputación necesaria para lograr el apoyo de los ciudadanos, ahí radica el desafío porque además… la destrucción ha sido prolongada y profunda.
El movimiento Spanish Revolution… ¿nos enfrenta definitivamente al punto de inflexión en el que se da por iniciado el cambio?… la dimisión provocada por la pérdida de la reputación del presidente del FMI ¿nos invita a reflexionar sobre las formas y los valores de la clase política?… el rechazo en términos de Derechos Humanos, transparencia y compromiso de la forma en la que Obama mostró al mundo el capítulo Bin Laden… ¿nos muestra realmente los pilares de la democracia 2.0?
Son preguntas que deberían de incitar a la reflexión por parte de todos desde una sociedad civil que ya piensa que necesitamos más profesionales en la política y menos profesionales de la política representando nuestros intereses en las instituciones.
Fuente: El Blog de Germán Piñeiro