Por: Tony Arnedo
Muchos políticos, candidatos creen que tener un perfil en las redes sociales, videos en Youtube, blogs en WordPress significa tener una campaña 2.0. Pero una cosa es “estar 2.0 y otra cosa es encarnar y entender las nuevas posibilidades de comunicación 2.0, que en el caso particular de Tucumán, aún está en pañales. El análisis de nuestro editor, Tony Arnedo.
Lo que identificamos como fundamental es un “liderazgo 2.0″ por parte del político o candidato. Sin un candidato dispuesto a escuchar, dialogar, conversar, comunicar, las herramientas 2.0 solo serán un canal de propaganda más, sin un impacto significativo a la hora de lograr votos en el electorado.
En la Argentina – y mucho menos en Tucumán – no se han dado casos representativos que contagien a los candidatos a abordar experiencias 2.0.. Si el gobernador Alperovich hubiera elegido esta vía, hoy tendría muchos émulos. Pero tuvo una fugaz y frustrante experiencia con Facebook. Los otros intentos corrieron por cuenta de Gerónimo Vargas Aignasse – superficial y sólo por usar un lenguaje en onda – y Stella Maris Córdoba – más decidida y sistemática en su experiencia digital.
Después del efecto Obama muchos políticos se volcaron a la web. Pero hasta mediados de 2009, menos del 50% de los políticos más representativos poseían una identidad propia online, no se plantea si es buena o mala, solo si hay identidad creada desde el entorno del propio político.
Tras la victoria de Obama en EE.UU., fue el término Gobierno 2.0 el que comenzó a imponerse. Así como Política 2.0 parece referirse únicamente al aspecto electoral, Gobierno 2.0 simboliza el uso de valores como la colaboración o la transparencia en el ejercicio de la labor institucional.
Hoy en día Internet se ha masificado y la brecha digital entre pobres y ricos y entre mujeres y hombres se está esfumando. Apenas persisten ciertas diferencias por edades, que podrían desaparecer
En Tucumán por caso, se calcula que actualmente existen 14 mil accesos a la red, que son usadas habitualmente por un promedio de 4 personas cada conexión. Esto que significa que alrededor de 56 mil tucumanos acceden a Internet en forma regular. Un relevamiento reciente reveló que el 70.9% de los usuarios de Internet tienen estudios universitarios (completos e incompletos), el 24.7% hasta secundario completo, y el 3.2% hasta primario completo. El 84% de los usuarios de la Web en la Argentina está compuesto por personas que tienen entre 14 y 44 años, Las clases media y media baja son las que más utilizan la Red, con 916.000 navegantes que representan el 49,5% del total. Un universo por conquistar al que los políticos tucumanos – al menos en esta elección- le dedicaron poco esfuerzo..
Curiosamente, el principal apóstol mundial del nuevo Gobierno 2.0, al margen de Obama, es Tim O’Reilly, de cuya empresa, O’Reilly nació hace cuatro años el concepto de Web 2.0.
O’Reilly en octubre de 2006 explicó que la Política 2.0 era una de sus grandes frustraciones, puesto que no veía ningún cambio en ese mundo.
En que se sostiene el concepto Gobierno 2.0?
Básicamente, se trata de introducir en el mundo de la política y el gobierno los principios que inspiran la Web 2.0.; la transparencia, la apertura y la colaboración.
Internet promete un sistema de información abierto que permite a todos contrastar la información con otras fuentes.
Una regla básica de la comunicación política es mantener el control del mensaje .Pero ya no es posible controlar el mensaje. Los políticos tienen razones para tener miedo a Internet si no son capaces de integrar la interactividad y las reglas del medio.
Los individuos pueden ahora encontrar medios para hacerse oír. Es lo que se conoce como “vigilancia activa”. La red facilita el acceso a la información y el paso a la acción.
¿Por qué Obama ha sido revolucionario en la utilización de la Política 2.0?
El caso Obama es especialmente interesante, por el hecho de que se trataba de un candidato por el que nadie daba un peso antes de que se presentara, pero que con una hábil campaña en Internet consiguió recaudar fondos y atraer votantes hasta el punto de ganar las elecciones.
Las redes sociales ayudaron a recopilar voluntarios y seguidores y a llevarlos por el mismo camino, mientras los blogs servían para transmitir un mismo mensaje y Youtube se empleó intensivamente para comunicar una determinada imagen del candidato.
Queda claro que las redes sociales generan oportunidades para que los ciudadanos sobrepasen la fuerza de los partidos y este fenómeno se va a repetir cada vez más si los partidos no reaccionan debidamente.
Si la Política 2.0 parece haber quedado en una serie de tácticas electorales para hacer un “candidato” más atractivo que el de la competencia, el Gobierno 2.0 parece mucho más amplio, en la medida en que persigue implicar al ciudadano en las labores de gobierno.
Dos meses después del memorando de Obama, el secretario general de su gobierno, responsable de que funcione toda la maquinaria a nivel legal, emitió una norma de obligado cumplimiento para todas las agencias oficiales: hay que hacer pública en Internet toda la información, antes incluso de que alguien la solicite.
Esto deriva de toda una estrategia de Open Government que se está definiendo poco a poco y que, con la técnica del goteo, está derivando en nuevas herramientas de participación ciudadana.
La primera de ellas fue Recovery.gov, una web que permite a los ciudadanos averiguar cómo se está gastando el dinero que el Gobierno recauda a través de los impuestos. Es ante todo Open Data pero también transparencia y colaboración. Con la ayuda de esta herramienta, los ciudadanos pueden facilitar al ejecutivo mucha información sobre qué servicios tienen excesivo gasto y cuáles requerirían una mayor atención por parte del gobierno. Todo esto, al lado de lo que ocurre en Tucumán, aún parece ciencia ficción
Fuente: Esto es Tucuman