Por Redondo y Asociados
The War Room paga sus deudas y prometimos seguir analizando a los presidentes que no fueron reelegidos para aprender las lecciones necesarias y tener una idea más cercana de si Barack Obama volverá o no a ser presidente de los Estados Unidos. Hoy analizamos lo que le ocurrió a George Bush padre, que fue el vicepresidente de Ronald Reagan antes de presentarse a la presidencia en 1988.
El primero de los Bush perdió las elecciones de 1992 ante Bill Clinton principalmente por culpa de la recesión económica de inicios de los 90 que le hizo incumplir su más famosa frase “Leed mis labios, no más impuestos”, pronunciada durante la convención republicana del 88. Como ven, otra vez la crisis económica en el aire. También influyó mucho la impopularidad de su vicepresidente Dan Quayle, definido en muchas ocasiones como un estúpido que no sabía deletrear “potato” (le ocurrió visitando una escuela).
Parémonos un momento en el tema de la impopularidad del vicepresidente. En el caso de Obama, su vicepresidente Joe Biden es un político que apoya desde hace tiempo el derecho de la mujer a elegir, el derecho al aborto; fomenta, además, que se destinen fondos del Estado para llevar a cabo las prácticas de interrupción del embarazo, o para que se investigue en métodos que faciliten esta interrupción voluntaria. Con estas medidas, Biden se ha buscado enemigos entre la oposición más radical, agrupada en el Tea Party del que ya hemos hablado antes en The War Room y que parece dominar en el lado republicano en estos instantes.
¿Podemos concluir que la ecuación problemas económicos + impopularidad personal es la receta perfecta para no repetir en la Casa Blanca? Si los ciclos económicos acaban con los proyectos presidenciales de manera inexorable ¿qué puede hacer Obama para evitar la derrota? ¿Tiene posibilidades siquiera de intentarlo? Un año pasa muy rápido y hay que estar preparado.
Fuente: The War Room