La carrera política de los QR

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Código QR

“¿Cuándo decidirán las nuevas tecnologías unas elecciones?” La pregunta la planteaba el pasado mes de septiembre Maegan Carberry, una bloguera norteamericana en el conocido portal Mashable.com. El contexto, la carrera electoral hacia las presidenciales de 2012. En el mismo post, Carberry reflexionaba sobre el uso de los códigos QR por parte de los políticos. E introducía el dedo en la llaga al afirmar que sería una negligencia ignorar a los millones de potenciales votantes que utilizan dispositivos móviles.

En España, la campaña de las generales del 20N no ha hecho más que comenzar y será interesante ver cómo utilizan los códigos QR nuestros políticos. El primer ensayo tuvo lugar hace apenas unos meses, con motivo de las elecciones autonómicas y municipales. Pese a que ha pasado poco tiempo, los QR por entonces no gozaban de tanta popularidad y podía comprenderse, hasta cierto punto, que algunos candidatos a presidentes o alcaldes se limitaran a colocar un código QR en el cartel electoral que dirigía a los lectores hasta su página web. Sin más.

Sin embargo, ya por entonces surgieron algunas iniciativas dignas de analizar. Como el de la candidata a la alcaldía de Cáceres por el PP, Elena Nevado, que al menos tuvo la precaución de exponer su programa electoral en una web adaptada al móvil. Su caso fue una excepción pero no la excepción. El candidato socialista del municipio de Jun (Granada) realizó una campaña 2.0 sin papel y sin carteles, donde los códigos QR se emplearon para geolocalizar las diferentes propuestas electorales de su partido.

Lejos de la escena política de nuestra país, la situación es bien parecida. Dirigir al usuario de un móvil a la web del partido de turno se plantea como el recurso más fácil. Es como pedirle a un ciudadano que se lea un tocho de 300 hojas con su programa. ¿Alguien lo hace en realidad? Eso sí, a nuestros vecinos anglosajones les hemos de reconocer el mimo por la estética propagandística, patente en el diseño personalizado del código QR de Obama o en el de este candidato de la ciudad de Winchester, al sureste de Inglaterra.

Obama QR“Quizás sea ahora, durante la campaña para las elecciones generales del 20N cuando los códigos QR inunden las calles, el transporte público y el merchandising electoral”. Las palabras que expresan este deseo no son de Carberry, sino de Rocío Martín, una española experta en consultoría política a la que también le gusta bloguear. Se pregunta Rocío si en esta campaña veremos carteles cuyo mensaje se complete a través de un código o si  nos presentarán enigmas publicitarios cuyos autores se escondan tras este tipo de códigos.

De momento, la iniciativa más destacada la hemos encontrado en el Twitter de Rubalcaba, (@conRubalcaba para los followers). Hace unos días, la foto del perfil del candidato socialista fue reemplazada por un QR. Lo que se presupone un espaldarazo para el pequeño código que ha revolucionado el marketing móvil resulta sin embargo un poco desalentador.

QR Rubalcaba

La Quick Response de @conRubalcaba es un enlace a Flickr con fotos del candidato en diversos momentos de la campaña. Ni estrategia viral, ni mensajes atrayentes ni una web móvil con algo de gancho. Solo fotos. Incluso un sencillo y cálido vídeo del candidato hablándole al ciudadano (¡en su propio móvil!) se antoja más sofisticado. Pero, con todo, Rubalcaba ha tomado la delantera en esta carrera por ser el primer político que de verdad sepa sacarle partido a un QR. Ya puestos preferimos que sea alguno de nuestro país para no tener que decir dentro de unos meses: ¡mira lo que hacen en Hollywood!

Fuente: Selenus