Las elecciones en Estados Unidos serán el 6 de noviembre próximo. Entonces se consagrarán el próximo presidente y vicepresidente, 33 senadores, 435 representantes, 11 gobernadores y varios miles de legisladores estaduales. Barack Obama confirmó que irá por la reelección, junto con su vicepresidente Joe Biden. A pesar de sus bajos índices de popularidad, de la economía recuperándose de una de las más terribles crisis y con tres frentes de guerra abiertos, Obama no tendrá rival entre los demócratas para la nominación.
La que será la última campaña del primer presidente negro en la historia de Estados Unidos espera recaudar $us 1.000 millones, con lo que batiría el récord de 2008, cuando obtuvo $us 750 millones. De hecho, ésta será la campaña electoral más costosa de la historia. Durante los siglos XX y XXI, sólo cinco presidentes de 12 han perdido la reelección, pero muchos ven a Obama como una reedición de Jimmy Carter, que no pudo en 1980 con Ronald Reagan.
En las filas del partido Republicano, la lucha por la nominación es encarnizada entre Newt Gingrich, de Georgia, Ron Paul, de Texas, Rick Perry, de Texas y Mitt Romney, de Massachusetts. Las primarias de mañana en Florida pueden resultar definitivas, por lo menos para algunos de los candidatos. Hasta ahora, el mejor posicionado es Romney, pero Gingrich se ha ido acercando.
El mecanismo más utilizado por los candidatos republicanos para convencer a los electores es el debate televisado, y en los últimos días hemos podido ver varios de ellos muy animados y que han caldeado el ambiente.
Como en toda elección presidencial norteamericana, ésta también será animada por candidatos independientes, que si bien no suelen ser significativos cuantitativamente, a veces resultan definitivos para la victoria de alguno de los partidos grandes. Ese es el caso de Ralph Nader, de Connecticut, a quién los demócratas no le perdonan hasta hoy que sus votos, supuestamente restados a Al Gore, consagraran presidente a George Bush en el 2000. Ahora Nader vuelve al ruedo y también Jesse Ventura de Minnesota. Otros candidatos anunciados que compiten por la nominación del Partido Libertario son Wayne Allyn Root de Nevada, Thomas L. Knapp de Misuri y Gary E. Johnson de Nuevo México. Por el Partido Verde se anuncia a Jello Biafra de California.
Las elecciones prometen estar muy reñidas, sea cual fuere el rival de Obama; Gingrich por representar la fuerza conservadora y el poder del “Tea Party”; o Romney, por cautivar al electorado liberal a partir de convertirse en una opción republicana menos radical. El voto hispano o latino será crucial para definir el próximo ganador, y esto marca el enorme interés e importancia que estas elecciones tienen para nosotros.
Fuente: Diario La Razón