Por José L. Leyva (Enfoque – Periódico Reforma)
Sin saber claramente cuántos votos les generará su actividad en redes sociales, los tres principales aspirantes a la Presidencia han extendido sus estrategias electorales a Twitter, Facebook y YouTube buscando cautivar a algunos de los 11.2 millones de usuarios en México de estas plataformas que se estima son mayores de 18 años.
De las posibilidades que ofrecen las redes, los presidenciables apuestan a dos principalmente: persuadir a los usuarios para que se definan a favor de su proyecto, y dotar de herramientas a los simpatizantes duros para que hagan campaña a favor de ellos o en contra de sus adversarios, aseguran los responsables de redes sociales de los aspirantes en entrevistas por separado. Sin embargo, hasta el momento han dejado de lado la interacción y el debate. Su esfuerzo se ha concentrado en aumentar audiencia y no en dialogar o socializar, algo propio de una lógica televisiva.
Desde el 1o. de noviembre del 2011 al pasado 10 de febrero su público ha crecido exponencialmente: Josefina Vázquez Mota triplicó a sus seguidores en Twitter y duplicó los de Facebook. Enrique Peña Nieto, quien no tenía cuenta en Twitter hasta antes del 17 de noviembre pasado, ahora es seguido por más de 416 mil personas, y sus fans en Facebook crecieron 35 por ciento. Por su parte, Andrés Manuel López Obrador creció 160 por ciento en Twitter y 44 por ciento en Facebook.
La expectativa de los equipos de los presidenciables es, además, que en las redes sociales fluyan los ataques, las campañas difamatorias y las descalificaciones entre candidatos y sus simpatizantes que, como consecuencia de la más reciente reforma electoral, no podrán darse en medios tradicionales al estar prohibida la contratación de spots y la difamación al contrincante en los espacios que les otorgará el IFE.
Dentro de esta “guerra”, que ya en las elecciones federales del 2009 y en las recientes precampañas corrió por internet, los “bots” o cuentas falsas de Twitter controladas por programas informáticos se convierten en arma para inflar la presencia de los aspirantes o dirigir ataques específicos.
Internet no se convertirá en un mercado digital de ideas 2.0 sino en el lugar en donde se desatarán batallas que, en la estrategia de quienes las echan a andar, buscan llegar a medios tradicionales una vez que exploten en la red, aseguran expertos.
“A nivel de ciudadano, va a ser un cochinero”, afirma Guillermo Perezbolde, vicepresidente de Marketing de la AMIPCI (Asociación Mexicana de Internet) y experto en medios digitales.
Pero el alcance de las redes sociales no sólo estará limitado por el uso que les den los candidatos y sus simpatizantes, sino por el universo de cibernautas en México: sólo el 20 por ciento de los hogares tiene conexión a internet, unos 35 millones de habitantes según el estudio Hábitos de Internet 2011 realizado por el AMIPCI, de los cuales 40 por ciento se encuentran en urbes del Estado de México, el Distrito Federal, Jalisco y Nuevo León.
Fuente: Elección 2012 México