Por: David Iglesias
“Peña Nieto tendrá que hacer un gran ejercicio de cabildeo para aprobar las reformas que México necesita”.
Así lo afirmó el consultor mexicano Luis Miguel Santibáñez durante una charla online organizada por Marketing Político en la Red
18 de julio de 2012/ WASHINGTON DC. El día después de una jornada electoral comienza siempre la importante labor de analizar por qué se ganó, por qué se perdió y cómo se presenta el futuro. El pasado 2 de julio empezó en México esa tarea de reflexión. Hace una semana pasó por el aula virtual de Marketing Político en la Red Javier Sánchez Galicia; hoy le tocó el turno a Luis Miguel Santibáñez, consultor mexicano que se refirió al gran reto de negociación al que se enfrenta el vencedor de las elecciones, Enrique Peña Nieto, una vez que tome posesión del cargo dada la aritmética electoral.
Y es que, a pesar de haber ganado los comicios presidenciales, el candidato del PRI no logró la mayoría absoluta en ninguna de las dos cámaras legislativas. Con el apoyo de su socio electoral, el Partido Verde, y de Nueva Alianza (PANAL, liderado por Gabriel Quadri), el PRI lograría exactamente la mitad de los apoyos (250) en la Cámara de Diputados. El PANAL podría convertirse pues en llave del futuro mexicano a pesar de haber obtenido unos pobres resultados.
Distinta es la situación en el Senado, recordó Santibáñez, donde ni siquiera una coalición entre las tres formaciones citadas suma la mitad de los escaños. Así pues, lograr acuerdos con otras formaciones será una constante del gobierno de Peña Nieto. Un ejecutivo del cual se espera que sea diferente a los del PRI de antes del 2000 y que realmente “acometa las reformas que México necesita”, continuó Santibáñez.
La pérdida de Jalisco
En su charla “La geografía electoral mexicana después del primero de julio”, Santibáñez analizó los resultados no sólo a nivel nacional, sino también regional. Comentó que el PAN fue “prácticamente borrado” del Norte y Oeste del país. En especial comentó el caso de Jalisco, bastión tradicional de los panistas, donde gobernaban desde 1995. En esta ocasión no sólo perdieron, sino que quedaron en tercer lugar. Algo similar sucedió en Morelos, donde ganó el PRD. En total, a pesar de gobernar en 8 estados, sólo ganó la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, en uno de ellos (Guanajuato).
Por su parte, el PRI refrendó su triunfo en Morelia, 20 años después ganó León y retuvo Guadalajara y Cuernavaca. Y el PRD cosechó logros importantes en el Sur y Este del país. A pesar de perder Chiapas, ganó en Morelos, recuperó la ciudad de Nezahualcóyotl y mantuvo su amplia ventaja en la capital del país, México DF, apuntó Santibáñez.
Vázquez Mota, “buena precandidata pero mala candidata”
En busca de explicaciones a los malos resultados de los panistas no sólo en los estados citados, sino a nivel nacional (lograron un escaso 26% de los sufragios, convirtiéndose en la tercera fuerza más votada), Santibáñez comentó que Vázquez Mota fue “una excelente precandidata pero una mala candidata”. Salió fortalecida de su lucha con Cordero en las primarias, pero después se encontró con un partido dominado por el presidente Calderón y que no le apoyó, explicó el experto mexicano.
En lo que a demografía electoral se refiere, Santibáñez destacó que Peña Nieto “se quedó con los votos de la población con educación básica y avanzó fuertemente en zonas rurales”. Por su parte, el PAN redujo su fortaleza en
zonas urbanas, históricamente más favorables. Y el candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), “logró captar el voto de los jóvenes, con mayor escolaridad y con tendencia a la izquierda”, añadió.
Acerca de este último, Santibáñez destacó su gran campaña a pesar de arrancar con muchos puntos negativos. “AMLO hizo un excelente manejo de las redes sociales, con una estrategia definida”, explicó. En cuanto al mensaje, siempre se mantuvo en lo mismo, el cambio verdadero. Asimismo, tuvo un desempeño “sobresaliente” en medios, e hizo gala de una gran identidad gráfica, continuó.
Regalos de campaña muy caros
Santibáñez también habló del gasto de las campañas electorales. Por su parte, el PRI gastó más de 52 millones de dólares; el PRD, más de 33; el PAN, más de 32; y el PANAL, más de 8. Parte de este gasto fue a parar al merchandising, del cual se hizo un uso “excesivo”, en opinión de Santibáñez. Unos souvenirs que, además, eran “caros” y aún así se regalaban a la gente. Llaveros, tazas de cerámica para café con publicidad, etc. Explicó que en Puebla se vio a candidatos regalando memorias USB de 2 GB (8 ó 10 dólares, unos 100 pesos mexicanos) a estudiantes. “Y no sólo el PRI, sino todos los partidos”, matizó un Santibáñez que explicó la importancia de que haya más fiscalización en torno a este tipo de gastos.
El experto mexicano también se refirió a la influencia que ejercieron las encuestas durante la campaña, que en todo momento le dieron a Peña Nieto una gran ventaja. “La gente mintió en las encuestas y se sintió utilizada”, explicó. “Como Peña aparecía muy arriba, se produjo una sobreestimación. ¿Por qué mintió? Porque no confiaba en las encuestas”, ahondó un Santibáñez que afirmó que el rechazo a los sondeos de opinión en México se sitúa en torno al 40%.
Éste también se refirió al Movimiento 132, “totalmente sano” pero que acabó desvirtuado tras ser “infiltrado” por intereses políticos. “Tiene su origen en un movimiento estudiantil serio, pero fue capitalizado por gente de la izquierda”, aseguró un Santibáñez que cree que dicha formación aún está a tiempo de “acometer una agenda seria, de compromisos, de observación y de fiscalización para convertirse en una verdadera fuerza”.
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