Por: Máximo Kinast
Wikipedia dice: “El Marketing Político es el conjunto de técnicas de investigación, planificación, gerenciamiento y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional”.
No queda muy claro, en especial para los políticos y para quienes no son marketeros.
Empecemos por dejar claro el concepto de Marketing (MK). Mi amigo, José Luis de Córdoba Villar, autor del primer libro de MK en castellano solía decir -con una dósis de ironía- a sus alumnos de la Universidad de Barcelona: “Marketing es vender y ganar plata”. En realidad nació para eso, para vender productos o servicios, aunque al cabo de unos años se descubrió que lo que la gente compraba no eran cosas, sino lo que las cosas hacían por ellos. Por lo años 90 se perfeccionó esta idea y los gurús llegaron a la conclusión de que se venden (y se compran) expectativas de satisfacción. Si el producto o servicio sirve o si no sirve es algo que el comprador sabrá mucho después de haber pagado.
Esto nos lleva a dos orientaciones en el MK Conceptual (o filosofía de MK). La tendencia al ’profit by profit’, o sea, a ganar dinero como sea, sin importar la satisfacción del cliente; y la tendencia a la equidad, o sea, a ganar dinero a cambio de la satisfacción del cliente. Siempre recomiendo como consultor a mis clientes esta última tendencia, ya que hacer un cliente nuevo suele ser mucho más caro que conservar un cliente satisfecho. Pero muchas empresas no entienden y no les importa nada más que su cuenta de resultados. (En parte a esa filosofía se debe la gran crisis mundial).
El MK Operativo es la forma de llevar a la práctica las ideas, definiciones y filosofías comerciales que se definen en el MKConceptual. La principal herramienta del MK Operativo es el Plan de Marketing, aunque hay muchas otras que iremos viendo y comentando en su relación con el MK Político.
Tanto desde el punto de vista Conceptual como Operativo nos encontramos con dos vertientes: El MK propiamente Comercial, que se caracteriza por su interés en el beneficio y por su poca afición (por el elevado costo) a cambiar o crear usos, hábitos o costumbres. En el lado opuesto tenemos el MK Social(*), actividad sin fines de lucro y cuya finalidad es crear, eliminar o modificar hábitos, usos o costumbres, como por ejemplo, dejar de fumar, lavarse las manos, vacunarse, comer anchivetas, votar por Fulano,etc.
El MK Político -como ya habrás deducido avispada lectora o avispado lector- entra dentro del concepto de MK Social y como tal puede ser Conceptual u Operativo.
En el aspecto Conceptual tenemos dos vertientes:
a) Ganar las elecciones como sea y luego olvidarse o cambiar el programa o cambiarse de partido, pero sin ningún interés en cumplir promesas electorales, y
b ) ganar las elecciones para cumplir el compromiso contraído con los electores.
Lamentablemente las técnicas del Marketing son tan útiles para unos como para los otros. Queda la esperanza de que el electorado vaya aumentando su capacidad crítica para distinguir a quienes le engañan de quienes son políticos consecuentes con sus principios y sus programas.
Debo aclarar que nunca he asesorado y espero no asesorar a políticos inmorales. Siempre he apoyado a políticos íntegros y honestos, con lo que cada vez mi mercado -en este campo del Marketing- se va reduciendo con tendencia a desaparecer.
La última novedad en el Marketing y en especial en el MK Político (y en la Publicidad) es el crecimiento explosivo de Internet y su conversión en lo que llamamos la WEB 2, con nuevas profesiones, como Community Manager