Por: Diana Rubio
Percepción, la manera de ver las cosas que cada uno tenemos, depende de cómo veamos la realidad. Según la RAE, percepción es el proceso por el cual una persona tiene conocimiento del mundo exterior a partir de las impresiones que le comunican los sentidos.
Es por ello que cada uno tiene una percepción, una manera d ver la realidad que difiere de la de los demás, ya que aparte de sus sentidos como bien expone su definición oficial, estimo que también es influida por otros elementos particulares de cada uno; el poder adquisitivo, la educación y el status social que puede tener una persona también formarán parte de la creación de una percepción determinada sobre un asunto específico.
Curiosamente existe una temática en la que la percepción ciudadana coincide, sin tener en cuenta los elementos anteriormente citados.
Estos últimos años, y tras examinar diferentes estudios realizados por organismos oficiales para conocer la percepción que tienen los ciudadanos sobre los políticos, nos encontramos con la coincidencia en unas características que se consideran instrínsecas de esta “élite” y que dan mucho que pensar: corrupción, derroche,opacidad, pasividad y toda una serie de características en la sombra, negativas y de cuestionable moral, en definitiva, la desafección política se ha convertido en una realidad.
¿Cómo han podido dejar los políticos que solo se les asocie a lo negativo, a lo perjudicial, lo adverso?¿Qué ha influído para llegar a esta generalización?
Considero que una de las respuestas a estas preguntas la encontramos en las Redes Sociales.
Esta nueva herramienta comunicativa que encuentra en Internet sentido en estos últimos años, ha dado pie a que todos podamos opinar y generar debate de una manera libre y transparente, impuesta en sus contenidos por los usuarios que hacen uso de ellas y que han convertido su utilización en una nueva manera de comunicarse de manera internacional.
Ésta libertad y transparencia virtual, ha sacado a la luz las malas práxis que no todos pero si una gran mayoría de políticos llevan a cabo en nuestro país, y tal ha sido su viralización que han conseguido difundir una generalización de los políticos, convirtiéndola en una percepción ciudadana global.
A su vez, si salimos de España y analizamos cómo se muestra a determinados políticos en películas y series americanas, nos sorprende el “amarillismo” y falta de transparencia con el que se les trata.
Los Idus de Marzo o “Political Animals”, a los que se hizo referencia en series políticas, son dos claros ejemplos de influencia en la población que transmite una percepción generalizada y dañina para la clase política.
¿Son realmente los políticos como nos muestra el cine? ¿Tan normal ven las malas prácticas que las anteponen a los intereses de la población, dejando de lado su imagen y reputación como profesional político?¿ Cómo podemos cambiar esa percepción generalizada del mal político?
La parábola del hijo pródigo se convierte en realidad en la escena política, donde, después de haber tenido la confianza necesaria para llegar al poder, malgastan, derrochan y se separan del ciudadano, que por tanto, generará una percepción nefasta sobre quienes en un momento determinado, consiguieron que depositara su fe en ellos. Ahora solo nos queda observar si también se cumplirá la segunda parte; el arrepentimiento y vuelta a sus verdaderos orígenes; una democracia completa donde los ciudadanos ostenten el verdadero poder político.
Fuente: Política y Protocolo.