Por: Sebastian Bertran
“La muerte esta tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja”
Y sin embargo y, pero sin embargo, cada una de ellas se producen en contextos diferentes que hacen que la comunicación del deceso adquieran formas y escenarios distintos
A la pérdida del ser querido, que afecta profundamente a las personas del círculo intimo que se quedan, les sobreviene el transito del duelo emocional que según el vinculo existente de los allegados, puede durar mas o menos tiempo. Pero durara, eso nos iguala a todos en esta vida.
Pensemos entonces en las figuras políticas de renombrada responsabilidad como lo pueden ser los presidentes o, de aquellos lideres que dejan su impronta a lo largo de los siglos.
Por el solo hecho de ser quienes son, llevan implícito el desarrollo del protocolo de actuación, medianamente aceptado en el tipo de cultura que se desarrolle, bajo ciertos condicionamientos específicos y en contextos muy dispares.
Esto significa que la reinterpretación del hecho del fallecimiento, es producida en acontecimiento a fines a las lecturas partidistas o políticas, siempre bajo el velo de la condición humana que nos iguala ante la muerte (al menos desde el discurso público).
Pero y que hay de cierto en el retraso de la comunicación del fallecimiento de estas personas públicas cuando de liderazgos hablamos?
“Nos inunda una premisa de parecidos en la comunicación del fallecimiento de un ser querido entre un adulto y un niño. Lo que prima es la técnica del cuenta gotas comunicacional, la cual intenta evitar el bloqueo inmediato que hace la mente acerca de una mala noticia de esta naturaleza. No en vano las primeras expresiones que nos salen de adentro son: no puede ser, debe haber una confusión…” – nos advierteSebastian Bertran Lamas – Director de Vab-Consulting (Investigación & Comunicación Pública)
Como si el pueblo fuera un niño, se intenta en el caso de enfermedad prolongada ir advirtiendo y preparando al mismo, de que esto pudiera suceder en cualquier momento.
Si la muerte sobreviene, cualquier plan de comunicación política intentaría verse regido por los principios de la comunicación de crisis, es decir: tomar el toro por las astas.
No obstante, hay un factor que pareciera ser crucial en el caso de los grandes liderazgos: que se comunique lo antes posible, no significa que deba ser de golpe, sino que se puede comunicar de manera gradual. Es decir, el cuenta gotas comunicacional, que al dosificar la información, intenta que esta sea asumida progresivamente.
Y es aquí donde entran en juego todas las especulaciones acerca de si Hugo Chávez ya estaba muerto, como vienen ya sosteniendo y afirmando muchos periodistas. La pregunta crucial seria, si el comandante hubiese salido fuerte y exitoso luego de la operación en Cuba, no habría sido recibido y fotografiado a su llegada a Venezuela con el consiguiente lema: “Pa lante comandante”?
Esta preparación del terreno con el cuenta gotas comunicacional, es la que permitiría que la figura del Vicepresidente en este caso, Nicolas Maduro, no solo vaya adquiriendo una paulatina exposición publica sino también, que el pueblo, el “Niño”en este caso vaya asimilando la falta del líder y acostumbrándose a la figura del nuevo presidente en funciones, siendo la pérdida lo menos tráumatica posible para el“Niño/pueblo atenuando la agresion al “YO” que produce la angustia de la muerte.
Una situación de retraso, también registra Argentina en el caso de que creamos en estos relatos pero con intereses diferentes. Cuenta la leyenda, (que ningún historiador confirmo) que los médicos que asistieron a la quinta de Olivos, el día 26 de junio del año 1974, a las 16,30 hs, se enteraron por boca del propio José López Rega, que “hace una hora, ha muerto el General”. Y que ellos mismos deberían permanecer en el más absoluto silencio hasta que se comunicara de manera publica. Hecho que sucedió el 1 de julio y que encuentra su justificación, en que la Vicepresidente, María Estela Martinez de Perón se encontraba en el exterior, y que por motivos de prevenir un posible conflicto nacional en su ausencia, debido a la importancia de quien estamos hablando, se decidió retrasar el comunicado público
Pareciera entonces, que la comunicación del deceso de los grandes liderazgos revolucionarios para algunos, mesiánicos para otros, debe ir acompañada de la técnica del cuenta gotas comunicacional que vaya preparando el terreno, intentando atenuar cualquier posible conflicto social que pudiera derivarse de la falta o ausencia ya constatada del líder. Situación que engendra un escenario favorable para la continuidad en el poder (al menos institucional y legal) del grupo de sequitos que rodeaba al ya desaparecido.
Fuente: Blog de Vab-Consulting