Por: Daniel Eskibel
El éxito político, que alcanza tal vez su más alta coronación con el triunfo electoral, está compuesto de una diversidad de factores. Claro que no hay recetas (¿no las hay?), pero me animo a sugerirte algunos tips que están en la tapa del libro. Con ellos nadie te asegura que vayas a ganar una elección, pero sin ellos puedes olvidarte del triufo…
01– Comienza bien, comienza antes
No concentres todos tus recursos sobre el final de la campaña electoral. Es imprescindible comenzar bien, con fuerza y contundencia, marcando el terreno. Los primeros avisos televisivos son fundamentales para posicionarte en la mente del electorado.
Una posición inicial clara y sólida te permite llegar primero al terreno de batalla y situarte en el mejor lugar. En los primeros días de campaña puedes construir una imagen casi indestructible.
Aprovecha el tramo inicial: los votantes suelen estar más frescos, despejados y abiertos, más receptivos a las propuestas. Y los adversarios suelen estar distraídos.
02 — No te olvides de Internet
Tu campaña tiene que tener una presencia estratégica en Internet.
Estudia el mercado virtual de tu país. Debes saber cuántas personas hay que tienen acceso a una computadora con conexión a Internet, ya sea en su casa, en el trabajo, en el centro de estudios o en el cibercafé. Vas a ver que cada día que pasa son más.
Considera, además, que es un público muy especial. Por sus características socioculturales son formadores de opinión. Convencerlos a ellos tiene luego un efecto cascada sobre el resto de la sociedad.
Una campaña en Internet pone a tu disposición diversas herramientas: una página web (o más de una), el correo electrónico como herramienta organizativa e informativa, foros de debate e intercambio, comunicación entre candidatos y electores a través del chat, listas de correo, newsletters y campañas de e-mail marketing.
03 — Los temas de campaña
Tu campaña electoral tiene que desarrollar algunos temas centrales. Un tema, dos temas, tres temas. No mucho más. Huye de la campaña vacía que no despliega ningún tema. También debes huir de la campaña caótica que pretende hablar de todo sin ton ni son. Solo unos pocos temas, claros, contundentes, fáciles de explicar y en sintonía con las expectativas del público al que te diriges.
Una buena investigación de opinión pública, un plan estratégico, una adecuada selección temática y luego ¡a explicar tus temas en todo momento y ocasión!
04 — Vida o muerte en la televisión
La televisión es la reina de las campañas electorales. Si no estás allí, entonces no vas a lograr tus objetivos. Así de sencillo.
Y si llegas a la pantalla chica, entonces te juegas la ropa. En televisión vas a cara o cruz, allí está tu vida o tu muerte política. No solo debes disponer de un sólido presupuesto para contratar minutos televisivos en horarios centrales, también debes profesionalizar tus mensajes. Nada de amigos que algo saben del tema. Para vivir en la la TV necesitas una muy buena agencia publicitaria, especialistas en imagen y comunicación y los mejores asesores políticos (que tengan más de asesores que de políticos).
05 — El candidato
La gente vota personas, seres humanos,candidatos. Eso es lo que debes ofrecer: tu candidato. La clave no está en los sesudos programas de gobierno (que cada vez se parecen más entre sí), ni en las fidelidades a los partidos políticos (en retroceso ante la independiente infidelidad del elector), ni en los ignotos nombres de grupos y movimientos, ni en las viejas artimañas de muchos politicos tradicionales. ¡No!
La clave es el candidato. Muestra su imagen, deja que lo vean, que lo escuchen…vende sus caracteristicas, sus ventajas sobre los competidores, sus puntos fuertes, sus ideas centrales. Recuerda: solo se votan candidatos.
06 — El logotipo
Transforma el nombre de tu candidato en un logotipo, hecho profesionalmente y que comunique lo que deseas que comunique. Que sea tan reconocible como una marca. Y luego escribe el nombre siempre así, logotipado, en todos los soportes: carteles de via publica, avisos de prensa, calcos para los automoviles, pasacalles, avisos de televisión, página web, fachada de locales politicos, folletería, muros y banderas.
En todas partes idéntico, sin variaciones ni desarrollos pseudocreativos (¿te imaginas las letras de Coca Cola escritas en mayúscula y en color verde?…pues entonces no le hagas eso a tu candidato).
Fuente: Psicología Política