Por: Gabriel R. Otazo
El concepto de política 2.0 debe su origen a la campaña política que ha desplegado Obama durante el año 2008, donde la utilización de las plataformas web y las redes sociales desempeñaron un rol fundamental a la hora de recolectar votos. Y es a través de una organización territorial de campaña, la personificación del candidato y la segmentación de los mensajes que le permitió no solamente recaudar millones de dólares y poder financiar su campaña, sino que logró convertirse en una leyenda del mundo 2.0.
A partir de allí los intentos de imitar a Obama a nivel mundial han sido diversos, sobre todo con la utilización de nuevas estrategias de comunicación política para acercarse al electorado que ahora es 2.0, es decir aquella ciudadanía que está online, que participa e interactúa face to face con los candidatos.
En este sentido, aquel fenómeno que ha nacido en el 2008 y que se ha desarrollado en sus posteriores años empezó a cobrar relevancia en diversas disciplinas como la ciencia política, la sociología y ciencia de comunicación que lo comenzaron a observar con “otros ojos” a un fenómeno que ha venido para quedarse.
En este sentido, se han construido diferentes posturas y perspectivas acerca de este nuevo fenómeno entre las cuales se destacan la de Paz-Pellat (2010) quien argumenta que este concepto “alude a los esfuerzos de los ciudadanos que participan en la planificación, administración, dirección, decisión y monitoreo de las políticas públicas haciendo uso de la inteligencia colectiva por medio de redes sociales habilitadas para tal propósito. Asimismo, a través de la Política 2.0, el electorado recurre a Internet para organizarse y participar masivamente en las campañas políticas de sus candidatos, quienes por esta vía buscan asegurar su triunfo. El desarrollo de la Política 2.0 conduce al denominado Gobierno 2.0, según el cual los ciudadanos y las organizaciones interactúan entre sí y con el gobierno de manera colaborativa usando la tecnología como medio para la solución de problemas conforme al principio de subsidiaridad. La política 2.0 hace una invitación al ciudadano a participar, lo que incluye habilitar tantos canales para escucharlo como infraestructura tecnológica que provea de Gobierno 2.0 a quien ejerce o ejercerá el poder” (Paz Pellat;2010:66)
Por otra parte, Caldevilla-Dominguez (2009) argumenta que los aspectos fundamentales de la Política 2.0 constituye una nueva forma de hacer y pensar la política, que entiende la importancia de la conversación e interacción social y el cambio cultural hacia el soporte virtual como quehaceres.
Desde otra perspectiva, Mourad (2008) argumenta que la política 2.0 va más allá de tener un portal, o un blog personal, es un cambio de actitud y de asumir que el control lo tendrá el ciudadano en tanto y en cuento tengan acceso a la Internet, se alfabetice digitalmente. Además, tome conciencia de que la Red no los acerca a sus líderes políticos, sino que son ellos los que deben acercarse a los ciudadanos. Es decir, es un cambio radical de paradigma que suponen nuevas relaciones de la ciudadanía con los movimientos y partidos políticos, con el Estado y toda la estructura de poder.
Otros aportes al concepto son por ejemplo el de José Fernández-Ardáiz (2011) que sostiene que “la política 2.0 no es solo comunicación es política […] el concepto 2.0 está relacionado con la participación, el intercambio y el contacto directo vía internet y las redes sociales. El Feedback es el ABC de cualquier impulso 2.0 ya sea en el ámbito privado como público, en un gobierno, en una empresa o en la vida personal de cada uno de nosotros. Y esto es lo que hace sea tan importante en su aplicación a la vida política”. Por otro lado, Lucas Lanza (2010) argumenta que la política 2.0 está vinculada a la buena utilización de foros, blogs y redes sociales que proporciona internet y a la necesidad de “intervenir en tiempo y forma con información, mensajes más segmentados y con capacidad para administrarla conversación (Lanza, 2011:54) por parte de los políticos.