Por: Diana Rubio
Estamos asistiendo a la preocupación por actuar de una manera eficaz por parte de las diferentes organizaciones que se reparten alrededor del mundo.
Las instituciones empiezan a pensar en la adaptación a los cambios sociales que se han ido sucediendo a lo largo de los años, actuando en consecuencia y haciendo que esta llegue y pueda influir de manera positiva a través de sus acciones a un mayor número de personas. Pero para poder realizar su cometido, es necesario el reconocimiento de una figura líder, una personalidad que brilla por su ausencia y que debe cumplir con unas habilidades concretas.
Podríamos crear una oferta de empleo para poder comenzar con su búsqueda. un anuncio para adentrarnos en la búsqueda de los líderes perdidos, aquellos que se humanizan, donde la cercanía toma el mando y saben adaptarse al contexto actual. Esos que tanto necesita la sociedad internacional:
“ Sociedad Internacional necesita incorporar líderes para sus diferentes instituciones y organismos alrededor del mundo. Se precisan candidatos con formación y experiencia acorde a los puestos ofertados, que sean conocedores del contexto mundial político, económico y social para poder trabajar en una dirección de mejora, tener sentido común en la toma de decisiones, junto con cercanía a los ciudadanos a los cuales represente y saber negociar.
Debe saber trabajar en equipo, bajo presión y según los objetivos propios de los cargos ofertados.
Tener carisma y personalidad y saber comunicar tanto presencial como virtualmente.
Entre las funciones a desarrollar: Representar y liderar a un país, grupo social, político o religioso determinado, tomar decisiones para mejorar la calidad de vida de los mismos. Colaborar en las tareas de unidad del grupo al que lidere. Empatizar con la sociedad y demostrar transparencia en sus acciones.”
Lideres, personas que destaquen por su sentido común y carisma, que afronten nuevas etapas y representen la evolución de la sociedad. Personas que realmente representen a sus ciudadanos y vecinos, que ayuden a paliar la desafección no sólo con sus palabras, sino también con sus hechos.
Son necesarios lideres del siglo XXI con carisma, presencia y que representen a la sociedad que aguanten la presión que suponen sus responsabilidades y colaboren en mejorar calidad de vida de los ciudadanos. Lideres que se involucren, que sean cercanos que la población se sienta orgullosa de nombrar a su líder y cree sentimiento de unidad y representación. Que sepan comunicar con honestidad, sencillez y cercanía. Que ejerzan la micropolítica de manera clara y primordial.
Pero en esa búsqueda, encontramos algunas excepciones de líderes que hasta el momento consiguen hacer de su trabajo un ejemplo para los futuros dirigentes de los que tan necesitados estamos.
Empiezan a despuntar porque son ciudadanos con sentido común, con presencia, con animo de evolucionar y buenos comunicadores, con representación en redes sociales para que su mensaje se haga mas internacional y llegue a otras culturas, que piense definitivamente en evolución y adaptación al momento actual.
Por tanto es conveniente reflexionar en un contexto real que nos supone el día a día liderado por esos nuevos líderes que todos esperamos encontrar próximamente y que miren junto con nosotros, hacia una misma dirección, la de un futuro incierto que todos esperamos positivo.
Fuente: Política y Protocolo