Por: César Calderón
Acabo de leer en la prensa que el PSOE ha decidido prescindir en las próximas elecciones uno de los soportes publicitarios más clásicos, las gigantescas vallas que sorprendían y asustaban a partes iguales a conductores y peatones en ciudades, carreteras y autopistas.
Una noticia que no por esperada deja de ser impactante y que convierte a los sectores de la publicidad estática y la cartelería electoral en las siguientes industria en sufrir el impacto de la disrupción producida por el uso cada vez más masivo de Internet en el ámbito político y electoral
La caída de ingresos del Partido Socialista ha sido el probable disparador de una decisión que según me consta, lleva varios años corriendo por las cabezas de los responsables de campaña de los principales partidos políticos del país, incapaces ya de sostener racionalmente la eficiencia de estos formatos elefantiásicos nacidos para un mundo analógico y que ya tienen poco sentido en un mundo digital.
Una decisión que puede dar la puntilla a un formato publicitario que junto con la televisión era sin duda el que anunciaba el comienzo de cualquier proceso electoral, un sector que desde 2008 no deja de arrojar números rojos y del que los partidos políticos era uno de sus principales clientes, una especie de maná que caía del cielo cada año y medio sin especiales esfuerzos comerciales, tecnológicos o de I+D.
Un sector que, a diferencia del de la publicidad online, no tenía que justificar al milímetro su eficiencia ni cuantificar el ROI de cada una de sus ubicaciones, un sector, en definitiva a punto de ser engullido por el tsunami desintermediador de internet, como tantos otros.
Como contraposición, aquí tienen unos cuantos datos aportados por el el Pew Research Institute, uno de los organismos de mayor prestigio a nivel mundial, que publicó hace poco más de un año un estudio demoledor basado en una encuesta telefónica que demuestra la radical importancia que han tenido las redes sociales en la pasada campaña norteamericana.
Los datos no pueden ser más claros:
- El 22% de los votantes registrados hizo públicas tanto sus intenciones de voto como su voto una vez producido en redes sociales como Facebook o Twitter
- El 30% han sido animados a votar por familiares y amigos por un candidato en concreto a través de los social media
- El 20% han hecho campaña en su círculo social y familiar a través de redes como facebook o twitter
Por tramos de edad, los datos son aún más reveladores:
El estudio completo lo tienen en este link (PDF) , y otro día, si quieren, hablamos de la televisión.
Fuente: Blog de César Calderón