Los lobbistas son trabajadores de relaciones públicas que usan distintas técnicas para influir a legisladores en favor de los intereses especiales de sus clientes. Los lobbistas exitosos deben estar muy familiarizados con el proceso legislativo, y deben comprender cómo ganar a los políticos y a los miembros de su .
Aunque algunos trabajan de forma voluntaria, la mayoría de los lobbistas reciben su pago de grandes , organizaciones de , individuos particulares, sindicatos y grupos de interés público a los que representan. Los lobbistas pueden estar en la nómina de pagos de estos grupos de interés o empresas a los que representan, o bien pueden ser empleados asalariados de una gran empresa de “lobbying”.
Educación y experiencia
La mayoría de los lobbistas tienen títulos en ciencias políticas, negocios, periodismo, leyes, comunicaciones, finanzas o relaciones públicas. Los estudiantes universitarios interesados en convertirse en lobbistas a menudo participan de pasantías de temas relacionados con el gobierno como ayudantes de miembros del congreso, en agencias de gobierno o con firmas de lobbying mientras están estudiando. Aunque no se requiere de educación formal, muchos lobbistas son profesionales con títulos universitarios que han cambiado de carrera. Como los lobbistas deben tener acceso a personas importantes, las relaciones y conexiones son cruciales. Los lobbistas que anteriormente tuvieron empleos en política o empleos de alto perfil en el ámbito de la ley o las relaciones públicas son los que reciben la mejor paga. Los lobbistas nuevos deben pasar de cinco a diez años desarrollando sus contactos para recibir pagos del orden de los US$100.000 al año en EE.UU.
Esfuerzos directos de lobbying
Los lobbistas que se involucran en el lobbying directo se reúnen con legisladores y las organizaciones a las que representan para informarles de sus intereses. Ellos trabajan para comprender las propuestas y los problemas, e investigan para determinar los posibles resultados de las leyes aprobadas. Los lobbistas hablan con políticos, otros lobbistas y partidarios de forma directa, teniendo conversaciones espontáneas o reuniones rápidas y también otras más largas y formales. Ellos organizan eventos, hacen llamadas telefónicas y se mantienen visibles a individuos clave del proceso legislativo. Los lobbistas a menudo trabajan muchas horas cuando el congreso está en sesión. Como los lobbistas son empleados asalariados de firmas u organizaciones, estas horas extra se consideran parte del trabajo. Los beneficios, sin embargo, con frecuencia compensan el tiempo transcurrido. Los lobbistas organizan y asisten a cócteles, eventos y cenas para influir y beneficiar las causas a las que sirven. Aunque los lobistas y los grupos que representan no pueden hacer grandes donaciones a campanas de políticos de forma directa, sí recaudan fondos de otras fuentes para las campañas de elecciones. Los lobbistas también pueden trabajar para obtener una apropiación federal para sus empleadores o para financiar una necesidad específica, ellos proveen de información a las oficinas del congreso que se debe enviar a una agencia o comité para su aprobación.
Esfuerzos de lobbying indirectos
Los lobbistas también pueden influir sobre los políticos escribiéndoles, llamándolos o mostrándose en nombre de una organización. Ellos pueden trabajar para obtener la aprobación pública de una causa o acción específica. Estos lobbistas usan los medios para involucrar a la comunidad, escribir artículos para periódicos y revistas y aparecen en programas de televisión y transmisiones por internet para influir sobre la opinión pública. También reportan preocupaciones de la comunidad a los políticos mediante los medios, llamadas telefónicas o cartas. El lobbying indirecto puede ayudar a una organización a obtener una subvención de una agencia federal. Los lobbistas pueden pedir cartas de apoyo de miembros del congreso para asegurar que una aplicación ha sido tenida en cuenta. A menudo escriben cartas de apoyo y piden a individuos y organizaciones que las firmen en apoyo u oposición a una causa. Los esfuerzos de lobbying indirectos se consideran parte del trabajo, incluso aunque no sena muy glamurosos o divertidos, sin embargo, los resultados pueden ser muy favorables para los intereses de los lobbistas. Mayores tasas de éxito significan mayores salarios.
Salarios y gastos de lobbistas
Desde el año 2000 en EE.UU. el lobbismo ha aumentado de manera constante, con más de 2.300 instituciones gubernamentales y educativas públicas que gastan más de $ 1.2 mil millones en dinero público a favor de sus causas. Los lobbistas pueden estar empleados por formas que proveen de servicios de lobbing a sus clientes: en 2010, más de 13.000 lobbistas registrados trabajaban en más de 2.000 empresas. Las organizaciones, personas de negocios y otros clientes pagan a las firmas par promover sus industrias o causas. Los grupos pueden beneficiarse sustancialmente del trabajo de los lobbistas, y por lo tanto, el costo de pagar por los servicios de lobbying puede ser mínimo en comparación con las ganancias financieras obtenidas a través de subsidios, regulaciones y otros efectos de cambios en la ley. Otros lobbistas son empleados de forma directa por una organización o empresa que los contrata para promover sus intereses. El salario de un lobbista varía enormemente de empleador en empleador. En 2011, el salario promedio de un lobbista era de US$62.000 al año. Los lobbistas con muchos contactos o una gran experiencia en el campo en el que trabajan reciben salarios significativamente más altos que los lobbistas inexpertos.
Fuente: eHow en Español