Por: Olga López Aparicio
Poco a poco nuestros políticos parece que se van introduciendo en el mundo de las redes sociales y van tomando conciencia de que las mismas son una parte importante de su estrategia de comunicación. Si tomamos en cuenta el VI Estudio de Redes Sociales realizado por IAB Spain en en el año 2014, son ya más de 14 millones de españoles los que utilizan las redes sociales. El primer aspecto a tener en cuenta es que debería haber una clara diferenciación entre lo que son las cuentas de los partidos políticos, las de las instituciones públicas y la de los propios políticos, pero son muchos los que no quieren desaprovechar la oportunidad que les da la difusión desde la cuenta de una institución, y otros tantos los que no quieren decir que no al tirón que les proporciona el político.
En el caso de las cuentas personales, la buena o mala gestión de las mismas pueden tener consecuencias importantes sobre su imagen pública, sobre todo en el caso de que se comentan graves errores como los protagonizados por Guillermo Zapata con los comentarios sobre Irene Villa, o el de Elena Valenciano al llamar “feo” a Ribery.
Un segundo aspecto a considerar sería que tanto los políticos como sus partidos se dejaran aconsejar y asesorar por profesionales del ámbito de las redes sociales, ya que en la mayoría de los casos estas cuentas son gestionadas por personas pertenecientes a las estructuras de los partidos que tienen poca experiencia y formación en las mismas, y eso se nota.
Otras cuestiones que los políticos deberían tener en cuenta al usar las redes sociales serían:
1.- Utilizar correctamente las redes sociales.
Parece algo obvio, pero no siempre es así. Saber poner un hashtag, cómo se menciona, cómo se pone en copia, el etiquetado… son fundamentales para hacer un uso correcto de las mismas, no cometer equivocaciones, y para no ser visto como unos “aficionados” por una comunidad, que no olvidemos, es una experta en la materia.
2.- Tu perfil es tuyo y no de tu equipo.
Ya nos hemos acostumbrado a ver en muchas bios la frase “esta cuenta la gestionamos mi equipo y yo”, pero no hay que olvidar que un ciudadano sigue una cuenta o perfil de un político porque quiere mantener una relación directa (aunque sea virtual) con él, y el hecho de no saber quién es el que está respondiendo o contestando les resta interés y credibilidad. Si nos referimos a un político de primera línea dada la actividad que llevan no podrán gestionarlo por sí solos, pero se pueden encontrar soluciones intermedias como la que ideó el equipo del Obama que firma los tuits con -bo, así los ciudadanos saben cuando es el propio presidente el que está tuiteando. Es curioso observar cómo estos tuits reciben muchos más RT’s y Favoritos que el resto.
3.- No nos cuentes tu agenda, muéstranos quién eres.
Los ciudadanos quieren saber lo que hace el político con respecto a su actuación de gobierno, pero esa información ya la pueden obtener por las cuentas del partido político, de las instituciones o de los medios de comunicación. Lo que realmente buscan es conocer el lado más humano del político (adiós a las fotos de inauguraciones y presentaciones y más fotos informales), saber qué hace en otros ámbitos de su vida, sus aficiones… quieren conocer a la persona que está detrás del personaje público. Los políticos pueden sacar mucho provecho de esta estrategia de comunicación que les acerca a los ciudadanos. Hasta hace bien poco nada sabíamos de nuestros políticos pero es cada día más habitual verles haciendo reportajes donde nos cuentan su día a día, o concediendo entrevistas mientras se toman una caña.
Estamos muy acostumbrados a que nuestros políticos digan lo buenos que son ellos y lo malo que son los otros (por supuesto). Reconocer los errores, elogiar al contrario, pedir disculpas….no es un signo de debilidad sino que denota responsabilidad y además ganan muchos puntos en credibilidad y empatía en una comunidad virtual donde este tipo de actitudes suelen estar muy bien valoradas.
5.- Habla de más cosas que de política.
Crear y generar debates sobre diferentes aspectos que afectan al día a día ayuda a que los ciudadanos vean en el político a una persona interesada en temáticas diferentes, que conoce el mundo en el que vive y que es alguien a quién merece la pena seguir. Contar qué libro estás leyendo o recomendar un artículo sobre running, por ejemplo, ayudan a mejorar su imagen más que 10 declaraciones institucionales.
6.- No seas tan político.
Hay que abandonar el lenguaje pre-fabricado acuñado desde los gabinetes de prensa ya que en las redes sociales las personas hablan y se comunican de otra forma, no a través de notas de prensa. Esto no quiere decir caer en el “colegueo”, pero sí que debemos mostrarnos como uno más de la comunidad si no queremos que no nos dejen solos, es lo que denomino la “tiranía del unfollow”, según la cual decidir seguir a alguien o no está a un sólo click, y tanto vale la cuenta de Obama con 65 millones de seguidores que aquella que sólo tienen 1 seguidor.
7.- Moviliza a la gente y crea comunidad entorno a tí.
Las cuentas y perfiles en redes sociales no tienen que ser un mero tablón de anuncios de lo que hace un político. En España no es muy habitual ver acciones del tipo “call to action” promovidas por los políticos desde las redes sociales, pero son positivas en la medida que consigues involucrar a los ciudadanos y hacerlos partícipes de tus proyectos e iniciativas. En estos casos nos dirigimos de una forma personal a través del timeline de sus cuentas y les pedimos su colaboración, ¿hay algo más cercano y directo?
8.- No borrar tuits.
Muchas veces llevados por un “calentón” o por no saber calibrar la repercusión de nuestras palabras escribimos tuits de los que nos arrepentimos poco después, y lo primero que se nos pasa por la mente es borrarlos (es tan fácil, verdad?). Pero no suele ser una buena decisión ya que cualquiera puede haber tomado un print de pantalla y no sólo quedaría la prueba del error, sino el intento de esconder lo que hemos hecho mal (como cuando éramos pequeños). Lo mejor es pensar dos veces antes de escribir, y si después vemos que nos hemos equivocado, pedir perdón.
9.- Aceptar la critica.
Esto es una de las cosas que peor llevan los políticos porque hasta hace poco sólo escuchaban elogios y alabanzas al estar limitado el acceso a los medios de comunicación a los ciudadanos donde pudieran mostrar sus críticas. Pero las redes sociales han cambiado esto y ahora es muy sencillo criticar una idea, propuesta o iniciativa o incluso, al propio político. Estar en redes sociales supone admitir ciertos peajes, y el de la crítica o comentarios desfavorables, es uno de ellos. Es habitual ver cómo se bloquean a estos usuarios molestos o trolls, pero es un error, ya que si bien en un primer momento podemos solventar el problema, lo normal es que el usuario bloqueado y cabreado nos devuelva sus críticas con 20 perfiles nuevos que nos harán la vida más imposible si cabe. Lo mejor en estos casos es obviar los comentarios y saber que no se puede gustar a todo el mundo. La experiencia nos dice que suelen desistir más pronto que tarde.
10.- Saber para qué queremos estar en redes sociales.
Aunque lo he dejado para el último punto creo que debería estar en el primer lugar, ya quecualquier persona ya sea político o no, debería preguntarse para qué quieren estar en redes sociales. Muchos políticos se crean perfiles o cuentas de cara a unas elecciones los cuales abandonan una vez pasadas las mismas. Desde luego que es una opción, pero sin duda no es una buena opción.
Los políticos deberían asumir que las redes sociales son un canal de comunicación e información con los ciudadanos, a través de los cuales pueden dar a conocer quiénes son y cuál es su forma de hacer política. El problema que encontramos cuando vemos los perfiles de muchos políticos es que están empleando las mismas herramientas, lenguaje y estrategia que si fueran los medios de comunicación tradicionales, y las redes sociales son otra cosa. Dejarse asesorar por profesionales en la gestión de las redes sociales es fundamental para que su presencia sea un valor añadido a su imagen y marca personal, y no algo que juegue en su contra.
Espero que el artículo te haya gustado tanto como a mi y si eres político hayas tomado notas para mejorar tu comunicación online. Si tienes alguna duda o quieres expresar tu opinión al respecto recuerda dejar un comentario aquí abajo.
Fuente: Blog de Olga López