España #20D: Campaña Espejo

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Por: Diana Rubio

Seguro que en estas ultimas semanas, al encender la televisión o informarse en prensa, les ha venido a la cabeza la frase “esto ya lo he visto antes”.

Ahora que se acerca la campaña electoral y los eventos se multiplican hasta límites insospechados, la información va acorde a ellos y podemos observar un aspecto cada vez mas evidente, al que hemos denominado campaña espejo.

¿A qué hace referencia? A aquellos momentos en los que los “deja vu” se convierten en una máxima debido a la repetición constante de los movimientos por parte de los partidos políticos, dentro de un mismo escenario, donde se realizan las mismas acciones y se toman las mismas fotografías con el propósito de informar al electorado, demostrar la transparencia en las actuaciones de los partidos y finalmente acercarse al mismo para que se movilice. Mismas acciones y mismas imágenes suman mismos mensajes.

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El que la ciudadanía vea repetidas las actuaciones de los diferentes partidos basándose en su líder, deja clara la sobreexposición a la que esta sometidos los candidatos, quienes ocupan el doble de espacio en medios y asisten a programas de diversa índole, donde, se olvidan de la política y enseñan su lado mas humano con el que se pretende persuadir a la población a través de la empatía.

Una vez mas, la televisión se ha convertido en el soporte del éxito político, pero curiosamente sin medir la política, sino al candidato y el share que su intervención provocará en las audiencias, y podríamos decir, en el mundo paralelo de comentaristas y Twitter.

La americanización, el copia y pega que sufrimos en los eventos que suceden en campaña también nos hace ser espectadores de estas campaña espejo, que en ocasiones, están diseñadas para que esta tendencia forme parte de las estrategias políticas de los partidos, al asociar la información proporcionada con las imágenes de líderes internacionales a los que quieren equiparase y que son referentes.

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Este punto de vista de salir mas en los medios o hacer mas actos que conlleven ocupar mas tiempo en los espacios en los que la ciudadanía se informa, ayudará a que se reconozca mejor al candidato, pero pierde su esencia cuando son todos los que presentan mas opciones de obtener representación los que acuden a los mismos programas de televisión y radio y realizan similares actividades y eventos. Donde buscan diferenciación, encuentran normalización y por consiguiente, aburrir al electorado y fomentar el pensamiento de que se encuentra con la misma política que siempre, sin diferencias.

Hay que añadir que las redes sociales y la era de la información en la que nos encontramos juega un doble papel; de un lado, informar acerca de lo que ocurre, siendo aún mas conscientes de la tendencia de hacer las mismas cosas, de otro, dan un toque de innovación e interacción adaptado a los nuevos tiempos y necesario en la nueva concepción de la política, incluso creando nuevos eventos que también comienzan a entrar en una etapa de recesión.

En esta nueva tendencia parece que los candidatos políticos son superhombres y supermujeres dispuestos a jugarse la vida por ganar las elecciones, donde enseñan facetas privadas como cocinar, cantar, bailar, realizar deportes de riesgo o tocar algún instrumento. Esta nueva forma de comunicar por la que la política lleva apostando muchos años pero que se ha multiplicado este 2015, olvida a la política y empodera al candidato.

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A día de hoy, la ideología ha dado un paso atrás y el personalismo se convierte en un aliado de los partidos, basado en la repetición y donde en algunos casos, se entran en bucles informativos que consiguen el objetivo contrario al que se persigue.

Que un candidato ejecute este modelo de campaña ayuda a su reconocimiento, pero cuando se trata de todos los candidatos de los diferentes partidos quienes lo realizan, se pierde el significado y la estrategia se diluye. No perdamos el norte y busquemos la diferenciación fuera de la sobredimensión informativa que hace parecer a todos los candidatos iguales.

Fuente: Blog Política y Protocolo