Por: Diana Rubio
La multiculturalidad es una vía cada vez mas extendida y presente en nuestro día a día.
La reciente elección del alcalde de Londres es un ejemplo de ello, donde la aparición de nuevos perfiles políticos que podemos considerar dentro de la regeneración democrática, unido a una campaña sin precedentes basada en un candidato indiscutiblemente diferente a los que anteriormente presentaba el partido laborista, caracterizado por ser íntegro y claro, ha hecho visible a su nuevo alcalde, Sadiq Khan.
Bajo mi punto de vista, es un ejemplo literal de la actual situación que se vive en el país anglosajón, donde la población sigue creciendo sin precedentes y es en la gastronomía donde vemos reflejado hacia donde van esos cambios; el plato mas popular ha pasado de ser fish and chips, al riquísimo chicken tika masala.
Un mundo donde las diferentes culturas confluyen y conviven en la mayor parte de los casos de manera pacífica, refleja con este nuevo alcalde, el poder de la multiculturalidad y la necesidad de nuevos perfiles políticos, donde la diversidad de la población también quede registrada. Este nuevo cargo público, hijo de inmigrantes paquistaníes, representa el esfuerzo de crecimiento, de progreso y de aumentar la calidad de vida, lo que conlleva por tanto todo un conjunto de símbolos para esta nueva era.
Una campaña diferente, un candidato que empatiza con una sección de la población, al que se ha visto mucho en la calle, codo a codo con los voluntarios que han participado, anclada en 4 aspectos; el canvassing, el tocar puerta a puerta para darse a conoce, unido a la meticulosa preparación de los mensajes a transmitir en los debates, los videos con mensajes claros e imágenes interculturales junto al uso de las nuevas tecnologías, han sido los factores claves que han ayudado a dar la victoria a este político ingles.
Si su visión y educación son diferentes a lo que estábamos acostumbrados, su religión, la musulmana, ha alarmado a muchos pero ha conseguido llamar la atención de manera positiva de otros, ayudando a entender la importancia de este nuevo personaje político, que piensa en una londres global donde tienen su propio espacio todo tipo de familias, culturas y religiones.
Buena muestra de ello es la ceremonia de toma de posesión, fiel reflejo de la situación actual de Londres y de otra muchas ciudades. Una ceremonia civil que tiene acogida en un espacio religioso como la catedral de Southwark y consistente en la firma de un documento arropado por multitud de testigos, personalidades de diferentes doctrinas, cargos políticos, amigos y familia. Queda clara la costumbre religiosa de éste país con los asistentes a esta ceremonia, pero lo que destaca es que el espacio elegido, de tradición católica, el protagonista indiscutible profese una religión diferente, por lo que posiblemente hubieran estado mas acertados en escoger otro formato y espacio para su celebración.
Aunque no se considera la mas adecuada al mezclar dos aspectos que se consideran opuestos, (actos civiles y religiosos) y que por tanto se transmite un mensaje desordenado y donde la fuerza de la institución queda relegada a una segunda posición, la fuerza de la simbología de la que estaba impregnada, ha dejado claro el hilo conductor de esta nueva etapa del gobierno de la ciudad. Shadiq Khan es la viva imagen de la realidad mundial, una sociedad multicultural, sin atender a razas, etnias, culturas o religión.
Fuente: Política y Protocolo