Estudiosos del tema dicen que tres de cuatro personas sienten ansiedad antes de hablar en público. Incluso son muchas quienes se niegan a hablar aunque sea en momentos tan sencillos como durante la clase, para un brindis o expresar agradecimiento en nombre de un grupo.
Sentirse inquieto es normal así sea que se conozca bastante del tema, pero ello no justifica que evada la responsabilidad o la oportunidad de expresar un mensaje a un grupo.
La comunicación no verbal tiene un gran impacto sobre quien escucha. La forma en que se hace y cómo se desenvuelve quien expone tiene gran peso para asegurar una buena intervención. Por ello, además de lo obvio, como es preparar debidamente el tema, es vital que tenga en cuenta lo siguiente:
• Prepare además del tema principal de la intervención, cómo ganarse la audiencia con una buena introducción, es el mejor momento para causar una excelente impresión.
• No se le ocurra decir, que “está un poco nervioso”, que “espera no aburrirlos” o que “lo disculpen porque no tuvo tiempo suficiente para prepararse”, no predisponga a la gente con tan mala introducción.
• Sonría. No permita que los nervios le impidan ofrecer una cara amable.
• Ordene las ideas antes de hablar. Y tenga en cuenta pasar por los tres pasos: introducción, los puntos a exponer, la conclusión y despedida.
• Utilice un lenguaje fácilmente comprensible. Evite tecnicismos o palabras en otro idioma que la audiencia no los entienda, igualmente sea mesurado con el uso de adjetivos calificativos y diminutivos. Hable claro.
• Procure que sus palabras o discursos no sean demasiado largos. La gente suele perder interés cuando se extienden demasiado aunque el tema sea importante, además puede incomodar a los asistentes.
Es importante ser respetuosos del tiempo de la audiencia tanto para empezar como para finalizar.
• Hable, no lea. El leer le hará perder la conexión con la gente y no resulta una buena decisión. Si lo requiere lleve algunas notas, pero evite leer, incluso las diapositivas, estas serán solamente un apoyo.
• No sienta que debe hablar cada segundo. Haga pausas, algunos segundos en silencio aportan a una buena exposición y permiten una mayor comprensión del tema.
• Respire con tranquilidad, si no lo hace podrá sentirse ahogado y ello se reflejará en su voz y en su actitud corporal.
• Su presentación personal el parte importante de la comunicación. Cuide tanto el aseo personal como la ropa que usa. Pregunte al organizador que tipo de traje se requiere.
• Solicite información a los organizadores sobre el protocolo que se tendrá en la presentación, así usted tomará nota de las personas los nombres que deberá mencionar en el inicio.
• Mire a todos los asistentes, si no lo hace, los demás se sentirán excluidos y perderán interés.
• Evite chistes de doble sentido o que puedan molestar a alguien.
• En caso de que lo aplaudan, espere a que terminen para retirarse, el público se los está ofreciendo como un reconocimiento. Sonría amablemente y diga gracias.
Hablar en público puede ser muy satisfactorio si se prepara en forma adecuada y respeta las normas indicadas. Aproveche cuando se le presente la oportunidad, ello le permite ganar visibilidad lo cual es favorable para su posicionamiento personal y profesional, o para la imagen de la empresa o institución que representa.
Fuente: El nuevo día