Por: René Palacios
Asediados por la prensa, repudiados por la opinión pública y opacados por el Poder Ejecutivo los miembros de las asambleas legislativas en Latinoamérica se encuentran en dificultades para comunicar su trabajo. Este artículo establece una serie de recomendaciones para que los representantes parlamentarios diseñen una estrategia para comunicarse más y mejor con la ciudadanía.
- Conviértete en referente. Los Congresistas deben escapar de la tentación de hablar sobre todos los temas. Salvo excepciones – jefe de bancada o una autoridad de la asamblea –, los legisladores no tienen la posibilidad de hablar diariamente con los medios de comunicación. La clave está en concentrar tus esfuerzos, convertirte en un referente alrededor de un tema o una causa (seguridad, temas sociales, salud, igualdad de oportunidades, etc.). Con el tiempo, la prensa sabrá a quien llamar cuando quiera una opinión experta y podrás comunicar tu mensaje.
- Colabora con la prensa. La labor parlamentaria es un proceso que, muchas veces, los periodistas no entienden. Ayudar a que los reporteros entiendan de qué va el debate sobre los temas que se tratan te ayudará a obtener una mejor cobertura de tus actividades. Genera un equipo que se encargue de esta tarea y verás como la relación se vuelve fluida.
- Internet es tu aliado fundamental. La Web es una herramienta ideal para comunicar tu trabajo. Crea un sitio personalizado para dar a conocer cada detalle de tu gestión: proyectos legislativos, opiniones, tu biografía, votaciones, el perfil de tus asesores. Además, usa las redes sociales activamente. Son un instrumento ideal para dar a conocer tus ideas, escuchar los reclamos y generar crowdsourcing. Escuchar para legislar debe ser la guía de tu gestión.
- Explica. Si muchas veces entender un proyecto de ley es difícil para el público especializado, imagínate para la gente común. Por eso, debes explicar tus proyectos utilizando todos los recursos: videos, infografías, material impreso, aplicaciones para celulares, nada debe faltar; tampoco el lenguaje sencillo. Tu meta debe ser que todos entiendan lo que propones o por qué te opones.
- Cuidado con el hemiciclo. El hemiciclo es un lugar de cobertura privilegiada para la prensa. Es ahí donde se toman la mayor cantidad de imágenes que luego llegan a las casas de tus electores. Un desliz o un detalle mal cuidado pueden quedar registrados y ser fatales para la imagen que intentas construir.
- No olvides la calle. Tu trabajo no está solo en el palacio legislativo, eso es de otro tiempo. Tienes que caminar, conectarte con tus electores. Estar en el territorio te dará insumos e ideas para hacer tus proyectos. Podrás ver de cerca como impactan las políticas y tendrás material para controlar al Poder Ejecutivo. Además, podrás generar una buena relación con tus electores. Si quieres que te vuelvan a votar, tienes que estar cerca todo tu mandato.
- Rinde cuentas de tu trabajo. La gente no sabe bien lo que haces. Probablemente, la única a imagen que tienen de los congresistas es una pelea captada por las cámaras de televisión. Genera material que muestre a qué te dedicas: tus proyectos, tus discursos, el trabajo en las comisiones, tus opiniones, las reuniones con vecinos. Compártela por Internet, pero además, haz una versión impresa que puedas entregar puerta a puerta.
- Consigue partners. La sociedad tiene múltiples intereses y se agrupa para reclamarlos. Los grupos de presión a favor – o en contra – de una causa pueden convertirse en poderosos aliados para impulsar tu legislación. Si te interesa un tema, busca a la gente que está interesada y trabaja con ellos.
- Sé transparente. Las legislaturas son miradas con desconfianza. La sociedad las percibe como cajas negras, llenas de vericuetos o prácticas poco claras. Muestra a tus asesores, quiénes son, qué hacen y cuánto ganan. Muestra tus gastos: cuántos son, a quién van y para qué los usas. En tiempos de oscuridad, ser transparente te hará marcar la diferencia.
Publicada en Más Poder Local
Fuente: Blog de René Palacios