Por: Daniel Eskibel
Sí. Estás desperdiciando la mitad del dinero que gastas en política.
El problema es que no sabes cual mitad.
La política es lucha de ideas, claro. Es comunicación. Es acción. Es disputa por el poder. Es persuasión. Es gobierno. Es solución a los problemas colectivos.
Pero también es dinero.
Mucho dinero.
Porque por más generoso e idealista que seas, necesitarás dinero para moverte.
Siempre.
Como decía Francisco de Quevedo: “Poderoso caballero es don Dinero”.
¿Cuánto dinero gastas en política?
Piensa.
Salarios. Alquiler de inmuebles. Cuentas de electricidad, teléfono y otros servicios. Vehículos. Impresos. Papelería. Spots televisivos. Cuñas de radio. Vallas. Combustible. Carteles. Software. Asesores. Ordenadores. Smartphones. Cursos.
Y mucho más.
¿Cuánto gastas?
¿Cuánto gasta tu partido político?
Y hasta aquí solo estoy manejando una acepción neutral de la palabra ‘gastar’. O sea: simplemente emplear el dinero en algo.
Pero gastar no es simplemente eso.
Recuerda que la palabra ‘gastar’ proviene del latín ‘vastare’ que significa devastar.
¡Devastar!
Lo cual explica que el Diccionario de la Real Academia todavía incluya, aunque aclare que está en desuso, la acepción ‘destruir, asolar un territorio’.
Lo cual, además, me conduce a otra pregunta:
¿Acaso con tu gasto político estás destruyendo, devastando, asolando tu dinero, el de tu partido o el de tu comunidad?
No desperdicies dinero: invierte
Administrando tu propia economía personal sabes que hay dos formas básicas de emplear el dinero:
- gastarlo
- invertirlo
Una parte del gasto seguramente es necesario. Otra parte posiblemente sea útil aunque no tan necesario. Y también hay un gasto totalmente inútil e innecesario.
La inversión, en cambio, es un empleo del dinero dónde y cuando tendrá mejores resultados, mejor retorno.
Invertir es multiplicar.
Considera entonces tu propia forma de emplear el dinero en la política.
¿Lo estás gastando o lo estás invirtiendo?
Mi experiencia como consultor político me dice que gran parte del dinero se gasta mal.
Se desperdicia.
No sé si es la mitad exactamente (tal vez sea más…).
¿Por qué se desperdicia el gasto político?
Porque se coloca en los momentos y en los lugares equivocados.
En los que tienen menor retorno y menor poder multiplicador.
Cuándo y dónde invertir en política
Tienes un presupuesto político. Si no lo tienes tu problema es mucho mayor aún, por cierto.
Pero partamos de la base de que tienes un presupuesto. Dispones de unos determinados recursos para cierto período de tiempo. Recursos finitos, claro. Agotables.
¿Cuándo invertirlos?
Al comienzo.
La inversión de largo plazo es más rentable. Y no solo en política (si no me crees puedes consultar al genial Warren Buffett).
Invertir al comienzo es hacerlo mucho antes de la campaña electoral. Hacerlo años antes, cuando recién comienza para ti la campaña política. Cuando decides hacia dónde vas. Cuando te vas a poner en marcha.
Es entonces que tienes una ventana de oportunidad. Es entonces que el mercado político está más quieto. Es entonces que tu público objetivo está más fresco, más abierto y más disponible.
¿Y cuándo invertir en la propia campaña electoral?
También al principio, y por las mismas razones.
Sé que suena contra-intuitivo porque siempre la mayoría del gasto político se invierte al final. Cuando todo termina. Cuando todo está casi resuelto. Cuando las personas se cierran a toda influencia exterior como resistencia psicológica al bombardeo comunicacional exagerado que reciben.
Emplear la mayor masa de dinero al final, por más que siempre se haga, es no solo un gran error estratégico y psicológico sino además un gran desperdicio de dinero.
¿Y dónde invertir el dinero?
En los factores multiplicadores:
- investigación del electorado
- planificación estratégica de largo plazo
- producción de contenidos políticos
- capacitación de candidatos y equipos
Te sugiero que estudies con lupa el dinero que empleas políticamente por fuera de los comienzos y de los factores multiplicadores.
Realiza una auditoría de tu gasto político.
Allí vas a descubrir que la mitad de ese dinero lo estás desperdiciando.
Por lo menos la mitad.
¿Sabías que le puedes preguntar a Daniel Eskibel cómo optimizar tu gasto político? Descubre el Laboratorio de Estrategia Política.
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Fuente: Blog Maquiavelo&Freud