¿Cómo convertir a un seguidor en votante? 7 secretos para el éxito de un candidato en redes sociales

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Por: Luis Salazar Gámez

La elección presidencial de 2018 representará un desafío muy grande para los partidos en México, dado el desprestigio en el que se encuentran los políticos y el descontento y apatía social que la corrupción y la impunidad han provocado.

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“La nuestra es una sociedad agraviada e incrédula”, resume Víctor Alejandro Espinoza, Investigador del Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la Frontera Norte, al analizar las causas que generan el abstencionismo electoral.

Lograr que la gente acuda a las urnas deberá ser uno de los principales objetivos de los partidos. Para conseguirlo, los candidatos tendrán que encontrar nuevas formas de acercase a los ciudadanos, pues la gente ya se muestra harta de las tradicionales herramientas de comunicación política.

¿Cómo conquistar a los electores?

En febrero de 2015, la encuestadora Parametría presentó el estudio “Las campañas políticas y su impacto en el elector”, el cual identificó que a 66% de los mexicanos no le gustan los spots de los partidos y que este tipo de comunicación sólo influye en 33% de la población al momento de definir por quién votar.

Por lo tanto, el contacto personal y la relación cercana de los aspirantes con sus potenciales votantes cobrarán especial relevancia.

Una de las vías para hacerlo será la cada vez más extendida estrategia del “puerta a puerta”, en la que los candidatos recorren las calles para visitar a las personas en sus domicilios y hablar con ellas frente a frente. En España, por ejemplo, Podemos apostó a esta estrategia de proximidad en el marco de  las elecciones generales del pasado 26 de junio.

Sin embargo, caminar un barrio o colonia no es la única forma de acercarse efectivamente a las personas. La posibilidad de mantener un diálogo directo con los votantes a través de las redes sociales es positiva y funciona.

En una colaboración anterior afirmé que un fan o un seguidor no representan un votante, pero señalé que las plataformas digitales sí son útiles en una campaña política, siempre y cuando sean utilizadas de forma estratégica y ordenada.

¿Por qué? Porque la persuasión política a partir de una estrategia digital es un proceso que toma tiempo y requiere dedicación.

Convertir a un seguidor en votante es posible

Al respecto, describo 7 acciones que conducen al éxito de un proyecto de comunicación en redes sociales que busque contribuir al triunfo de una campaña electoral, o lo que es lo mismo, 7 secretos para convertir a un seguidor en votante:

  1. Identificar el contenido con el que interactúa la gente. Es prioritario vigilar cuáles son las piezas de comunicación más exitosas en nuestros perfiles digitales, qué temáticas se tocaron en ellas y qué segmentos de la población se conectaron con éstas; para ello, existen herramientas tecnológicas que permiten saber quién se está comprometiendo con las publicaciones, con qué periodicidad y cuáles son sus áreas de interés.
  2. Ir más allá del “like”. Muchas estrategias digitales aplicadas a campañas políticas fracasan porque sus responsables piensan que lo máximo que se puede obtener es un “me gusta”, un comentario o un retuit. Sin embargo, la clave está en capitalizar estas interacciones mediante el inicio de conversaciones con los seguidores, ya sea a través de mensajes privados, correos electrónicos, chats o llamadas telefónicas.
  3. Generar un grupo de activistas digitales. Es claro que entre más grande sea una comunidad, más difícil será para un candidato mantenerse en contacto con ella. Por ello, es básico tener un equipo especializado, con olfato comunicacional, sensibilidad política y conocimiento de la ideología y principios del aspirante. Este cuerpo de contacto de ninguna manera se hace pasar por el candidato, sino que en todo momento se identifica como su staff; éste es el encargado de llevar a cabo las conversaciones que describíamos líneas arriba.
  4. Contactar a la gente de forma personalizada. Debemos olvidar por completo los esquemas automatizados de interacción. Todos hemos recibido en Twitter un mensaje directo de alguien que nos saluda luego de empezar a seguirlo o un correo electrónico en el que una marca nos agradece por habernos inscrito a su boletín semanal o la llamada de un agente telefónico que para vendernos un servicio lee un guión que alguien más le ha escrito. Esto no funciona, al menos no para una campaña. Los ciudadanos identifican cuando se les habla de forma mecánica.
  5. Madurar la relación. El tiempo es vital en esta estrategia. Convertir a un seguidor en votante no se logra de la noche a la mañana. Es más, no se logra ni siquiera durante el tiempo que dura una campaña. Es una tarea que puede tardar varios meses. Así que es necesario ser paciente y educadamente insistente.
  6. Cuidar el tono y el lenguaje de nuestra comunicación. Ser amables y nunca entrar en confrontación es una premisa básica. De igual forma, es fundamental darle a la gente pruebas de que les hemos puesto atención y de que les dedicamos el mismo o mayor tiempo y esfuerzo que ellos han invertido al interesarse en nosotros.
  7. Llevar la conversación a otras plataformas. Si bien el contacto con los seguidores puede iniciarse en redes como Facebook, Twitter o Instagram, nuestro objetivo debe ser ganarnos la confianza de los ciudadanos, a grado tal que obtengamos sus cuentas de correo electrónico o números telefónicos. Sólo al conseguir estos datos, podremos considerar que nuestra estrategia funciona.

Así, pues, convertir a un seguidor de redes sociales en votante es posible si se tiene una estrategia clara de conversación y convencimiento que genere una relación de confianza1, tan escasa hoy entre los políticos mexicanos.

En este día…