Por: Diana Rubio
Resulta curioso que el primer viaje de la gira internacional de Trump se realice a un país árabe musulmán tras la cantidad de ataques que este colectivo recibió durante la campaña del ahora electo presidente, pero cabe recordar que son muchos aspectos los que vinculan a ambos países.
La visita de estado de dos días de duración, lleva como base aparte de afianzar las relaciones entre ambos, la firma de diversos acuerdos: comerciales con empresas norteamericanas y el armamentístico de mas de 100.000 millones de dólares que pueden ver en este enlace. El domingo, esta visita finaliza con la participación en la cumbre con representantes de los países del Consejo de Cooperación del Golfo, donde ha realizado el discurso sobre islam y radicalización que recomendamos leer pinchando en este enlace.
En este contexto tiene lugar la visita al país, donde Trump, la primera dama y parte de sus asesores donde se encuentra su hija Ivanka y su marido, han sido recibidos con máximos honores por el Rey Salman bin Abdelaziz Al Saud a pie de la escalera del Air Force One.
Tras bajar el matrimonio presidencial, eran recibidos por las banderas de ambos países, que vestían el histórico momento, dos niñas y un niño vestidos con trajes tradicionales que han ofrecido un ramo de flores a los mandatarios, y finalmente han sido saludados con un apretón de manos y conducidos a la sala de honor del aeropuerto por parte del anfitrión. Ya dentro de las instalaciones, han tenido una primera toma de contacto, mientras tomaban una taza de café arábigo y terminaban de llegar sendos séquitos para poner rumbo al palacio real.
La primera nota curiosa se puede observar en como han compartido vehículo el rey saudí y el presidente norteamericano, en un acto de complicidad entre ambos países.
Uno de los asuntos mas comentados, es la vestimenta de las mujeres de la comitiva. Cabe recordar que allí toda las mujeres deben vestir abaya pero no están obligadas a llevar velo si no son musulmanas o van a visitar alguna mezquita o lugar tradicional del país.
Existe un grupo de la policía especializada en que se cumpla con el islam en el país, la mutawa, que puede sugerirte en un momento determinado que utilices el velo, pero lo habitual es que no se porte.
En el caso de la visita de mandatarias al país, esta regla se extiende a la vestimenta, la tradicional abaya que no es obligatoria, pero si recomendable utilizar una indumentaria recatada, no muy ajustada y que cubra el cuerpo a poder ser.
Melania Trump optó por un mono negro ancho que cubría todo su cuerpo y estaba adornado con un cinturón y collar dorados, una vestimenta que considero apropiada para esta visita de estado, al igual que la elegida por Ivanka, y que posteriormente cambiarían para la celebración de la cena de gala en honor de los estadounidenses.
Tras llegar a palacio y sonar los himnos de ambos países, Trump fue condecorado por “su iniciativa para mejorar la seguridad y la estabilidad de la región y del mundo” con la máxima distinción civil del país, el Collar de Abdulaziz al Saud. Este honor también lo han recibido personalidades como Vladimir Putin, Theresa May, Obama o el mismo rey Felipe VI.
Ya entrada la noche, tenia lugar un banquete en honor al séquito norteamericano, una cena de gala en la que no faltó el popular baile de las espadas al que han sucumbido algunos presidentes y reyes anteriormente, y como no podía ser de otra manera, al que también accedió a participar Donald Trump para alegría de los invitados.
En cuestiones protocolarias, cabe señalar la cesión de la presidencia en todo momento a Donald Trump, tanto en las reuniones como en el banquete de gala, así como a su mujer y su hija en aquellas actividades en las que estaban presentes y que se pueden observar en las siguientes fotografías. Las banderas en todo momento presentes, con una ornamentación de la sala de reuniones muy sencilla en comparación con otras visitas como la del rey Felipe VI, y siempre bajo la mirada del cuadro que contiene una pintura del creador del reino, el rey Abdulaziz al Saud, padre del actual rey Salman.
El papel de la mujer en esta visita ha tomado mayor protagonismo que en ocasiones anteriores; el realizar la cena de honor saudí en la que también se sentaban a la mesa las mujeres de séquito norteamericano muestra ligeras líneas de apertura del país saudí, incluso mostrar grabaciones de ellas y de otras mujeres que también han tomado protagonismo como la traductora que acompañaba en todo momento.
Otro de los momentos en los que la mujer ha sido protagonista, es en la intervención de Ivanka Trump en el evento Tweeps2017 en vez de su padre, para hablar de cómo Twitter combate el extremismo. Lo mas curioso, el público mixto en el evento sin separaciones y compartiendo mismo espacio, en un país donde la segregación extrema sigue presente.
Por tanto, el ceremonial y el protocolo utilizado en esta visita de Estado ha estado muy marcado por la cercanía y la consideración con el presidente norteamericano y su familia, sean del sexo que sean, apostando por una falsa igualdad a la que le queda mucho camino por recorrer en esta región internacional.
Fuentes: Arabnews, Whitehouse, Efe noticias, Kingsalman (Instagram)
Fuente: Blog Política y Protocolo