En la guerra y en el amor todo se vale. En la guerra política el imaginario se expande a la ene potencia, nada nos sorprendería tanto como el mundo de las negociaciones que se dan para acceder al poder.
Esta vez la herramienta es muy económica y a la vez la más complicada, es un trabajo hormiga, es donde logramos ver “la cruz de la parroquia” de los candidatos, es además un excelente material para los adversarios.
Los familiares son joyas o lastres, tal vez por eso un estudio cuidadoso de las características ayude a la realización de “fichas políticas”, en ellas se plasma un resumen biográfico, los puntos débiles y sus conexiones.
Algunos gobernantes entregaron el mando al partido opositor debido a los familiares incómodos, que pena que una carrera brillante se detenga por los errores de otros.
Bien se escucha que para conocer realmente nuestro pasado es precioso aceptar una candidatura, sin embargo, al momento del triunfo brotan familiares por todas partes, no así en las pérdidas.
Les comparto 4 anotaciones sobre la proyección que los familiares le confieren al candidato:
- La familia no se escoge pero si se educa, por educación debemos entender los modales, una familia sin modales será una extensión despótica e intransigente del futuro funcionario.
- El acompañamiento, pues resulta un mensaje de respaldo, fácil de leer para el electorado. Un candidato sin familiares de soporte genera las comunes exclamaciones: ¡Ni en su casa lo soportan! ¡Ni en su casa lo conocen!
- Amantes, novi@s, hijos no reconocidos, familiares políticos, preferencias sexuales y demás, representan escenarios complicados de tratar. Como coordinador de campaña se debe centrar la atención en el candidato y la valía del mismo, sin embargo, sabemos de las guerras sucias que parten desde lo más bajo, el chisme de vecindad que recibe tratamiento ‘mercadológico’ para desacreditar a los contrincantes. En este punto el consejo es contar con un equipo profesional para dar respuesta a estos ataques o planear una estrategia para minimizarlos.
- Prestanombres y amigos íntimos, los llamo familiares de fantasía, se reconocen por la cercanía hacia el candidato, duran mientras haya beneficios, desaparecen cuando el barco se hunde.
Es conocido el nepotismo de los que llegan al poder con plazas laborales para familiares, amigos y los demás especímenes mencionados, tardará mucho en México para que los puestos de elección popular y los gabinetes, se construyan por perfiles profesionales, aunque siendo honestos los perfiles no siempre dan resultados, pero si reducen el riesgo.
En estos tiempos ha nacido una nueva clase de políticos y funcionarios a los que se les cataloga dentro de la “fresocracia”, personas sin oficio ni beneficio pero que han sido colocadas por el abolengo de sus apellidos, el apoyo en campaña, las conexiones familiares y las buenas cuentas bancarias. Al parecer nuestra ambición por un país mejor tendrá que esperar, pues cuando pensábamos que la monarquía había desaparecido como sistema de gobierno, en muchos casos le vemos interpretarse en escalas y modalidades tan diversas.
Generalizar es un pecado, aunque sólo así podemos dar pautas para el estudio y la praxis del acontecer político. Los familiares y amigos facilitan mezclar el BTL con la Relaciones Públicas, para sí privilegiar el posicionamiento del candidato.
Analice, planee y ejecute, al fin de cuentas: todo queda en familia.
Fuente: Blog de Arturo Gonzales