El pasado 25 de junio, Justin Trudeau, el primer ministro canadiense, participó en el desfile del Orgullo Gay. Hasta aquí, ninguna novedad. Lo curioso es que el político lucía unos calcetines con una felicitación a los musulmanes por el fin de Ramadán. Como indican en El Mundo, llevaba un modelo multicolor fabricado por la firma Halal Socks de Toronto, con el mensaje de felicitación escrito en caracteres árabes y latinos.
No es la primera vez que usa esta prenda de vestir para generar un elemento comunicativo. El pasado El pasado 4 de mayo, ya lució unos con los dibujos de C3PO y R2D2, los míticos robots de Star Wars (Trudeau es fanático de la saga), mientras se entrevistaba con Enda Kenny, su homólogo irlandés de aquel entonces. El 4 de mayo es, de hecho, el día mundial de Star Wars, y quiso conmemorarlo. A finales del mismo mes, Trudeau vistió un modelo con el símbolo de la OTAN en la reunión de esta organización en Bruselas. En junio, aniversario de Canadá, también lució unos con los colores del país.
Lo curioso llegó el pasado 4 de julio, cuando Trudeau visitaba al primer ministro irlandés. Este, lo recibió con sus propios calcetines, en honor a Canadá. La moda estaba creada.
En cualquier caso, tampoco es la primera vez que unos calcetines en un político son motivo de comentarios y un elemento comunicativo útil. En 2012 ya hablé sobre ello, con ejemplos de George H. Bush, por sus coloridos, o de Rajoy, por sus agujeros en ellos. En ese artículo también enlazaba anteriores artículos sobre el tema, de 2009 y 2008.
Todo comunica.
Fuente: Blog de Antoni Gutiérrez-Rubí