Un sello particular que incluye experiencia académica y de vida, es parte de la características de este consultor competitivo e implacable que participa en campañas exitosas de México, Centroamérica e incluso, Europa del Este.
Se trata del mexicano Vladimir Ramos, quien en esta entrevista con Washington COMPOL magazine explica cómo convierte su experiencia de vida en ventajas para el campo de la consultoría política.
Egresado del programa de Educación Ejecutiva de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy en la Universidad de Harvard, una maestría en Administración Pública y Licenciado en Relaciones Internacionales, hay algo indiscutible en la trayectoria de Ramos y esto es el conocimiento de causa.
En su hoja de vida destaca haberse desempeñado como funcionario público federal, haber recorrido los caminos de la población más necesitada y un impresionante crossover hacia tierras europeas. Este es Vladimir Ramos, un consultor que sabe hacer política.
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“Hemos estado ahí, sabemos hacer política”
Vladimir Ramos, fundador y Director General de Pretorians Consultores Políticos, logró armar una estructura especializada en comunicación política y estrategia electoral con campañas exitosas en México y participa en proyectos de Centroamérica y Europa del Este.
El consultor se define como un hombre discreto en su vida personal y consultor implacable. Graduado del programa de Educación Ejecutiva de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy en la Universidad de Harvard, cuenta una maestría en Administración Pública y es Licenciado en Relaciones Internacionales.
¿Quién es Vladimir Ramos y cómo logra constituirse en un éxito de la consultoría política? ¿Qué sacrificó? ¿Cómo alcanza sus logros?
Un hombre discreto en su vida personal, un consultor implacable. Digo que soy como el mar, siempre en movimiento, siempre al asedio y un animal político en términos aristotélicos.
Sobre ser un éxito en el mundo de la consultoría política, diría que todos los días trabajamos para ser los mejores, tenemos un método muy definido para diseñar estrategias funcionales y de rápida ejecución, esto último es muy importante para nosotros pues marca la diferencia entre una estrategia exitosa y una que fracasa.
Por otra parte, en el terreno de los hechos, en el día a día, nuestra experiencia de vida, profesional y la formación académica nos han permitido imprimir un sello particular y ganador a lo que hacemos, y todo esto se ha convertido en nuestras ventajas competitivas como consultoría política.
¿Qué he sacrificado? Bueno, de entrada, todo y todos en la vida nos vemos obligados a sacrificar algo en algún momento para lograr objetivos y mi caso no es la excepción. En esto, lo que más sacrificas es el tiempo que pasas con la familia, sin embargo, lo que hago no sería posible si no contara con el apoyo de mi esposa, ella y mi hija son las principales impulsoras de lo que hago y cómo lo hago.
De los logros, para alcanzarlos, paso a paso, es librar una o más batallas a la vez y asegurarte de ganarlas, hay una frase de Miyamoto Musashi que es un credo para nosotros: “Si el enemigo piensa en la montaña, imponle el mar y si él piensa en el mar, imponle la montaña”.Para él ese era el camino de la estrategia y en Pretorians, está prohibido no tener un plan detrás de cada acción.
Su hoja de vida lo resume todo, un consultor sui generis que fue funcionario público y diputado federal. ¿Cómo evolucionó hasta ser uno de los consultores más exitosos en México y Centroamérica?
Viene de algo más profundo, es un tema de raíz y no podría resumirlo en una sola línea. Esta evolución inicia a mi corta edad, la política fue algo inherente a mi niñez, mis padres fueron personas muy activas en cuestiones sociales y políticas en mi pueblo, soy de la costa de Chiapas, de Villa Comaltitlán, y esa etapa fue formativa e ilustrativa para mí. Pienso y sostengo que quien no ha vivido la política de los pueblos de México poco podrá entender cómo los mexicanos viven y sienten la política, porque para entender la psique del votante no bastan los estudios cualitativos y cuantitativos, se necesita experiencia de vida, saber a qué huele la pobreza para poder entender las prioridades de la gente. No basta conocer la división geográfica y electoral en los mapas, se requiere haber caminado al menos uno de los tantos caminos de la gente. Eso te sensibiliza, por supuesto que lo hace, da lo que llamo conocimiento de causa y eso es una ventaja competitiva.
Me inicié en las campañas como a los 17 años, aún recuerdo haciendo mi primer campaña en Pijijiapan acompañando a mi amigo Benjamín Ruíz. Nos movíamos en un camión ganadero, me tocaba hablar y después fui tomando el rol de ser quien definiera cómo decir las cosas en la calle, en el toque de puertas de otras campañas en pueblos de mi estado.
La universidad fue un impasse, me dediqué de lleno a estudiar y a disfrutar la vida universitaria. Tan pronto terminé reanudé mis actividades, me uní a una Agrupación Política Nacional que a la postre terminó siendo un partido político nacional, del cual fui fundador y dirigente partidista muy joven. Esos años me dieron mucha experiencia de vida, pude conocer mi país desde una perspectiva diferente, la que casi no se ve, de la que pocos hablan o dan cuenta.
Y como funcionario público federal…
Me enfrenté a responsabilidades diferentes, como hasta hoy disfruté cada día de mi trabajo: proponer cambios, argumentarlos, llevarlos a cabo, aprender de gente con más experiencia y hacer todo para maximizar los recursos asignados es la enseñanza que agradezco a la función pública.
Como Diputado Federal compartí foro con los políticos más destacados del país, muchos venían de ser gobernadores, otros, hoy son gobernadores, un par de ellos fueron nombrados secretarios de estado en la actual administración federal, algunas y algunos fueron o son dirigentes nacionales de sus partidos. Estuve en la Comisión de Gobernación, en la que se dirimieron asuntos como la renovación de algunos consejeros del ahora Instituto Nacional Electoral, la comisión entrevistó a más de 50 participantes, la nueva ley de seguridad nacional, entre otros grandes temas.
Todo esto ha formado mi marco de referencia, que sigue evolucionando, por eso somos sui generis, hemos estado ahí, sabemos hacer política y por lo tanto entendemos a quienes la hacen, a quienes dirigen los destinos del país, por ello nos anticipamos a sus dificultades, los entendemos como seres humanos y sabemos lo que para ellos y sus equipos implica una opinión o directriz nuestra.
Hubo un crossover hacia Europa del Este. ¿Cómo se desenvuelve ahí un consultor latino en un lugar tan diferente?
He participado en diferentes eventos internacionales con consultores muy capaces. De ahí vienen diversas invitaciones a diferentes lugares entre ellos Europa del Este y no por casualidad, sino por el trabajo que hemos venido desempeñando y eso hace que nos diferenciemos de los demás.
Se centra en el mensaje como centro de poder en toda campaña política. ¿Cómo es este proceso y cómo lo aprenden los candidatos?
La política se trata de comunicar tus ideas, de persuadir. En política, comunicar es la clave, y en los últimos años esto se ha pervertido, se piensa que basta pararse ante la gente y hablar, y no, hablar no tiene nada que ver con la comunicación en sí, y por lo general termina teniendo efectos negativos.
Por su parte, el mensaje te define, marca la diferencia, el electorado no es complejo, pero jamás pienses que es tonto y completamente emocional. Hoy en día, las personas están interesadas en respuestas más que en propuestas, están a la expectativa, quieren creer, entonces dale un motivo, no se trata de discursos conmovedores, se trata de mensajes que tengan sentido para la ciudadanía.
El mensaje es llevar los pensamientos al límite, es profundizar, obligarnos una y otra vez hasta llegar a la idea brillante, a la respuesta esperada. Es definir esa idea que hará la diferencia y después, procesar como será transmitida. El mensaje es el corazón de tu campaña, de tu comunicación, el mensaje después se diseminará en todo tipo de estímulos auditivos, visuales, audiovisuales, y ahí es donde digo que la imagen es un complemento, pero jamás el contenido.
Si de la gestión pública pasa a la consultoría… ¿hacerlo de viceversa es un proceso fácil de asimilar?
No sabría decirte, no lo he pensado, siempre me lo preguntan, pero no lo tengo en mente. Pero de lo que sí estoy seguro es que para quien no ha estado en la política, ir de consultor a político en sí, no sería un proceso fácil de asimilar, porque antes veías los toros desde la barrera, ahora bajarás a torear.
¿Ha considerado volver a ser candidato? ¿Qué haría de diferente en comparación con su experiencia anterior?
No lo he considerado, disfruto mucho lo que hago y ayudo a quienes día con día con sus acciones dan lo mejor de sí para la gente, y ahí, en cierta manera, me veo realizado.
Si pudiera asesorar a un líder (no importando el momento histórico) a quién lo haría y ¿por qué?
Benito Juárez, sin duda alguna. Imagínate en esos años ayudar a contener un país en constantes guerras, que lo mismo tenía sublevaciones armadas en un extremo del país como en el centro. Gobernar, administrar, hacer política, comunicar, persuadir y convencer. Esta ha sido para mí, la presidencia interina y electa que más dificultades enfrentó y que respondió con más trabajo, más determinación y más visión de estado que los demás.
¿Qué lecciones le dejó la gestión pública para hacer de un político un ser más comprometido? ¿Cómo evitar las promesas imposibles que se pueden formular en una campaña?
El contenido es pilar del mensaje y el contenido no son ocurrencias, es conocimiento de causa, es conocimiento científico y empírico, es dejar que prevalezca el sentido común y el ordenamiento de prioridades, ponte siempre del lado de la gente, si lo haces, te aseguro que siempre vas a ganar.
Además, los consultores y lo he platicado en reuniones con los colegas, tenemos que ser socialmente responsables, no es ganar por ganar, es ganar con un fin, construir un mejor fin, cambiar el rumbo de las cosas para bien.
¿Cuál es la tecnología que no puede en este momento pasar por alto en una campaña exitosa?
La capacitación de los recursos humanos de tu campaña, sin ello, no hay tecnología que fructifique. Eso te permitirá entender el poder de las redes sociales, no desestimar la televisión ni la radio y dimensionar la capacidad de otros medios de comunicación.
En esa trayectoria en política ¿existe algo de lo que se arrepienta? De ser positiva su respuesta ¿de qué?
No me arrepiento de nada.