Por: Jamer Chica
Tener redes sociales no necesariamente significa asegurar el éxito en las elecciones, pero si es más probable que no tenerlas. Las redes sociales son una herramienta muy valiosa para una campaña política, pero debemos tener claro que los followers no necesariamente son electores, los likes no son votos y los trolls no son opositores.
Las redes sociales deben aprovecharse para generar acercamiento con el ciudadano, atraerlo hasta el punto de convertirlo en futuro activista y elector. Ahora bien, ante la universalidad del electorado se debe hacer hincapié que no todos están en la red, la gente quiere ver, tocar y sentir al candidato, conocer su programa y escucharlo de su propia voz; los electores se sienten más seguros cuando miran a los ojos a su político, cuando este les escucha de manera personal, razón por la cual se debe guardar un equilibrio entre la campaña política virtual y la presencial, no se trata de sustituir una estrategia por otra, sino de complementarlas, toda vez que los medios convencionales aún funcionan para determinados sectores poblacionales y para un segmento importante del electorado.
Después de la campaña presidencial de Obama en el 2008 y Trump en el 2016, el uso del Internet y las redes sociales dieron un vuelco total a la masificación del mensaje político, convirtiendo la social media en una estrategia de obligatoria aplicación en cualquier campaña electoral.
Según los más recientes estudios, se pudo establecer que Facebook sigue siendo la red social con mayor acogida durante el año 2017, con alrededor de 1.550 millones de usuarios en todo el mundo; en segundo lugar se encuentra el portal de YouTube con cerca de 1.200 millones de usuarios activos, seguido de Google+ con 420 millones, Instagram con 400 millones de usuarios y Twitter y LinkedIn con 320 millones de usuarios cada uno; sin duda es una gran audiencia que cualquier canal de televisión, radio, periódico o revista quisiera tener y de la cual se dispone gratuitamente para ofrecer cualquier servicio, convirtiéndose en una herramienta de marketing político muy potente en continuo crecimiento.
Algunos de los datos más importantes que se obtienen de los canales masivos en internet son los siguientes:
-Facebook es junto con Google la página más visitada en internet.
-Más de 350 millones de usuarios padecen Síndrome de Adicción a Facebook.
-750 tweets por segundo son publicados en Twitter.
-Si Twitter fuera un país, sería el 12º más grande del mundo.
-Existen más de un millón de grupos en LinkedIn.
-YouTube es la principal plataforma de video online en todo el mundo.
-Es la segunda red social más frecuentada detrás de Facebook.
-El visitante promedio invierte 15 minutos al día.
-Cada día más de 3 millones de imágenes son subidas a Instagram.
En consecuencia, el sistema actual ha migrado de la comunicación 1.0 con modelos unidireccionales en la emisión del mensaje, métodos intuitivos que utilizaban plataformas comunicativas estáticas; hacia la comunicación 2.0 con un enfoque más dinámico e interactivo, donde desaparece el modelo emisor-receptor para dar paso al lenguaje bidireccional en el cual cobra importancia y protagonismo el ciudadano, toda vez que el mensaje de cualquier campaña política debe construirse a partir de sus necesidades, expectativas, temores y vivencias; además el uso de los nuevos medios digitales de comunicación, disponibles en el bolsillo de cualquier ciudadano con un dispositivo móvil ha tenido una connotación especial en la forma como se comunica la sociedad actual y como se vieron en la obligación los candidatos y las campañas de promover sus mensajes.
Fuente: Blog de Jamer Chica