Por Daniel Eskibel
Nadie te vigila. ¿Verdad que no?
Al fin y al cabo no has hecho nada malo. Tampoco tienes secretos ni nada que ocultar. Nadie está interesado en los sitios que navegas en internet. Y menos que menos en tus comunicaciones telefónicas o en tus mensajes de texto o en los archivos que guardas en tu ordenador.
¿A quién podría interesarle el detrás de escena de tu vida política, profesional, empresarial o personal?
Pues a nadie, claro está.
¿A nadie?
¿De verdad lo crees?
Edward Snowden
Edward Snowden es ingeniero de sistemas y fue parte de la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos de América. Trabajó 7 años para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y para la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Sus actividades de espionaje se realizaron tanto en territorio estadounidense como en el exterior de su país.
En el año 2013 Snowden reveló al mundo algunos de los mayores secretos de los organismos de inteligencia.
Sus revelaciones crearon un poderoso impacto que aún perdura y provocaron grandes cambios en los hábitos online y en las herramientas de comunicación de políticos, periodistas, activistas sociales, gobernantes, empresarios, profesionales y un creciente número de ciudadanos de todo el mundo.
Esas mismas revelaciones convirtieron a Edward Snowden en un fugitivo que huyó de Estados Unidos y que está en busca y captura internacional.
Actualmente está refugiado en Rusia y vive junto con su esposa Lindsay en un apartamento de dos habitaciones en Moscú. Cuando sale a la calle cambia ligeramente su apariencia para no ser reconocido y evita disciplinadamente las cámaras de vigilancia de la ciudad.
Desde ese apartamento moscovita dirige la Fundación Freedom of the Press, concede algunas entrevistas de prensa, se comunica a través de su cuenta de Twitter y brinda conferencias para universidades e instituciones defensoras de la privacidad y de los derechos humanos.
Allí escribió Vigilancia permanente.
El libro de Snowden
Vigilancia permanente es un libro que en general se lee fácil, casi como una novela. A lo largo de sus páginas Snowden cuenta su vida, narrando los hechos pero también explicando los contextos y mostrando sus motivaciones psicológicas.
Algunas zonas del libro me resultaron especialmente atractivas, ya sea porque estimulan la reflexión, porque le dan contexto a hechos conocidos, porque revelan aspectos hasta ahora desconocidos del espionaje o porque nos hacen revisar nuestros propios comportamientos en internet. Y en todos los casos porque la privacidad es un asunto de inmensa importancia para la vida política, profesional y personal.
El libro de Snowden es enteramente disfrutable (aún tratándose de temas preocupantes) pero de mi lectura rescato varios pasajes que permanecen en mi memoria. Por ejemplo:
- El recuerdo de la primera etapa de internet, el de la adolescencia de Snowden. Aquel internet de fines de los años 90 en el cual no vivíamos sino que nos conectábamos para propósitos definidos y deliberados. Un internet descentralizado que todavía no estaba dominado por gobiernos y grandes corporaciones.
- El relato que hace Snowden sobre lo que vio, vivió y escuchó el 11 de septiembre de 2001 durante el atentado de Al Qaeda contra las torres del World Trade Center en Nueva York y contra las instalaciones del Pentágono en Washington.
- La crónica realista de su vida como espía, sus actividades, sus misiones, sus rondas nocturnas como sereno en instalaciones secretas, sus inicios y su entrenamiento en la CIA, su acercamiento a una persona para extraerle información en Ginebra, su trabajo técnico en Tokio para conectar la infraestructura de la NSA con la de la CIA, o su descubrimiento del gigantesco sistema de vigilancia masiva. Todo contado desde la experiencia concreta, desde la vida real, desde lo cotidiano.
- La descripción detallada de sus contactos con los periodistas a quienes reveló la información secreta, incluyendo tanto las medidas de seguridad adoptadas para evitar ser descubierto como lo ocurrido antes, durante y después de su encuentro con ellos en Hong Kong (documentado con mucha precisión por una de las protagonistas en la película Citizenfour).
- La explicación clara y rotunda respecto a los programas que espían todas las comunicaciones de todas las personas por todos los medios y almacenando esos datos para siempre. Donde dice todo debe decir justamente eso: todo. O sea llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes, datos personales, historial de navegación, búsquedas en internet, archivos guardados en el ordenador, activación de cámaras y micrófonos, detección de la ubicación geográfica exacta, hábitos de consumo, desplazamientos, compras y un largo etcétera.
- El retrato de la vida actual de Snowden como refugiado en Rusia, los detalles familiares, algunos aspectos de su vida cotidiana y muy especialmente los recuerdos de su esposa Lindsay acerca del momento más duro de la pareja, el momento en el cual Edward desapareció por completo sin ningún aviso previo para aparecer recién semanas después con su rostro en las portadas de todos los periódicos y en todos los canales de televisión del mundo.
Más allá de estos pasajes que subrayo, el libro de Snowden está repleto de historias que son muy políticas pero que al mismo tiempo son muy humanas y que vale la pena conocer.
¿Vigilancia o paranoia?
Muchas personas consideran que toda esta temática de la vigilancia es pura paranoia, puro sentimiento de persecución sin apenas bases reales. Lo consideran algo interesante en el cine o en la televisión, pero no algo a lo cual atender en la vida real.
A propósito de este tema en el cine y la televisión, bien vale recordar dos magníficos ejemplos:
- La conversación, película de 1974 dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por Gene Hackman.
- Vigilados: Person of Interest, serie de televisión emitida entre 2011 y 2016, basada en un guión de J. J. Abrams y Jonathan Nolan y protagonizada por Jim Caviezel y Michael Emerson.
Es verdad que se trata de una temática excelente para el cine y la televisión, pero…¿se restringe solo a ese ámbito? ¿Es solo paranoia en la vida real de las personas comunes y corrientes?
Existen evidencias contundentes acerca de lo que está ocurriendo hoy en día. No se trata de paranoia ni de teorías conspirativas. El libro de Snowden es un testimonio serio al respecto. A su vez se suceden las investigaciones periodísticas documentadas que apuntan en la misma dirección.
Y algo tan importante o más: las propias agencias de inteligencia de los Estados Unidos cuestionan a Snowden por divulgar sus secretos, con lo cual aceptan que son reales.
A todo esto hay que sumar que procedimientos similares de vigilancia utilizan todos los demás organismos de inteligencia del mundo. Con mayor o menor nivel de sofisticación y con mayor o menor poder tecnológico, pero todos lo hacen.
Y tenemos que seguir sumando, porque también lo hacen las grandes compañías que dominan la economía mundial. ¿O acaso nunca te llamó la atención que busques algo en Google y que después te persiga la publicidad sobre ese algo en todas las páginas de internet que navegues?
Esto sin hablar de los hackers que alguien puede contratar para hacer espionaje político, empresarial o personal.
Todos los caminos conducen a Roma: internet ya no es ni tan seguro ni tan privado.
La privacidad en entredicho
Los políticos, los gobernantes, los equipos de campaña electoral, los periodistas, los académicos, los empresarios, los asesores, los consultores y los profesionales tenemos dos grandes cosas en común:
- Todos usamos internet de manera intensiva, tanto para trabajar como para comunicarnos.
- Todos debemos proteger la confidencialidad de nuestros datos.
¿Por qué proteger la confidencialidad de nuestros datos?
Porque así protegemos nuestras carreras, nuestra vida y la de las personas que se vinculan con nosotros.
Proteger tu privacidad es proteger a tus fuentes si eres periodista. A tus clientes si eres empresario o profesional. A tu producción intelectual si eres académico. A tus votantes y a tus ideas si eres político.
El libro de Snowden refuerza lo denunciado por él mismo en 2013. Leerlo es muy importante para quienes nos movemos en el ámbito político o en su entorno.
Porque ahora mismo hay alguien que quisiera vigilarte.
O que tal vez ya te esté vigilando.
PD: cuida tu privacidad, usa Signal.
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