Por Andrés Elías*
Los expertos están de acuerdo que nuestro cerebro no está preparado para el rápido y creciente bombardeo de anuncios publicitarios, cada día vemos de 3000 a 5000 anuncios.
El costo cognitivo de estar sobrestimulados es bien alto, nuestra atención focalizada a pasado de 12 a 8 segundos, tenemos la misma atención que una mosca o que un pez dorado.
Si bien las razones no están del todo claras, si estamos sintiendo sus efectos de forma inmediata.
Una de las teorías apunta a que estamos desarrollando múltiples tareas todo el tiempo.
Multitasking 2.0
Los científicos creen que la multifuncionalidad es un mito. Que realmente no hacemos varias tareas a la vez, sino que sencillamente cambiamos nuestra atención de una tarea a otra a una velocidad acelerada.
Este cambio brusco en nuestra atención tiene consecuencias serias de cómo funciona nuestro cerebro. Cuando variamos de una actividad a otra, el cerebro produce glucosa oxigenada y en la medida que esa fuente disminuye, liberamos cortisol, la hormona del estrés.
¿Somos menos inteligentes?
NO.
Lo que se ha visto seriamente afectado es nuestra memoria a corto plazo. Cada vez nos cuesta recordar menos. Esto producto, según unos recientes hallazgos médicos, de que nuestro cerebro recibe una recompensa cada vez que perdemos la concentración.
Y esta constante búsqueda de dopamina es casi imperceptible.
Sobreexpuestos a la información
El investigador científico Daniel J Levitin afirma que estamos consumiendo información que es el equivalente a 175 periódicos al día.
Esto es 30 veces el contenido que consumíamos hace 30 años.
Para darnos una idea, se estima que una persona, en promedio, revisa su celular cada 3 a 10 minutos. Esto desvía nuestra atención y en consecuencia nos distrae. En lo laboral la actividad personal se ve interrumpida cada 11 minutos por el celular.
Lo que es peor, un estudio apoya la idea de que el coeficiente intelectual ha retrocedido hasta los niveles promedios de hace cien años. Tomando en cuenta que un I-phone hoy en día tiene más capacidad de computo que cuando el hombre llegó a la luna, es alarmante.
La comunicación Rococó
Ignorar estos detalles de la vida moderna y pretender que no afectan a todas las áreas de nuestra vida sería desconocer las toneladas de evidencia.
La comunicación rococó va directamente contrario a los hechos.
Cuando un político en sus redes sociales se auto referencia constantemente, comunicación rococó.
Cuando un político en sus publicaciones se mira el ombligo y sus fotos solo hablan de él, comunicación rococó.
Cuando un político en Instagram solo se concentra en él y se cierra al entorno y al contexto, comunicación rococó.
La comunicación rococó es autoreferencial, egoísta, vanidosa.
El primer paso es integrar a los ciudadanos a nuestra comunicación. El segundo paso es desdoblar la comunicación.
Conclusiones
Desdoblar la comunicación significa bajar un concepto central de comunicación a lugares comunes que nuestros electores entiendan. No es lo mismo decir que la calificación riesgo país subió que instalar la idea de “que producto de la mala política económica del gobierno el siguiente año va subir todo”.
El elector se ha vuelto complejo y si nuestra comunicación sigue siendo manejada por técnicos que nunca ven la luz del sol, nos aislaremos en nuestro propio discurso.
La comunicación política digital debe mostrar el lado más humano del político y el menos técnico. Debe radicar toda la estrategia en la gente no en el rostro de un personaje que ya conocemos. Como primera medida, debemos lograr integrar a la gente a nuestra comunicación.
Como segunda medida, ya que conquistamos ese espacio social, alejado de todo ritualismo político y de la liturgia del poder, debemos concentrarnos en comunicar de forma simple, sencilla y directa.
No podemos ser sociable en las calles y egoístas en las redes.
Fuente: andreselias.com
*Andres Elías es consultor político, ganador del Napolitan Victory Award, y miembro activo de MPR Group.