Por Diego Mota
La comunicación política siempre busca innovar, encontrar nuevas formas, medios novedosos, contenidos creativos y maneras distintas de llegar a los potenciales votantes, sobre todo cuando se acercan épocas de elecciones.
Esto es parte inherente de la disciplina y ha sido una de las claves del éxito en las contiendas electorales a lo largo de la historia, como el famoso debate Kennedy (JFK) vs Nixon, donde se le atribuye buena parte de la victoria de JFK a su buen desempeño frente a la pantalla televisiva, o más cercano en el tiempo la irrupción en las redes sociales por Obama o el Big Data a gran escala de Trump. No es casualidad que todos estos ejemplos sean de políticos norteamericanos ya que ha sido en Estados Unidos en donde más se ha explotado esta faceta electoral de la comunicación política.
Ahora bien, así como la tecnología avanza exponencialmente, también avanzan estas formas novedosas de alcanzar audiencias, y hoy en día ya no debemos esperar 10 o 15 años para una irrupción de la política en nuevos medios o formatos comunicacionales, sino que sucede bastante a menudo, aunque con casos más exitosos que otros.
Alexandria Ocasio-Cortez (AOC), la congresista más joven en integrar la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, publicó recientemente en su cuenta de Twitter, (con 9.2 millones de seguidores):
“¿Alguien quiere jugar Among Us conmigo en Twitch para sacar adelante el voto? (Nunca lo he jugado pero parece muy divertido).”
“¿A quiénes les gustaría ver juntos en una partida?”
El tweet tuvo alrededor de 15 mil comentarios, 40 mil retweets y 390 mil likes, lo que ya hacía prever el posible éxito de la idea propuesta, aunque posteriormente superaría sus expectativas.
Among Us es un videojuego online, que se ha puesto de moda en los últimos meses, los jugadores se encuentran en una nave espacial y entre todos deben descubrir quién de ellos es un impostor alienígena antes de que los asesinen.
Por otra parte, Twitch es una plataforma de contenido online, conocida por sus transmisiones de videojuegos, fue creada por Amazon buscando captar el nicho creciente de usuarios que consumen contenido relacionado a los videojuegos, compitiendo directamente con YouTube, y hasta el momento lo ha logrado más que satisfactoriamente. La crisis pandémica ha acelerado los números de Twitch, a día de hoy la plataforma cuenta con 7.46 millones de usuarios y 5.066.520.807 horas de visualización de videos durante el segundo trimestre de 2020, lo que es muchísimo.
La estrategia de AOC fue clara, generar impacto en un sector de la población joven, poco politizada, que muy difícilmente consume programas políticos o noticias políticas de alguna índole, para que concurran a votar en las elecciones nacionales, y que lo hagan a favor de Joe Biden, está claro que previamente han analizado las audiencias de Twitch para poder llegar a segmentar a su público objetivo de esta manera.
Las audiencias son cada vez más móviles y los políticos deben ser “viajeros transmedia” para poder llegar a ellas, así como han cambiado los modos de consumo del entretenimiento, con el contenido a demanda o las plataformas y redes sociales cada vez más específicas y de nicho, también deben cambiar las formas de llegarle a los distintos públicos. Ya no basta con pautar una publicidad en el horario central para que “todo el mundo la vea”, por eso hay que ir a donde se encuentran las audiencias y adaptar la comunicación a dichos canales o soportes comunicativos.
La transmisión del juego fue un éxito, en el pico de visualización, la emisión desde el canal de AOC, llegó a casi medio millón de vistas, lo que la colocó en el quinto lugar histórico de visualizaciones de la plataforma.
Una de las características de este juego es que habitualmente, en las transmisiones de Twitch, conjuga a muchos streamers famosos en una misma partida, en este caso junto a políticos, comentaristas políticos y streamers de videojuegos (el streamer político Hasan Piker, los streamers de juegos Pokimane, Myth, Disguised Toast, Dr. Lupo y la también representante del Congreso Ilhan Omar) esto amplía grandemente el rango de público al que se le puede llegar, ya que cada usuario transmite desde su cuenta, logrando una acción comunicacional de altísimo impacto a costo cero.
Parte del éxito de la propuesta fue tener un objetivo concreto, ir a buscar a los potenciales votantes a donde habitualmente se encuentran y no esperar a que lleguen solos de forma pasiva. Otra de las virtudes de la táctica en cuestión, fue interpretar bien el contexto, AOC logró mimetizarse con el contenido habitual de la plataforma sin generar rechazo, si en vez de jugar al juego de moda hubiese transmitido un discurso tradicional, esto no hubiese funcionado porque no habría hablado el lenguaje de Twitch y seguramente hubiese generado un impacto negativo.
Entonces, el acierto estuvo en lo concreto de su objetivo, la buena definición de su público y la adecuada interpretación del contexto, adaptándose al medio en el que estaba comunicando, porque el medio también es parte del mensaje. Además de tener un cierre conceptual bien interesante ya que el juego, en buena parte se trata de votar, y lo divertido del juego es eso mismo, votar para suponer quién es el asesino.
La cuenta de AOC en twitch, que fue creada para esta acción en concreto, ya cuenta con más de 600.000 seguidores, lo cual le deja un muy buen piso para acciones futuras. Veremos si en un futuro cercano Alexandria sigue utilizando la plataforma o si su exhortación al voto por Twitch fue realmente efectiva, aumentando el número de votantes jóvenes en las próximas elecciones. Lo innegable es que ha realizado una acción creativa y novedosa, explorando una nueva plataforma, con altísimo impacto, no solo directo sino que indirecto también sumando todas las repercusiones mediáticas posteriores y la viralización que ha alcanzado. Dejándonos un ejemplo de acción de comunicación política bien planificado y ejecutado.
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