Por: Gabriel R. Otazo
El impacto de las nuevas tecnologías de la Información y Comunicación (TICs), y el surgimiento y masificación de Internet, han cambiado la forma de relación y comunicación en todos los ámbitos de la vida humana, caracterizando una nueva era en el desarrollo de nuestras sociedades: la era de la información (Castells, 2001)
En relación a las oportunidades que plantea esta nueva era, resulta particularmente interesante el abordaje del comportamiento y las estrategias de los líderes políticos frente a un contexto en plena transformación. En términos generales, puede afirmarse que los líderes políticos se ven influidos por estas transformaciones, que les exigen el despliegue de nuevas estrategias de adaptación: una mayor rapidez y oportunidad en la administración de la información, la elaboración de mensajes crecientemente segmentados (es decir, adecuados a las particularidades de un electorado cada vez más diverso) y el desarrollo de nuevas capacidades en la administración del diálogo público (Lanza, 2010).
El caso paradigmático de adaptación de un liderazgo político a las transformaciones sociales, culturales y tecnológicas que plantea la era de la información ha sido sin duda el de Barack Obama. Durante el 2008, en el marco de su campaña electoral para la presidencia de los Estados Unidos, Obama logró que la Política 2.0 hiciera su irrupción en gran escala como nueva estrategia político-electoral.
En efecto, en la campaña presidencial estadounidense de 2008 se verificó como nunca antes la utilización político-electoral de nuevas formas de comunicación, participación e interacción de los políticos con la ciudadanía a través de las redes sociales y las tecnologías de la información asociadas a ellas. Como sostuvo Paz-Pellat, “el caso de Obama es histórico, ya que logró transformar la campaña política por Internet en una verdadera herramienta de movilización y participación ciudadana para crear una comunidad de miembros motivados, y sobre todo, proactivos” (Paz-Pellat, 2010: 160). Este nuevo fenómeno denominado Política 2.0 ha revolucionado desde entonces la forma de vinculación entre políticos y electores, a partir de la incorporación de nuevas herramientas para la comunicación. La nueva cultura política (Mourad, 2009) ha instalado a Internet como una estrategia de comunicación y como una forma revolucionaria de hacer mercadeo electoral, ya que es un canal que puede promocionar al candidato y sus mensajes. De esta manera, la tecnología permite segmentar al electorado, movilizar recursos humanos y financieros, reducir los costos al trasladarlos al usuario final, y permitir el debate logrando la participación de los ciudadanos y (lo más importante) la cercanía del candidato con sus electores.
Ahora bien, ¿Qué es la Política 2.0? ¿Cómo podríamos definir sus principios? ¿Cuáles son sus características fundamentales? ¿Qué tiene que saber un político hoy en día para ser 2.0?
La Política 2.0 es la utilización de las nuevas tecnologías de información y comunicación durante las campañas electorales (permanentes) que se basa en cuatro principios fundamentales: la horizontalidad de la información, la bidireccionalidad de la conversación, la interactividad entre dos o más personas y la participación continúa de las personas.
Estos cuatro principios constituyen el nuevo paradigma de la comunicación política que se ha dado con el avance y la irrupción cuanti y cualitativa de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que incitan a los políticos a estar en Internet, es decir estar online.
Sin embargo, estos principios van más allá de que un político tenga su propia página web, una cuenta de Facebook, o maneje con facilidad Twitter o tenga su canal de YouTube. La política 2.0 es un cambio de actitud del político frente al ciudadano, es una nueva forma de acercarse e invitarlos a que participen, se involucren y fundamentalmente se sumen al proyecto político.
Características de la Política 2.0
- La política 2.0 define a Internet como un instrumento más para la transmisión del mensaje. No basta con estar online, sino que es necesario seguir utilizando los medios tradicionales para hacer campaña (radio, tv, diarios, puerta a puerta, carteles, etc). Este primer punto está relacionado con la falsa creencia de que una campaña electoral transcurre únicamente por Internet y las redes sociales y que éstas le garantizarán al político su triunfo en la contienda electoral.
- La política 2.0 es una nueva forma de hacer política. La política es comunicación y la comunicación es política. Los políticos necesitan comunicar lo que hacen, tal como dice Antoni Gutiérrez-Rubí “si haces algo, comunícalo y si no lo comunicas, no existes”.
- La política 2.0 no es solamente subir información a la página web, Facebook o Twitter, sino que constituye esencialmente en darle sentido a las mismas. Política 2.0 es generar un cambio de actitud al ciudadano, para que éste se involucre en política.
- La política 2.0 es en un nuevo modelo de comunicación que se caracteriza por su horizontalidad, bidireccionalidad, interactividad y participación.
- El ABC de la Política 2.0 es el Feedback entre el político y el ciudadano.
- La política 2.0 es el diálogo permanente, es tejer una red con el ciudadano y/o internautas para generar nuevos amigos, seguidores, militantes, simpatizantes, etc.
- La política 2.0 es una campaña permanente en internet y redes sociales. Tal como sostiene Dick Morris “Un político no solo necesita apoyo público para ganar las elecciones, lo necesita para gobernar. Quien no calcula cómo mantener su apoyo todos los días y sobre cada tema, casi inevitablemente caerá”.
- La política 2.0 posee un modelo personalizado del candidato o político. Internet y las redes sociales permite hablar a todos dirigiéndose de manera personal.
- La política 2.0 genera movilización civil o política partidaria, comunidades de apoyo, o nuevos ciberactivistas.
- La política 2.0 combina la campaña online con la campaña offline.