Por: Gabriel R. Otazo
El discurso político es la herramienta que tiene el candidato para darse a conocer y marcar su posicionamiento y propuestas frente al electorado. El discurso político tiene un notorio carácter persuasivo, ya que siempre intenta captar la atención del receptor porque (al menos como estrategia comunicacional) establece una conexión emocional y psicológica con sus votantes. De este modo el candidato cuenta, dentro de la estructura de su discurso, de tres momentos claves para lucirse. La introducción, donde expone lo que va a decir, el núcleo principal en el que amplia y desarrolla el tema establecido en la apertura y una clausura o conclusión en el que repite lo que se ha dicho y se llama a la acción de los seguidores (Ailes y Kraushaar 1993:92).
Pero para ello, tal como lo han hecho grandes oradores de la historia de la política, es necesario utilizar ciertos recursos específicos para lograrlo.
En este sentido, un verdadero discurso no sólo expone sus propuestas de campaña, sino que además debe llenar de contenido emocional y psicológico a los electores para que el mensaje sea verdaderamente efectivo, encuentre el climax y llame a la acción a los seguidores. El candidato debe hacer sentir al elector que es parte de su discurso (6 consejo). A continuación, algunos consejos para escribir un buen discurso.
- “Un líder político jamás debe improvisar sus mejores discursos”. Los mejores discursos de la historia jamás fueron improvisados. Todos fueron preparados argumentativamente pieza por pieza. Recordemos algunos como el Martin Luther King, Jr. “Yo tengo un sueño” o el Discurso inaugural de John F. Kennedy pronunciado el 20 de enero de 1961, uno de los grandes discursos de la política del Siglo XX; o el de Ronald Reagan, pronunciado en 1987 en la puerta de Brandemburgo. Todos ellos y muchos más son la prueba de lo que una vez dijo Winston Churchill “Las flores de la retórica son plantas de invernadero”.
- “No hay un gran discurso sin una gran política” dijo Peggy Noonan, una las principales redactoras de discurso y asistente especial del Presidente Ronald Reagan. Con relación a este consejo hay que tener en cuenta dos puntos. Primero, el líder o candidato debe contar con un equipo de trabajo, por un lado los llamados speech writers que puedan asesorar al político en el diseño del discurso, y por otro lado contar con un equipo multidisciplinario que pueda ayudar a diseñar políticas públicas. Segundo, en todo discurso es esencial mencionar las propuestas, y esas propuestas incluyen políticas, generalmente son “grandes políticas” públicas de salud, seguridad, ambiente, laboral, etc.
- “Practicar con disciplina”. Hoy en día es moneda corriente que los políticos cuenten con ayuda de especialistas en comunicación y/o coach. Contar con estos profesionales no sólo permite revisar el texto, sino que además permite poner en práctica el tono del discurso, las modulaciones de la voz, evaluar el lenguaje corporal, las técnicas de lectura y sobre todo la imagen del candidato frente a la audiencia. “Ni maquillar al Ogro ni desmaquillar al Payaso, sino resaltar las virtudes del candidato y hacer efectivo lo que quiere transmitir con sus Proyectos”, diría Eduardo Valiente Dávalos.
- “Organizar el discurso”. Tal como se dijo al principio, el discurso está estructurado en tres partes: introducción, desarrollo y conclusión. Para que el mismo sea efectivo es necesario que exprese y se adapte los temas relevantes para la audiencia y que se organice en un tema que gire alrededor de módulos.
- “Adaptar el discurso a las distintas audiencias o lugares”. Para ello es necesario tener la información completa del público al cual el candidato se va a dirigir para realizar sus propuestas, exponer su mensaje y dirigir sus objetivos. Cuanto más concisa sea la propuesta para el tipo de audiencia, más eficaz será el discurso y más seguidores obtendrá.
- “Captar la atención de la audiencia”. Este punto es clave para que el discurso sea eficaz. Captar la atención de la audiencia no sólo requiere que orador cuente con buenas técnicas de oratoria, sino que además sepa regular el tono del discurso, cómo dirigirse a la audiencia, cómo la identifica y finalmente cómo mueve a la misma a la acción.
- “Repetir el mensaje”. Churchill siempre decía “Diles qué les vas a decir, díselo y luego diles lo que les has dicho”. El candidato debe repetir varias veces el mensaje para que la audiencia logre recordar la idea principal de su discurso.
- “Introducir técnicas de elocuencia, construir retórica, utilizar epíforas, anáforas, enumeraciones, citas, hacer storytelling…”
- “Hacer storytelling”. Una de las mejores técnicas que logra captar la atención de la audiencia es mediante el storytelling. Allí se logra no solamente personalizar el discurso sino que además logra posicionar al público en primera plana. Con esta técnica el candidato borra las barreras lingüísticas y le habla al público en general incorporándolos como actores principales de su historia. Contar una historia e identificar a la audiencia emocionándolos de diferentes maneras logra el siguiente punto.
- “Movilizar a la audiencia a la acción”. La consecución del climax y la movilización de la audiencia es resultado de un verdadero discurso exitoso.