En América latina hay pocos Retratos Políticos de calidad !!!
La fotografía es una oportunidad de comunicación no verbal de gran impacto que debe tejerse con arte, de la mano de expertos y no de amigos o familiares que te hicieron una toma que te pareció acertada.
“Zapatero a tus zapatos” y si usted es el candidato, el gerente o el familiar, respetamos su opinión pero no tiene valor cuando nos referimos a un buen Retrato Político, esa pieza gráfica de impacto táctico que – como pasa con la estrategia de campaña- debe ponerse en manos de expertos y si estos son externos a su círculo de afectos, mucho más valiosas serán sus recomendaciones.
Al revisar el precario panorama de las campañas en América Latina a este nivel, en comparación con lo que dicen los expertos que debería ser, comparto 7 errores que noto como frecuentes en el manejo del retrato político.
ES COMO UNA FOTOGRAFÍA CUALQUIERA: El retrato político nunca puede ser comparado con una fotografía cualquiera, va mucho más allá, es un paradigma energético que resumen las intenciones del candidato en cualquier pieza que se emplee.
ESO NO IMPORTA: Todo importa desde el lenguaje no verbal, por ello temas como: vestuario, color, maquillaje, peluquería, piel, manos, estado de ánimo, lentes, fondo, cabello, y otros, hacen parte de un plan que responde a la estrategia de campaña.
LO QUE SE PLANEA MUCHO NUNCA SALE: Para una fiesta de amigos eso aplica, pero estamos hablando de su herramienta más contundente y frecuente para persuadir emociones. No estamos negando la necesidad de la naturalidad y la espontaneidad, eso es clave, pero no caer en la tentación de la inconsciencia.
ES QUE NO ES FOTOGÉNICO: No hay buena o mala fotogenia, hay buena o mala preparación psicológica previa de un candidato antes de tomarle un retrato político o un registro fotográfico.
ESO LO ARREGLAMOS CON PHOTOSHOP: Falso. Doblegar la voluntad del elector es el arte del buen retrato y ni el más moderno sistema de edición de imágenes, genera lo que no se hizo por el sujeto en el previo a la toma.
ALQUILEMOS EL SOL PARA LA TOMA: El retrato político nunca se toma en exteriores, sino en un estudio con las mejores condiciones físicas, luminotécnicas, de color y preparación emocional y corporal.
ENTRE MÁS AGOTADO Y PREOCUPADO, MEJOR: Nunca haga registro de un retrato político al final del día, la semana o en un momento emocional fuerte para el usuario. Un buen retrato debe reflejar el momento de mayor carga emocional positiva del aspirante.
Si realmente quiere ganar, primero tómese en serio a usted mismo y asuma como un proyecto de vida su campaña y más el tema de su retrato político.
Fuente: Blog de Miguel Jaramillo Luján