Por: Jamer Chica
“Dime qué discurso tienes y te diré que candidato eres”
La capacidad de influencia y persuasión que pueda desarrollar un personaje político, se debe en un gran porcentaje al desarrollo de técnicas adecuadas para tener una buena oratoria. A continuación se citan 25 claves para lograrlo:
1. Lectura precisa. Aunque la recomendación general es no leer los discursos, en algunas ocasiones de la exposición se necesitara de la lectura, por lo cual se hace netamente necesario leer bien y utilizar adecuadamente la puntuación.
2. Articulación clara. La claridad en la oratoria obedece al desarrollo lógico-lingüístico y la articulación que se emplea para socializar el mensaje.
3. Uso del bosquejo. Es fundamental usar un bosquejo donde se plasmen las premisas más sobresalientes de la exposición, ello ayudara a desarrollar de una manera más natural el discurso.
4. Pronunciación correcta. Uno de los elementos más importantes a la hora de comunicar, es usar una buena pronunciación; esto contribuirá a que la gente fije el interés por lo que se dice y no como se dice.
5. Introducción que despierte interés. Abrir con una cita bibliográfica, una anécdota personal, una parábola, ilustración o ejemplo histórico ayudara a enganchar al auditorio despertando su interés durante el desarrollo de la exposición.
6. Fluidez verbal. La fluidez verbal es un ejercicio mental y comunicativo que se logra con la práctica. Dicha riqueza surge del amplio vocabulario que se obtiene de la lectura.
7. Uso adecuado de las pausas. Un discurso plano cansa, la capacidad atencional sostenida depende de cada persona y la edad de la misma. No obstante, es recomendable cambiar de actividad cada 15 minutos para sostener la atención del auditorio, por lo cual se pueden emplear pausas y apoyarse en diferentes herramientas que coadyuven a centrar la atención.
8. Énfasis acertado (ideas principales). Se debe hacer hincapié en las ideas centrales del discurso, utilizando cambios en el ritmo de la voz y hacer énfasis en las mismas.
9. Buen vocabulario (léxico). Se debe generar un equilibrio entre el vocabulario enriquecido y el lenguaje rebuscado, es necesario precisar que dentro del auditorio hay una generalidad de sujetos, razón por la cual lo más recomendable es usar un buen léxico entendible para cualquier persona.
10. Volumen adecuado. Un elemento muy sensible para cualquier auditorio es el volumen, identificar el espacio y el número de asistentes permite saber que tono de voz emplear. Un mal manejo del volumen puede incomodar y/o hacer perder el interés de los asistentes.
11. Moverse entre el auditorio. El término proxemia se refiere al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico; la proxémica entonces, es entendida como aquella herramienta que utilizan las personas durante un proceso de comunicación, a través de sus posturas y de la interacción que sostienen con otros elementos (personas y objetos). Por consiguiente, caminar entre el auditorio ayudara a romper el hielo y a lograr una comunicación asertiva y personalizada con el mismo.
12. Modulación. Al hablar se usa continuamente variaciones en la altura tonal de la voz. La eficacia en la comunicación dependerá en gran medida de las inflexiones, entonaciones y pausas que se utilicen.
13. Postura correcta. Una adecuada posición corporal lograr inyectarle credibilidad a las palabras que se dicen; se debe resaltar que las personas solo perciben el 7% de la comunicación verbal (palabras), el 38% de la comunicación paraverbal (expresiones vocales – tono de la voz) y el 55% de la comunicación corporal (expresiones faciales).
14. Entusiasmo y emotividad. Antes de entregar el mensaje se debe utilizar la matriz AIDA, que consiste en despertar la atención, atraer el interés, generar el deseo e inducir a la acción; solo logrando incidir en las emociones del auditorio se podrá tener éxito en lo que se intenta transmitir.
15. Ademanes y expresión facial. La comunicación no verbal (corporal) es la de mayor percepción durante un proceso comunicativo, es decir, tiene mayor probabilidad de atención por parte de un auditorio quien domina a la perfección esta herramienta, que quien no lo hace.
16. Contacto con el auditorio. Establecer una interacción permanente con el auditorio es uno de los aspectos que se tornan más complicados para muchos conferencistas. Sin embargo, el contacto visual y físico con algunas personas que se encuentren dentro del público ayudará a generar una exposición más amigable, el gran desafío es lograr la participación del mismo.
17. Naturalidad y tono conversacional. Se deben hacer el mayor esfuerzo para que el discurso parezca más una conversación que una alocución.
18. Adecuada presentación personal. Un elemento de suma importancia es una adecuada presentación personal, el aspecto físico debe ser coherente con el mensaje que se quiere proyectar, más aún cuando dentro del auditorio se encuentran personas netamente visuales.
19. Buen uso del micrófono. Conocer de antemano el tipo de micrófono (diadema, inalámbrico, solapa o de cable) que se va a utilizar en la intervención, ayudará al conferencista a identificar las oportunidades que tiene de utilizar ambas manos, desplazarse por todo el escenario o por el contrario estar supeditado a usar un atril.
20. Uso de citas bibliográficas. Utilizar frases célebres o citas bibliográficas no solo impregna de mayor sutileza y elegancia el discurso, sino que da el aspecto de hablar con propiedad.
21. Distribuir adecuadamente el tiempo. Un discurso largo desgasta el auditorio y uno corto puede parecer irrisorio, tener clara la estructura del discurso contribuirá a desarrollar de una manera lógica y oportuna la presentación de cada uno de los contenidos, generando un equilibrio con la capacidad de atención de las personas.
22. Generar interés del auditorio. Tener un auditorio enganchado garantizará el éxito del discurso, se debe hacer énfasis en los momentos de efusividad y lograr aplausos del público.
23. Convicción al expresarse. Para convencer se debe estar convencido. Cuando un orador habla con propiedad y/o autoridad tiene mayor probabilidad de entregar exitosamente el mensaje.
24. Claridad en la exposición. Hay discursos que no dicen nada, cuando un expositor sabe conducir estructuralmente su presentación enlazando las ideas principales, puede tener certeza que el auditorio sigue la secuencia lógica de sus palabras.
25. Apoyo en herramientas audiovisuales. Es indispensable apoyarse en diferentes herramientas o medios audiovisuales, las técnicas de programación neurolingüística manifiestan que las personas aprenden solo el 7% de lo que les llega a través de las palabras, razón por la cual es de gran ayuda los medios alternos que se puedan utilizar para sensibilizar al público.
Por último, es importante precisar que “un buen orador nace de un excelente lector” no se puede requerir una buena oratoria de quien no le guste la lectura.
Fuente: Blog de Jamer Chica