Por Erika López Sánchez
El especialista en materia electoral Oswaldo Moreno opina que son herremientas complementarias.
Las redes sociales son herramientas complementarias para ganar elecciones pero los candidatos y consultores no deben basar su estrategia en las páginas web, twitter o facebook, comentó el especialista en materia electoral Oswaldo Moreno Ramírez, en el marco de la conferencia Herramientas Modernas para el Desarrollo de Campañas Políticas que ofreció en el Instituto de Ciencias Jurídicas, en coordinación con el Instituto de Comunicación Política.
El oriundo de Ecuador señaló que los recorridos por las colonias, el reparto de volantes, colocación de espectaculares o entrega de camisetas siguen siendo los más importante dentro de las campañas y contribuyen a sumar triunfos.
En relación al impacto de las redes sociales en la forma de gobierno, consideró que los funcionarios deben tomar estas herramientas con cuidado porque en política nunca saben cuando sus comentarios van a ser utilizados en su contra.
También señaló que los presidentes o secretarios de estado deben analizar bien a quién delegan el uso de su cuenta en Twitter, por los comentarios que pudieran subir en nombre del titular. Además el 90 por ciento de las contraseñas son iguales a las cuentas de correo electrónico y eso puede ser riesgoso.
Moreno Ramírez indicó que las debilidades de los candidatos pueden convertirse en fortalezas dentro una campaña y citó el ejemplo del ex presidente Antonio de la Rúa, quien a lo largo de su campaña fue señalado como una persona “aburrida” y este adjetivo se empleó en un spot que lo catapultó en las elecciones.
Otro caso de éxito fue el candidato chileno, Sebastián Piñeira que era criticado por no saber bailar y durante un programa televisivo se atrevió a hacerlo, lo que favoreció su campaña y le dio puntos para ganar la presidencia.
El especialista señaló que los errores frecuentes durante las campañas son: apoyarse sólo en la publicidad, olvidarse de la gente, pensar que hay una sola fórmula para ganar, centrarse en la negociación política y querer matar al enemigo o adversario, confiar en el control del partido, no tener asesores, evitar responder a todos los ataques, no tener objetivos claros, no capacitarse adecuadamente y no usar la tecnología.
Fuente: Periódico Digital