Por: Ana Ramírez de Arellano
La mayoría de nosotros pensamos que para adquirir las características propias de los grandes líderes vamos a necesitar cosas fuera de lo común, y que además están fuera de nuestro alcance. Nada más lejos de la realidad. Existen una serie de claves sencillas que realmente son las que marcan la distinción. Estas claves son las que, mantenidas consistentemente a lo largo del tiempo, terminan llevando al liderazgo, la excelencia y la maestría.
¿Cuáles son esas sencillas claves que tienen tanto poder como para forjar en último término líderes de excelencia? Los grandes líderes son capaces de hacer las pequeñas cosas extremadamente bien. Los elementos que vamos a ver a continuación están siempre presentes en el comportamiento de los verdaderos líderes, y son el fundamento de su grandeza como personas.
Veamos esas 10 claves:
1. Los líderes están concentrados en el presente. Prestan atención total a lo que están haciendo en cada momento, o a la persona con la que están interactuando. A diferencia de la mayoría que siempre parece estar en otro lugar” cuando se habla con ellos, los líderes te hacen sentir que eres importante, que quieren escucharte y que verdaderamente comprenden lo que quieres transmitirles.
2. Los líderes escuchan en profundidad. Como están centrados en lo que están haciendo en ese instante, son capaces de acordarse no sólo de con quién han hablado, sino de lo que realmente se dijo. Cuando un líder está escuchando, puedes tener la certeza de que está captando toda la profundidad del mensaje. Y ese esfuerzo de atención por escuchar realmente tiene su reflejo en la sabiduría de las acciones que posteriormente emprende.
3. Los líderes hablan pensando lo que dicen. Siempre son conscientes de que las palabras tienen una influencia poderosa en quien las escucha. En vez de esconderse tras los gritos y una actitud de fuerza para enmascarar su falta de capacidad, los líderes basan su poder de convicción en la elección de las palabras adecuadas transmitidas con la emoción precisa.
4. Los líderes son grandes motivadores. Al sentirse seguros de su propia valía, los líderes son capaces de animar a los demás. Animan a otros a sacar lo mejor de sí mismos y a asumir riesgos, a levantarse después de cada tropiezo, a que mejoren su desempeño, y a que persigan sus sueños. Un buen líder siempre es un animador infatigable.
5. Los líderes son honestos. Quienes son líderes auténticos han de conocerse bien a sí mismos para, de este modo, poder tener la fortaleza necesaria para ser congruentes. La congruencia se basa en pensar, decir y hacer lo mismo. Ellos no dicen algo en público para después hacer algo totalmente diferente en privado. No buscan excusas fáciles para justificar su falta de congruencia. Simplemente hacen lo que es honesto y correcto.
6. Los líderes son humildes. La arrogancia nunca está presente en la vida de los verdaderos líderes. Ellos saben que aunque a corto plazo puedan resultar atractivas las sensaciones de mantenerse en una actitud arrogante, el coste a largo plazo es altamente negativo. Un gran líder siempre es tremendamente humilde. Humilde para aprender, humilde para demostrar con el ejemplo su mensaje, y humilde para saber reconocer sus limitaciones.
7. Los líderes son tenaces. Los líderes son conscientes de que, cuando se asumen riesgos, es posible tener algún fracaso. Pero ellos conocen bien que no existen fracasos, sino resultados que no han sido los apropiados. Para ellos los fracasos son simples etapas y partes del camino para lograr el resultado deseado. Son un proceso para alcanzar mayor maestría y sabiduría. A pesar de estas “derrotas” temporales en el camino, siempre perseveran.
8. Los líderes son valientes. Son conscientes de que todo el mundo tiene miedos en ocasiones, pero nunca permiten que sus temores e incertidumbres les detengan en el avance hacia sus metas. Saben situarse en esos estados emocionales de fortaleza en los que lo mejor que hay en ellos mismos aflora. Siempre son capaces de crecerse ante las dificultades.
9. Los líderes demuestran respeto. Siempre saben tratar a los demás con respeto, y por supuesto siempre esperan que ese respeto les sea correspondido. Los líderes jamás se dirigirán a una persona faltándole el respeto, y por supuesto jamás tolerarán ser tratados de manera irrespetuosa. El respeto para ellos nace de la convicción de que todas las personas son especiales en algún sentido, y por ello merecen ser tratadas con el máximo respeto.
10. Los líderes están siempre atentos. Saben reconocer y elogiar el esfuerzo de cada uno. Dejan siempre su marca a través de un cumplido sincero, o de un saludo efusivo y cálido. En esa atención a los demás, también se esfuerzan por respetar sus citas y compromisos, estar bien organizados para cumplir los plazos a los que se comprometen, y valorar tanto el tiempo de los demás como el suyo propio.
Estas son algunas de las “pequeñas claves” que suponen las piezas maestras sobre las que los grandes líderes desarrollan su gradeza. Son áreas que siempre pueden ser trabajadas para mejorarlas día a día. ¿Y cuál es la recompensa por hacerlo? Un sentido de confianza, propósito y paz con uno mismo más allá de lo que podáis imaginar.