Por: Juan José García Noblejas
Decía Aristóteles que “lo que distingue a un verdadero político de aquel que no lo es, es que el primero busca la vida buena de los ciudadanos y el segundo su propio interés” (Política, 1279a 16-20).
Quizá lo que un buen asesor o comunicador político puede o debe hacer se reduce a una única cosa, antes de nada: asegurarse de que su asesorado o el político para el que trabaja busca realmente -por todos los medios posibles, y en primera o única instancia- la vida buena de los ciudadanos.
Esto no es sencillo en el seno de la compleja sociedad que nos estamos dando, donde “crisis” significa de entrada algo negativo, en vez de dar a entender la distancia que separa un estado de cosas determinado respecto de otro mejor y posible de lograr.
Esto -entre otras cosas, además de la referencia de Aristóteles a los verdaderos políticos y a los que no lo son- es lo que me ha venido a la mente al ver el reportaje de ayer en el Informe Semanal (“Comunicar en tiempos de crisis”) de Televisión Española.