Por César Calderón
Nada volverá a ser igual en las campañas electorales, tras la utilización por parte del equipo de Barack Obama del llamado Big Data ya se puede afirmar sin excesivo riesgo que su conceptualización, estrategia y ejecución van a cambiar de forma tan radical en los próximos meses que el papel de gurús y spin doctors va a ser seriamente disminuido para dar paso a un nuevo perfil, los “data crunchers”.
Si pensabamos que la utilización de redes sociales por parte de Obama en las anteriores elecciones había sido una genialidad – y sin duda lo fue- ahora el equipo del presidente norteamericano ha dado un salto de varios miles de kilómetros comenzando a aprovechar realmente las posibilidades de gestión de enormes masas de información segmentada en decenas de criterios sobre sus votantes, que al fin y a la postre le han otorgado una gigantescaventaja competitiva sobre su rival. Mientras Obama sabía a que votantes dirigirse, que temas decidían su voto, y cual era el mejor canal, su rival seguía dando palos de ciego con carísimos anuncios generalistas en la televisión.
La clave, por mucho que moleste a los asiduos a lugares comunes, no ha sido ni “estar en las redes sociales”, ni “conversar”, Obama ni siquiera ha gestionado, excepto en contadas ocasiones, sus perfiles las redes sociales. Para que nos entendamos, las redes sociales no han sido un fin, sino un medio, un acelerador de la llegada de los mensajes, y un multiplicador de su impacto.
No estamos hablando de Magia Potagia, como sugieren algunos medios, ni de un “gran cerebro cibernético”, es mucho más sencillo y a la vez más potente, una gigantesca base de datos unificada con datos aportados voluntariamente por millones de norteamericanos que le ha permitido singularizar su aproximación a los votantes combinada con una plataforma de acción para voluntarios (El ya famoso Dashboard) que combinado con las redes sociales hacía que incluso el mismo día de las votaciones los norteamericanos recibiesen en sus perfiles de las redes sociales y telefonos móviles via SMS los mensajes de que sus amigos estaban votando a Obama en el mismo momento que lo hacían. Y todo ello combinado con una potente capacidad Escucha Activa de las preferencia de los ciudadanos y las tendencias sociales y políticas de cada estado.
Si quieren leer algo bueno sobre el desarrollo de la campaña, les recomiendo que se lean este estupendo artículo publicado por la revista TIME.
Fuente: Blog de César Calderón