Hoy se habla mucho de las nuevas tecnologías en las campañas. Herramientas como facebook, twitter y las demás redes sociales se han convertido en un extraordinario medio de comunicación para los mensajes de campaña. Pero esto no significa que no podamos explorar otras avenidas creativas para llegar a nuevos votantes.
En este interesante artículo, el autor Xavier Peytibi, explora el comic como canal para transmitir el mensaje político.
Por Xavier Peytibi
La búsqueda de nuevas fuentes de difusión y de nuevas herramientas y canales de comunicación política es algo consustancial a la política, especialmente en tiempos de elecciones.
Uno de esos canales, el comic, explorado en los Estados Unidos y Francia, con mucha tradición y una buena indústria, ya es algo habitual, pero no lo es tanto en el resto de países.
Conocer la vida de un político, o sus ideas, o sencillamente ver a tu superhéroe de comic preferido aparecer en una viñeta con un candidato hace que la visibilidad de ese político aumente exponencialmente, que llegue a un público al que seguramente no podría llegar de muchas otras formas. En muchos casos, si el comic es positivo y no satírico, muchos lectores se pueden sentir identificados emocionalmente con ese candidato si aparece al lado de sus héroes.
En algunos casos, como indican en un artículo de Quilmes presente, el paso de los políticos por los comics no ha sido meramente anecdótico y, a veces, inspiraron biografías dibujadas o historietas que sirvieron como complemento a una campaña electoral o retratos humorísticos y a veces satíricos que han formado parte de los grandes reclamos en festivales internacionales de cómic y en librerías. También para muchos editores las vidas de estos líderes han inspirado títulos y hasta colecciones que perfilan la historia de estos personajes en forma de biografía. Es el caso de la colección “Political Power” de la editorial Bluewater Productions, que han publicado los cómics de Ronald Reagan, Colin Powell, Joe Biden y Barack Obama.
También Darren G. Davis dirige “Female force”, una serie sobre las mujeres, muchas de ellas dedicadas a la política, como Condoleezza Rice, Michelle Obama, Sarah Palin y Hillary Clinton, cuyas biografías salieron a la venta en plena campaña por la presidencia.
Así, pocas semanas después de llegar al Salón Oval, Barack Obama se convirtió en el primer presidente electo que protagonizaba la tapa de un cómic de “la casa de las ideas”, del gigante editorial Marvel Comics. Todo un acontecimiento mediático que agotó la tirada antes de que la historieta saliera a la venta, y que daría la vuelta al mundo en apenas unas horas. El resultado fue una breve historia de cinco páginas en la que el alter ego del hombre araña, Peter Parker, se enfrentaba a un curioso percance durante la toma de posesión del presidente, cuando un doble de Obama intenta sin éxito hacerse con el poder.
Aunque breve, esta aparición elevaba sin duda a la categoría de héroe a Obama, a quien Spiderman, ícono indiscutible de la cultura popular y el símbolo más preciado de Marvel, le dedicaba guiños desde la primera página.
Pero la fascinación icónica que despiertan los inquilinos de la Casa Blanca saltó al mundo del cómic ya en los años ’60. Marvel retrató a casi todos los presidentes norteamericanos, desde George Washington, que apareció en 1974 en las historietas de Los 4 Fantásticos, por las que también pasarían John F. Kennedy (1963) y Gerald Ford (1977), hasta Barack Obama. Franklin Roosevelt, Richard Nixon y Bill Clinton tuvieron su aparición junto al Capitán América -testigo de la Guerra Fría, de la de Vietnam, del escándalo del Watergate y de la posterior dimisión del presidente- y Ronald Reagan compartió algunas páginas con el Increíble Hulk.
En otros países, y antes de las elecciones legislativas, Angela Merkel vio cómo su biografía saltaba a las historietas. En Francia, con una tradición de lectura y venta de comics, las caricaturas de Sarkozy durante la campaña electoral de 2007 llegaron a vender 200.000 ejemplares de su biografía satírica. La vida de Sarkozy ha inspirado otros títulos como “La face karcher de Sarkozy” (juego de palabras que utiliza una controvertida expresión del jefe del Estado), o “Carla & Carlito, la vie de château”, uno de los cómics más demandados en el pasado festival de Angouleme (Francia) y el último título que inspiró el enlace del presidente con la cantante y modelo Carla Bruni. Segoléne Royal no se salvó de la sátira, pero también tuvo su comic para “simpatizantes”, titulado ‘Ségo, François, papá et moi’ (editorial Hachette), un tebeo en blanco y negro de 220 páginas cuyo autor, Olivier Faure, se valió de su afiliación al Partido Socialista y de un formato inusual para contarnos con ternura y audacia los detalles que condujeron a la investidura de la candidata Royal.
En Latinoamérica, Evo Morales también tuvo su aparición en el cómic junto a Supercholita, la heroína del cómic más popular de Bolivia, a quien el presidente pidió ayuda para sacar al país de la crisis. En España, durante las generales de 2008 salieron al mercado dos libros en formato cómic de Grup Editorial 62 (Comic Books). Uno, con el título “La EsPPaña de Rajoy“, cuyo autor es Enric Sopena y cuenta con las ilustraciones de David Ramírez. Y, el otro, “La EZpaña de ZP” de César Vidal e ilustrado por Franfer.
Los comics han sido a menudo instrumento para la propaganda ideológica, a veces buscado por gabinetes de comunicación, a veces querido por los editores o los dibujantes, a veces tan solo realizados para conseguir dinero aprovechando las campañas. Pero hay que admitir que es un nuevo público, que los comics pueden humanizar a los candidatos, mostrándolos más o menos naturales o más o menos poderosos. Y es un público importante, cada vez más, al que se suele dejar de lado a la hora de pensar en marketing electoral.
Además, que pensaríamos como electores si en nuestro comic favorito apareciera esta imagen?:
Fuente: Blog de Xavier Peyibi