Por Agustí López
Hace unos días escribí aquí mismo sobre el video de Alejandro Fernández que ha dado ya la vuelta a la red en referencia a cómo practican el marketing en las redes sociales nuestros políticos. De hecho el mismo Alejandro después de haber comentado en su blog se dirigió a mi directamente y pudimos mantener una charla que aunque digital debo decir que fue cordial y abierta. Como es obvio no vamos a estar de acuerdo en el empleo del video pero por lo menos se agradece el debate. Básicamente lo que yo le venía diciendo a Alejandro es que echaba de menos una utilización de las redes que fuera más de lo mismo. Es decir, que como ciudadano lo que espero no es que cojan el mismo megáfono y ahora me lo apelliden 2.0. No.
Días después de eso y con el tema resonando todavía por mi cabeza me llega un artículo en Read Write Web España en el que se habla de la experiencia del Primer Ministro palestino, Salam Fayaad, en Facebook. Os recomiento leer la entrada original, por supuesto, aquí voy a limitarme a hacer un breve resumen para no pasar por los mismos lugares.
A raíz de los recientes acontecimientos en Túnez y Egipto Fayaad disolvió su gobierno, por lo que está obligado a formar uno nuevo en el plazo de seis semanas. Para ello ha decidido apoyarse en las herramientas que le ofrecen las redes sociales y una de sus iniciativas ha sido abrir una página en Facebook desde la que hace crowdsourcing
La idea principal es recoger en este foro las opiniones y propuestas de los más jóvenes, precisamente la franja de edad que seguramente ha protagonizado las revueltas en otros países y que ha utilizado las redes sociales como vertebrador de su causa. Y parece que de momento la cosa le funciona, en las primeras horas recibió más de 1.000 aportaciones y ya va por 22.000 fans a fecha de hoy. La captura que os he puesto aquí está realizada con pagemodo, una herramienta para desarrollar páginas en Facebook gratuita, aunque con opciones de pago.
Habrá que ver y analizar con el tiempo si esta iniciativa responde a una verdadera intención de abrir la política en Palestina a la participación y si realmente recogen las ideas y propuestas que les lanzan. Porque si no es más que un gesto de cara a la galería me imagino que el movimiento de rechazo que se podría generar sería tan fuerte que sus días estarían contados. Estaremos atentos.
Fuente: Blog de Agustí López