Por: Roberto Trad
La comunicación estratégica se trata de una sola cosa: convencer a otros para que tomen decisiones. Queremos que los ciudadanos decidan activamente comprar nuestros productos, votar por nuestros candidatos, asistir a nuestros eventos, apoyar nuestras iniciativas, utilizar nuestros servicios, etcétera.
Pero, ¿cómo tomamos decisiones las personas? los seres humanos somos inteligentemente egoístas. Siempre que nos enfrentamos a una decisión, nos inclinamos por aquello que consideramos más conveniente de acuerdo con la información emotiva o racional con la que contamos. Nadie en su sano juicio toma una decisión sabiendo que ésta le va a hacer daño, o que su costo es mayor que su beneficio. Incluso los fumadores creemos que el beneficio de calmar la ansiedad es mayor que el costo a la salud en el largo plazo.
Para convencer a otros de tomar una decisión, cualquiera que esta sea, lo único que tenemos que hacer es hacerles llegar la mejor información posible de acuerdo con nuestros intereses. Es decir, contarle nuestra versión de los hechos y argumentarle por qué debe confiarnos aquello que le estamos pidiendo.
La unidad básica con la que intentamos informar al elector para que tome una decisión favorable a nuestros intereses es el mensaje. El mensaje es el centro de gravedad de las campañas políticas modernas. Es lo que nos va a hacer diferentes de nuestros adversarios, lo que nos va a hacer únicos a los ojos de los electores.
Fuente: El Instituto
- Roberto Trad estará presente en el POLI Conference 2012 como ponentes y también presentando su libro
EL ARTE DE LA GUERRA ELECTORAL