Claves para entender qué es el Gobierno Abierto

adminArtículos1 Comment

edemocracy
Dice una antigua canción española “con una frase no se gana  un pueblo, ni con un disfrazarse de poeta.  A un pueblo hay que ganarlo con respeto, un pueblo es algo más que una maleta (…)”
Durante unos años en España la política se basó en el uso de la retórica de los políticos de este país para tratar de ganar las elecciones.
Hoy en día (según mi opinión) ni siquiera la retórica sirve para que la clase política pueda atraer votos para sus candidaturas, ni convenzan a los ciudadanos de sus decisiones.
Pero  esta misma canción nos da una buena clave cuando dice “a un pueblo hay que ganarlo frente a frente, respetando las ganas de su pueblo”. Pues bien, hasta ahora, y con los procedimientos ya clásicos de la política y su desarrollo hasta la actualidad, gobernar conforme a las demandas de la ciudadanía se antoja bastante utópico (o al menos eso pienso yo). Pocos procedimientos, muy pocos: comicios, iniciativa ciudadana, Juntas de vecinos, y poco más para saber qué queremos y qué esperamos de nuestros representantes.
A esto hay que unirle el desarrollo de la práctica política con fallos imperdonables como: falta de transparencia, falta de responsabilidad de la clase política, falta de rendición de cuentas, ausencia de indicadores de medición en sus actuaciones…
De esta forma se ahonda en la idea con la que empecé este blog, la desafección política. Pero ¿Podemos hacer algo ante esta situación?
Decía Elisa de la Nuez (@elisadelanuez) en las II Jornadas de Política 2.0 celebradas el día 15 de este mes que el Gobierno Abierto podría ser la solución. Pero ¿en qué consiste?
Como ya adelantaba en mi anterior artículo el Gobierno Abierto es la plasmación de la Política 2.0. La aplicación de este concepto nos permite una nueva gestión de los asuntos públicos a través de Internet y sus herramientas 2.0. Pero lo más importante de esta nueva vía para la política es que da la posibilidad de que el ciudadano deje de ser un mero sujeto pasivo para ser un sujeto activo en las políticas públicas y en las actuaciones de la Administración Pública. Permite la personalización, aunque no se nos puede olvidar el principio básico de igualdad y, sobretodo, la posibilidad de interactuar directamente con las Instituciones Públicas sin tener que estar presente en las oficinas y distintas dependencias de las mismas y de forma inmediata, sin esperar colas…
Pero además de facilitar la participación entre el ciudadano y la Administración también favorece el entendimiento entre las propias Instituciones y la cooperación con el sector privado (al que habría que añadir matices) e incluso con el propio ciudadano.
Creo que esto podría reforzar la confianza de la ciudadanía hacia la política. Pero ojo, para ello hará falta grandes dosis de transparencia.
Y digo yo ¿Cómo podemos articular toda esta maquinaria? Lo mejor de todo este asunto es que se puede hacer de una forma fácil, sencilla, instantánea y utilizando pocos recursos. La forma de hacerlo es mediante blogs, las Redes sociales como TwitterFacebook y otras plataformas, de las que se podrían seguir su ejemplo y  que cumplen funciones más concretas como Ideascale (para la participación), Manyeyes (para la colaboración),neemo.zooniverse.org (también para la colaboración) o Theyworkforyou (transparencia) pero siempre gestionado por los propios responsables y no buscando solo el interés por el período electoral porque eso puede ser castigado. Y por supuesto también es necesario el lanzamiento de una plataforma con datos públicos para reforzar la trasparencia y posibilidad de fiscalizar las acciones de los gobiernos e instituciones.
El problema (bajo mi punto de vista) es que no sé hasta qué punto la clase política está preparada, o estará dispuesta a llevar a cabo todas estas iniciativas. Porque, me da la sensación, que hay una parte de entre los políticos que no creen (por mal-considerarlos una moda o algo sin futuro) o no conocen las herramientas e la política 2.0, otros que sí las conocen, no quieren aplicarlas por diversas razones, aunque es posible que sí haya otra pequeña porción que sí las conoce y las aprovechan con eficacia. También hay que saber que todas estas técnicas pueden y son aprovechadas en campañas electorales aunque no han posibilitado todavía ganar elecciones en España (sí fueron un grandísimo apoyo en Estados Unidos), pero opino que esto es una tendencia creciente.
Sin embargo, pienso que uno de los defectos que puede tener el Gobierno Abierto es que crea pocos puestos de trabajo y puede acabar con algunos a largo plazo. Aunque esto puede ser una gran ventaja para la propia Administración. Con lo cual habrá que seguir explotando yacimientos de empleo que ofrecen las herramientas 2.0 y explorar otros nuevos.
Una vez planteado (grosso modo) qué es, cómo articular y las resistencias del Gobierno Abierto, ya sólo me quedan lanzar unas preguntas para la reflexión:
¿Es el Gobierno Abierto una alternativa a la Política clásica o es un invento que no tiene verdaderas posibilidades ni traerá consecuencias? Si respondemos que sí, ¿Puede éste solventar fallos de nuestra democracia o no tendrá ningún efecto sobre el funcionamiento de esta? ¿Deben, por todo esto, tener acceso a las Redes Sociales todos los funcionarios o sólo aquellos que tengan la responsabilidad de la comunicación en las Instituciones? ¿Es necesario o fundamental el empoderamiento de la sociedad civil para demandar y desarrollar estas herramientas de participación, colaboración… política o se debe dejar que la clase política tome también esta decisión? ¿Tenemos parte de culpa la ciudadanía de ese mal uso de la democracia por seguir votando y legitimando el sistema? ¿Hasta qué punto les puede interesar a los actores políticos el desarrollo de la política 2.0?