¿Cómo serán las campañas en 2012?

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Elecciones México 2012  - Marketing Político en la Red

Por Javier Sánchez Galicia

En el Congreso Nacional de Estudiantes de Ciencias Políticas y Administración Pública, celebrado en Campeche, México, expliqué que dependía de dos factores:

1) del ejercicio práctico de la comunicación política en las campañas mexicanas  y

2) de la estrategia que adopten los partidos políticos para polarizar con su opositor.  http://bit.ly/GA85yp  En este post me referiré al primero, a partir de tres prácticas:

A) Se seguirán haciendo campañas tradicionales.

Hay que reconocer que en México las campañas se siguen haciendo con puro olfato, basadas en el oficio político de los candidatos. Organizan sus equipos con base en las presiones políticas (de grupo o del Gobernador en turno) y no en las capacidades de los responsables de cada área. Ello genera que estas personas caigan en la simulación y  se la pasen todo el tiempo con el candidato, dejando a un lado su responsabilidad electoral.

En las campañas mexicanas no hay especialistas, pero si “ todólogos” que opinan incluso de aquello que desconocen como la comunicación política. Sigue existiendo una fuerte presencia de los “familiares incómodos”: el hermano, el hijo o la esposa del candidato que deciden sobre asuntos estratégicos.

El candidato se dedica únicamente al voto duro. Hay quien piensa que la elección se puede ganar por puro oficio, simplemente por conocer las “chicanas políticas” (operación tamal, ratón loco, carrusel, entre otras), por tener experiencia en cargos partidarios, ganar la guerra de las bardas, reunir encuestas a modo o tapizar las calles con las fotografías del candidato. (Sánchez Galicia http://on.fb.me/GBazgx )

B) Para esta elección, las reglas han cambiado.

Derivado de la reforma electoral de 2007, la contratación y distribución de los spots, por ejemplo, ya no será como en el 2006. Ahora los candidatos deberán enviar sus materiales al IFE, a través de su partido, para que les sean asignadas las pautas respectivas para su campaña. Obviamente el timing en el día a día  será diferente por la burocracia que significarán los trámites.

Se prohibieron las campañas negativas. La idea es evitar los ataques entre candidatos en la radio y la televisión, fomentar campañas con mas contenidos en los spots y propuestas que sean atractivas para los ciudadanos. Sin embargo, esta regulación no abarcará las redes sociales,  que se convertirán en el  nuevo  escenario de la guerra sucia.

Evitar durante el tiempo de campaña (ahora serán 90 días y no 130 como en 2006),  la difusión de los logros de gobierno. La reforma al 134 constitucional prohíbe a los servidores públicos la utilización de recursos del erario para su  promoción personal o la de sus candidatos.  Sólo se permite la publicidad oficial en casos de emergencias o desastres naturales (en 2009 coincidió la elección federal con el brote de Influenza H1N1).

Javier Sánchez Galicia Mexico 2012 - Marketing Político en la Red“Este modelo, con campañas  cortas, sin negativas y con el control del IFE en la distribución de spots no hubiera permitido a Vicente Fox o a Felipe Calderón llegar a Los Pinos”, opina Roy Campos http://bit.ly/vadUXI y agrega “quien equipare esta campaña con las anteriores aún no entiende lo que hicieron los legisladores en 2007: modificaron las reglas”.

C) Algunos candidatos creen que con redes sociales ganarán la elección.

Sin duda, Twitter se ha convertido en arena fértil para ganar batallas políticas, porque ha demostrado ser un mecanismo para ejercer presión social en asuntos públicos. Sin embargo, se construye también como espacio codiciado para difundir “información falsa, basura política y contaminación social”.

De a acuerdo con la doctora Paola Ricaurte, en México la campaña electoral en redes se define por el simulacro. Y afirma que en estos meses se han identificado dos estrategias principales: la existencia de acarreados digitales (bots y no bots) y la creación de trendings topics. Ello deja al descubierto la falta de capacidad de los candidatos y la poca creatividad de sus asesores de campaña. http://bit.ly/wVxyy0

De acuerdo con Ricaurte, en el Simulacro 1 se reproduce la creencia de que el número de seguidores equivale al grado de aceptación social. Se pretende asentar en el imaginario colectivo que la diferencia de seguidores entre los candidatos equivale a las tendencias existentes entre los votantes.

El simulacro 2 se asocia con el primero a través de la producción de los hashtags de apoyo al candidato y la puesta en operación de bots para generar trendings topics.  Y clasifica a los acareados digitales como: a) acarreados fantamas (cuentas vacias), b) bots (programados para tuitear) y acarreados activos (pagados para tuitear) (Ricaurte 2011, http://bit.ly/ii9VmP)

Y a esta estrategia, reconoce la investigadora, se suma otra menos discutida pero igual de grave: los candidatos están para que los sigan y no para escuchar a los ciudadanos.

Las viejas prácticas en las campañas electorales, el desconocimiento de las reglas que configuran en nuevo modelo de comunicación política en México y la construcción de simulacros en las redes sociales, nos llevan a preguntarnos: ¿Qué va a pasar en los próximos meses?  ¿Y cuando dejemos la imagen para pasar a la política? ¿Quién dará respuesta a millones de mexicanos que no han visto resueltas sus necesidades más apremiantes?

Fuente: Blog de Javiar Sánchez Galicia