Por Daniel Eskibel
La colocación de los carteles políticos en la calle tiene 4 aspectos básicos a considerar:
1. Ubicación
2. Formatos
3. Estrategia
4. Tiempos
¿Cual es la mejor ubicación para los carteles políticos?
1. En lugares de alta visibilidad para nuestro público-objetivo
2. En lugares de gran circulación de vehículos y peatones desde y hacia su trabajo, su centro de estudios y su domicilio
3. En lugares de gran concurrencia de público (por ejemplo en inmediaciones de supermercados y plazas)
4. En lugares de gran cobertura mediática (por ejemplo donde se van a desarrollar espectáculos musicales o deportivos)
5. En personas o vehículos que se desplazan frente al público
¿Cuales son los principales formatos de cartelería?
La variedad de formatos es inmensa y en cada campaña se puede optar por unos o por otros.
Una lista no exhaustiva podría abarcar vallas, muros pintados, carteles fijados en postes, afiches pegados en paredes, carteles sobre soportes comerciales, carteles en jardines, puertas o ventanas, pasacalles, anuncios en paradas de autobuses, grandes anuncios en carreteras, letterers laterales y posteriores en autobuses, carteles adhesivos en vehículos, carteles en merchandising, hombre sandwich, publicidad aérea…
¿Cómo organizar la estrategia de colocación?
Básicamente hay que elegir entre 3 estrategias diferentes de colocación de carteles:
1. Estrategia relámpago: de la noche a la mañana se cubre la ciudad con carteles. Esto sorprende, genera atención obligada y transmite la idea de una gran organización.
2. Estrategia de saturación: concentración de los carteles en unos pocos lugares de gran afluencia de público.
3. Estrategia intermitente: colocación de letreros llamativos espaciados a lo largo de una vía de gran circulación.
¿Y cuales son los tiempos correctos?
La batalla de los carteles es la primera gran batalla de la campaña electoral.
Preocúpate de estar allí al principio, antes que los demás. Gana esta batalla en su mismo comienzo. Y recuerda que la vía pública irá perdiendo interés progresivamente a medida que avance la campaña. Tan es así que al final, cuando la calle esté sobrepoblada de carteles, el público ya casi no los percibirá ni diferenciará unos de otros.
No es un tema de final de campaña, entonces, sino de principios de campaña. En ese momento inicial es que hay que ganar.